Las vacaciones no tienen por qué implicar un aumento de peso de los más pequeños
La endocrinóloga pediatra Andrea Bartucci Schamir, del Hospital Quirónsalud San José, ofrece una serie de recomendaciones alimentarias para seguir en verano
Las vacaciones de verano conllevan, habitualmente, una relajación en los hábitos que los más pequeños siguen a lo largo del curso escolar. Esa atenuación en las reglas afecta, además de a los horarios o a las actividades cotidianas, a la alimentación. Para evitar que los menores aumenten de peso durante el periodo estival, la doctora Andrea Bartucci Schamir, endocrinóloga pediatra del Hospital Quirónsalud San José, hace una serie de recomendaciones a sus padres. "Hay que tratar, en la medida de lo posible, que las vacaciones no supongan una drástica interrupción de las costumbres alimentarias de los niños", comenta esta especialista en obesidad infantil.
La doctora Bartucci, integrante del Departamento de Pediatría y Neonatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y del Hospital Quirónsalud San José, aconseja seguir las siguientes pautas:
Fijar una hora máxima para despertar por la mañana.
Andar: Una hora tras el desayuno
Una hora tras la cena
Piscina: Incremento diario de intensidad
Helados:Mejor un polo de hielo que un helado de crema
Preferentemente tras las comidas, no de forma aislada
Establecer un máximo de dos a la semana
Bebidas: Insistir en la ingesta de agua
Beber agua siempre para calmar la sed
Beber agua antes que cualquier otra bebida
Evitarlos "tiempos muertos" o de aburrimiento en casa:
Limitar la TV y los videojuegos u ordenador a las horas de más calor
Programar actividades que ocupen la atención y las manos
"Si se siguen estas pautas, será mucho más fácil la adaptación posvacacional", concluye la doctora Bartucci.