Quirónsalud
Blog de la Dra. Fernández-Nieto. Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Ahora que estamos en época navideña una de las tradiciones españolas más comunes es la de comer (o cocinar) turrones, cuyo componente más importante son los frutos secos. Vamos por tanto con un poco de información sobre esta alergia alimentaria que cada vez es más común.
Cualquier fruto seco puede dar alergia, aunque es cierto que los más frecuentes son los cacahuetes (que en realidad son legumbres, no frutos secos), nueces y avellanas, más que nada por ser los más consumidos.
La alergia a frutos secos puede aparecer a partir de los 3-4 años, aunque varía en función de cada país, dependiendo de los hábitos alimentarios (por ejemplo, en Estados Unidos la mantequilla de cacahuete es un alimento muy frecuente en la dieta, mientras que en España de momento consumimos cacahuetes más tarde).
Los frutos secos se caracterizan por elevada alergenicidad y estabilidad frente al calor del cocinado y la digestión, lo que implica que con frecuencia las reacciones sean intensas e inmediatas. Estas reacciones graves se pueden producir en niños ante el primer contacto conocido con el fruto seco (esto se explica por la exposición a pequeñas cantidades inadvertidas o la sensibilización por otras vías como la leche materna).
Las reacciones alérgicas a frutos secos pueden provocar síntomas de diferente intensidad, que pueden depender de la sensibilización previa, la edad, las exposiciones anteriores, el fruto seco causante de la reacción y la existencia de otros procesos alérgicos como el asma. Los síntomas más comunes son prurito oral, cutáneo, estornudos, lagrimeo… y pueden asociarse síntomas intensos como urticaria generalizada, angioedema, dolor abdominal, diarrea, vómitos o incluso anafilaxia. Pueden aparecer en breves segundos o hasta 2 horas después de ingerir o exponerse al alérgeno.
Los pacientes alérgicos a frutos secos con frecuencia están sensibilizados a otras sustancias de origen vegetal, que en ocasiones, pero no siempre, se debe a la existencia de proteínas alergénicas compartidas.
El tratamiento de esta alergia se basa en la PREVENCIÓN, realizando una dieta de exclusión del alimento o alimentos a los que se sea alérgico, de la forma más estricta posible. En este sentido es importante también la vigilancia de los productos que puedan contener trazas de frutos secos.
También es importante en caso de duda, ser valorado por un alergólogo que será quien aclare qué alimentos debemos evitar, y si hubiera posibilidad de tolerar algún fruto seco, en función del patrón de sensibilización y la clínica presentada en cada caso. Así, una vez realizado el estudio, se puede portar una placa en forma de brazalete, pulsera, colgante o tarjeta que informe de las alergias que el paciente presenta.
Así mismo el alergólogo valorará la necesidad de llevar o no consigo un autoinyector de adrenalina, para poder tratar la reacción en caso de ingesta accidental. Esto es solo un tratamiento sintomático, y si el alergólogo lo prescribe no debe servir para que el paciente se relaje en cuanto a la evitación de alimentos.
Como último apunte, os traemos algunos alimentos que erróneamente se consideran dentro del grupo de los frutos secos:
Nos despedimos deseándoos unas felices y relajadas fiestas, libres de reacciones alérgicas y llenas de paz y amor. ¡Volveremos en 2018!.
Estimada Lucía,
Las pruebas en sangre, in vitro son más completas que las pruebas en la piel. Se denominan en general, estudio molecular.
Cordialmente
Seguro que conoces a alguien que tenga alergia al polen, o a los ácaros, o al pescado, la leche, la aspirina... La alergia se ha convertido en un problema global, que aparece en muchos aspectos de la vida cotidiana, en general haciéndola algo más engorrosa. Aunque no es una enfermedad nueva, si existe en general gran desinformación sobre como manejarla, sobre los tratamientos posibles, y sobre los estudios que se deben llevar a cabo para un buen diagnóstico. Creemos que es fundamental que el paciente esté formado e informado en este tema, y con ese objetivo en mente hemos puesto en marcha este blog.
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¡Buenos días!
Mi hija de 3 añitos está a estudio por una reacción brutal a un mix de frutos secos.
Mi pediatra alergólogo ha solicitado después de conocer la composición exacta (remitida por la empresa que comercializa el producto) las de los componentes alérgenos posibles; es decir analítica.
Mi pregunta es si esto exime de realizar las pruebas de reacción cutánea.