La Unidad de Cuidados Intensivos de Adultos del Hospital es donde tienen lugar las asistencias especializadas sobre los pacientes adultos más graves del centro. Sin embargo, no es el ámbito al que se circunscribe la actuación del Médico Intensivista, que también dedica su labor a colaborar con sus colegas para disminuir las probabilidad de progresión en gravedad de aquellos pacientes que se encuentran en fase de riesgo de agravamiento.

En la UCI se realizan cuidados individualizados en función de las necesidades de los pacientes; sus constantes vitales son monitorizadas y registradas de manera permanente las 24 horas del día, y reciben la escala de apoyo que requieren, desde la vigilancia y monitorización básicas hasta la respiración asistida, hemodialfiltración, asistencia hemodinámica con balón de contrapulsación, etc.

El hecho final que caracteriza a las UCIs además del nivel de cuidados que se proporciona a los pacientes es la presencia física permanente de sus cuidadores, lo cual implica que se ejerce una vigilancia visual continua del paciente desde el inicio de su estancia en nuestra unidad. De esta manera ninguna variación en sus constantes ni ningún comportamiento físico anómalo pasan desapercibidos para los componentes del equipo de la UCI.

La UCI es, además, por definición, un área altamente especializada donde el trabajo en equipo es esencial para lograr el mayor rendimiento y la mayor destreza en la resolución de problemas y emergencias que pongan en peligro la vida de nuestros pacientes. La docencia permanente a pie de cama y los programas de formación continua, además de los cientos de horas de trabajo codo a codo garantizan la máxima comunión entre los miembros del equipo para obtener todo el rendimiento posible de nuestros esfuerzos.

Todos los miembros del equipo médico somos Especialistas en Medicina Intensiva, y contamos con amplia experiencia en el paciente crítico. Nuestra formación y experiencia profesional previa son muy heterogéneas, por lo que la variedad de nuestras vivencias profesionales, de los protocolos que hemos manejado y de los pacientes que hemos atendido cada uno de nosotros supone un inmenso currículum en el que se abarcan infinidad de casos que nos convierten en un equipo de avanzada experiencia que se encuentra permanentemente abierto a nuevos aprendizajes.