catedraticoscatedraticosEl Dr. Rafael ArroyoEste enlace se abrirá en una ventana nueva lleva más de 20 años siendo profesor de Neurología, tiene publicados más de 200 artículos en revistas nacionales e internacionales. El proyecto docente que propone el Dr. Arroyo para su cátedra se basa en cuatro pilares: Nuevas tecnologías para la innovación docente, internacionalización, mejora en las habilidades de comunicación e investigación como pilar básico en la docencia. Por su parte, el Dr. Ricardo Sainz de la CuestaEste enlace se abrirá en una ventana nueva es especialista en cirugía gineco-oncológica con 35 años realizando cirugías de alta complejidad que incluye procedimientos ginecológicos, digestivos, urológicos y reconstructivos. Entre sus artículos destacan dos muy conocidos y citados; uno en relación a la transición histológica de la endometriosis a cáncer de ovario de tipo endometrioide y de células claras; y el segundo en relación al empeoramiento del pronóstico de pacientes con un cáncer de ovario de alto grado y en estadio temprano, si se rompe intraoperatoriamente. Ambos artículos han significado un avance en el campo de la cirugía ginecológica oncológica. Actualmente está trabajando en otras líneas de investigación sobre el conocimiento de la transición mesotelio-mesenquima en la carcinomatosis peritoneal y su posible aplicación clínica buscando biomarcadores diagnósticos y terapias diana para el cáncer epitelial de ovario. Su proyecto docente se basa en la transformación digital que está experimentando la sociedad, apostando por clases más participativas y dinámicas, tanto por parte del alumno como por el profesor y utilizando la ayuda de asesores pedagógicos. También sugiere una mayor integración del alumno en el servicio durante las prácticas.

El Dr. Alfredo CastilloEste enlace se abrirá en una ventana nueva, que es especialista en defectos de la refracción, cirugía del glaucoma, de la catarata, la presbicia y experto en la colocación de lentes intraoculares. Su proyecto docente aboga por trabajar en la mejora pedagógica de la enseñanza de la Medicina mediante la utilización de metodologías activas de enseñanza, como grupos o casos clínicos, frente a las clases magistrales. También apoya la evaluación continua de los conocimientos de los alumnos y la utilidad de la utilización de soportes audiovisuales en la enseñanza, aunque sin abusar de estas herramientas.