Lo mejor es elegir las playas que dispongan de puestos de socorristas porque además de ayudarnos si lo necesitamos, nos darán información muy importante del estado del agua, presencia de medusas, radiación solar… sin embargo, a veces nos apetece conocer parajes recónditos, así que debemos estar preparados para solventar los probables inconvenientes que puedan surgir. Aquí os dejamos unas recomendaciones básicas del servicio de enfermería de urgencias del Hospital Quirónsalud Bizkaia para actuar ante posibles incidencias:


1PREVENCIÓN DE AHOGAMIENTOS: Los ahogamientos pueden prevenirse con medidas de seguridad adecuadas y manteniendo siempre la atención del espacio que te rodea. Aquí ofrecemos cinco consejos muy útiles para prevenir posibles incidentes.

  • En el caso de que sea posible, debemos bañarnos siempre en piscinas o playas con socorristas, nunca entrar al agua con bandera roja, nadar en compañía y supervisar siempre el baño de los niños.
  • Nunca se debe dejar a los niños desatendidos cerca del agua, ya sea en piscinas, lagos o bañeras. Además, destacamos la buena praxis de enseñar a nadar adecuadamente a los más pequeños de la casa.
  • Evita consumir bebidas alcohólicas antes de meterse en le agua o mientras está navegando o practicando deportes acuáticos.
  • Si sufres cualquier enfermedad por la que realiza seguimiento médico, -especialmente si tienes una enfermedad cardíaca o circulatoria-, consulta con los profesionales sanitarios sobre la idoneidad de la práctica del baño, la natación u otras actividades acuáticas.
  • Por último, se recomienda aprender técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP).


2CAMBIOS BRUSCOS DE TEMPERATURA: Cuando el agua esta fría y nuestro cuerpo lleva tiempo expuesto al sol o acabamos de hacer ejercicio físico intenso al aire libre, tenemos que acostumbrarnos a entrar de forma progresiva en el agua. Ya no es necesario esperar las dos horas que nos decían nuestras madres para evitar el comúnmente llamado "corte de digestión" para poder meternos en el agua después de comer… sabemos que esto es un mito, pero lo que realmente puede ocurrir es un síndrome de hidrocución* que puede ser muy peligroso. Por ello, es muy importante ir adecuando nuestro cuerpo a la temperatura del mar y así no nos ocurrirá nada. Si nos vamos mojando las muñecas, el cuello, las ingles y las axilas poco a poco, evitaremos problemas mayores.

*Síndrome de hidrocución: Se trata de un fallo en el sistema cardiorrespiratorio que ocurre tras un cambio brusco de temperatura debido a una rápida inmersión en agua, causado por una diferencia de temperatura entre el agua y el cuerpo humano.

Síntomas y tratamiento:

Los síntomas más comunes de la hidrocución son: palidez, mareo, pitidos en los oídos, náuseas, vómitos, calambres, escalofríos, pulso débil e inconsciencia.

  • Si empezamos a notar algún síntoma, tenemos que salir rápidamente del agua.
  • Si ya es demasiado tarde y vemos a alguien que empieza a marearse en el agua, tenemos que sacarlo rápidamente, secarlo lo antes posible con toallas para intentar recuperar su temperatura anterior, elevarle las piernas, y llamar a los servicios sanitarios.


3GOLPES DE CALOR: Los efectos negativos del exceso de calor pueden conllevar deshidratación, golpes de calor, exposición al sol, quemaduras solares, etc. Pueden ser peligrosos en climas cálidos o en entornos con poca experiencia y con novedosas olas de calor.

Prevención:

  • Manténgase hidratado bebiendo suficiente agua. Aunque creas que no tienes sed, deberías beber agua a menudo, sobre todo los días de mucho calor.
  • Evita salir al exterior durante las horas de máxima calor y si lo haces, intenta permanecer en espacios climatizados. Además, debes evitar la exposición prolongada al sol, especialmente en las horas más calurosas del día y usar protección solar.
  • Cuida especialmente a los niños y los ancianos
  • Utiliza ropa ligera y ventilada, además de gorro o sombrero para proteger la cabeza.

El cansancio, el mareo, la presión arterial baja, la taquicardia y las rampas son síntomas de la deshidratación que, en casos extremos, puede llegar a provocar la muerte. Es por eso que beber agua a menudo, aunque no se tenga sed, es vital.



4CORTES EN LAS ROCAS: Deberíamos acostumbrarnos a utilizar calzado adecuado si nos adentramos en las rocas, pero es fácil no ver el peligro ante la imagen de un paisaje espectacular. Los cortes en la planta del pie suelen ser muy irregulares, además de al ser una zona muy irrigada, sangran con mucha facilidad.

Tratamiento

  • Si sangra mucho hay que tapar y comprimir la zona. Nunca realizar un torniquete si no se sabe hacer.
  • En primer lugar, debemos lavarnos las manos y desinfectar la zona. Si tenemos a mano un antiséptico, perfecto. En el caso contrario, el agua salada del mar nos ayudará a desinfectar la herida.
  • Tras ello, debemos cubrir la herida: aunque existe la creencia de que las heridas curan mejor al aire, lo cierto es que es mejor cubrirlas para evitar infecciones, por lo menos hasta que un profesional la vea.

Es importante no apoyar el pie y acudir a un centro médico: a veces son necesarios curas, tratamiento antibiótico, vendaje. Si la herida es profunda o el sangrado no se detiene, busque atención sanitaria un médico o bien una enfermera podrán suturar si es necesario.



5CORTES CON CONCHAS: Es común que la arena de muchas playas esté formada por pequeñas conchas machacadas, pero también de conchas más grandes se nos pueden clavar al pisarlas. Si esto ocurre, debemos seguir estos consejos:

Tratamiento

  • Lavar rápidamente el pie para poder ver cuántos trocitos de conchas y cómo son de profundos.
  • Desinfectar la herida y no apoyar el pie para evitar que las conchas se incrusten más. Si disponemos de unas pinzas, tenemos que quitar todas las cochas. Si no contamos con ellas, deberemos acudir al centro médico más próximo para retirarlas de forma segura y desinfectar la zona adecuadamente.




6

OTITIS: La otitis es una infección o inflamación de alguna de las partes principales del oído que puede ser dolorosa y afectar la audición. La otitis acostumbra a aparecer cuando existe un mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio

(un

pequeño canal que conecta la parte superior de la garganta con la oreja mediana) o una inflamación del tímpano causada por un agente infeccioso. La capa interna de la membrana timpánica produce un líquido que se puede acumular en la caja timpánica. Este líquido presiona el tímpano y puede llegar a perforarlo pudiendo provocar una pérdida auditiva (hipoacusia).

Prevención:

  • Mantenga sus oídos secos después de nadar o bañarse.
  • Evite introducir objetos extraños en los oídos.
  • Acude a los servicios de emergencia en el caso de experimentar dolor de oído persistente.

En la mayoría de los casos, sobre todo en los no infecciosos, la otitis mediana se resuelve espontáneamente mientras que en otros se hace necesario el uso de antibiótico de prescripción médica.


Es fundamental recordar que estas pautas son informativas y no reemplazan el consejo de un profesional. Ante cualquier lesión o problema de salud, siempre busque atención sanitaria adecuada. La prevención y la conciencia son claves para garantizar la seguridad y el bienestar de usted y su comunidad.