Según estimaciones de la OMS unos 15 millones de nacimientos ocurren cada año en todo el mundo antes de las 37 semanas de gestación. Esto nos da una idea de su gran impacto en la sociedad, siendo su incidencia variable entre las diferentes regiones, pudiendo llegar a representar 1 de cada 10 nacimientos en países desarrollados. Se trata de la primera causa de mortalidad a nivel mundial en los niños menores de cinco años.

Se consideran prematuros aquellos niños que nacen antes de las 37 semanas de gestación, diferenciando entre prematuridad tardía (por encima de 34 semanas) hasta prematuros extremos (menos de 28 semanas de gestación).

Son muchas las causas o factores que incrementan el riesgo de parto prematuro: causas maternas (embarazos múltiples, infecciones o enfermedades crónicas—diabetes o hipertensión—), fetales (malformaciones congénitas), placentarias (insuficiencia placentaria y/o cervicouterina) y ambientales (tóxicos).

Según explica la doctora Lola Gómez Bustos, jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud de Sevilla, "los bebés prematuros están expuestos a un mayor número de riesgos y; por tanto, deben recibir una atención especial en sus primeros meses de vida. Además de problemas respiratorios y digestivos, por inmadurez, corren el riesgo de tener problemas de desarrollo, tanto cognitivo como motor. El riesgo de desarrollo de complicaciones, así como su gravedad aumentarán cuanto mayor sea el grado de prematuridad".NEO_1Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoNEO_1

Así continúa la neonatóloga, "nuestra actuación se basa principalmente en los cuidados centrados en el neurodesarrollo que incluyen intervenciones dirigidas al control de los estímulos externos, como son las luces y los ruidos ambientales, optimizar el entorno en el que se desarrolla el recién nacido y favorecer un ambiente ‘piel con piel’ que ayude al correcto desarrollo del bebé y su vínculo con la familia".

Por su parte, la neonatóloga Myriam Alcantarilla Acevedo añade que el primer contacto de las familias con la Unidad de Neonatología conlleva miedo e inseguridad. "Hay mucha tecnología que no entienden y el servicio está lleno de personas que aparentemente saben más que los propios padres sobre lo mejor para su hijo". Para la mayoría de ellos este bebé prematuro ha llegado de forma repentina. Lo que hasta entonces era un embarazo normal se transforma en un parto prematuro. "El sentimiento común que hemos encontrado en las familias son la ansiedad y las dudas de si su hijo va a sobrevivir o cómo será su vida si la prematuridad le deja secuelas a largo plazo. Incluso en algunas ocasiones los progenitores muestran sentimiento de culpabilidad cuando el recién nacido nace demasiado pronto, cuestionándose si hay algo que no hayan hecho bien".

Las neonatólogas insisten en que se intenta desde el inicio propiciar el contacto de los padres con sus hijos para alcanzar el bienestar y mejor desarrollo de los recién nacidos. Se prioriza por ello el método canguro desde un inicio. "Es muy importante que las familias formen parte de los cuidados realizados durante su estancia, reflejándose en un mayor grado de confort y evolución clínica del bebé", afirman.NEO_2Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoNEO_2

La Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales la compone un equipo multidisciplinar que trabaja unido para garantizar el mejor cuidado de los recién nacidos prematuros y el apoyo adecuado a sus familias. Tal y como relatan las especialistas, "el contacto con los padres, poder compartir alegrías y tristezas con ellos es lo más gratificante al trabajar en un servicio de neonatos, es común que se creen fuertes vínculos entre el personal y los padres porque el contacto es frecuente, y a veces muy prolongado e intenso". Ambas partes buscan un mismo objetivo. El personal se compromete en la tarea y experimenta las penas y alegrías de forma natural, pero en una escala menor que las experiencias propias de los padres. "La parte más satisfactoria es verlos crecer y saber que están bien". Los padres deben saber, con todas sus incertidumbres y ansiedades, que el personal está allí dedicado plenamente a sus hijos y que su objetivo es, con una actuación basada en los cuidados centrados en el desarrollo y la familia, ayudarlos en el camino.

La Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud de Sevilla está dotado con la última tecnología para el cuidado del recién nacido y cuenta con un equipo de especialistas en Neonatología de dilatada experiencia en cuidados neonatales especialmente en el prematuro, además de personal de enfermería especialmente formado en el cuidado del recién nacido, que garantiza una asistencia integral al paciente y su familia. Dispone de una calificación IIIA otorgada por la Junta de Andalucía que la capacita para la atención de recién nacidos a partir de las 28 semanas de gestación que la convierten en referencia de la sanidad privada de Sevilla. La Unidad se encuentra situada en la primera planta del centro, con unas amplias y modernas instalaciones, totalmente exteriores con 12 puestos —8 de cuidados intermedios y 4 de cuidados intensivos— un box de aislamiento y una sala de lactancia.