El Hospital Quirónsalud San José y el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo cuentan con una consulta de Cirugía Vascular que ofrece una atención integral al paciente con patología vascular, unificando todos los pasos en un único centro sin necesidad de desplazarse para acceder a las técnicas diagnósticas y terapéuticas más actuales.

Nuestro equipo de especialistas pone a su disposición las últimas técnicas para el tratamiento integral de la patología arterial y venosa, con especial interés en los tratamientos mínimamente invasivos endovasculares, no solo de las varices, sino también de los aneurismas o la patología arterial obstructiva.

Tratamientos

Mediante minuciosa anamnesis, exploración y eco-doppler en la propia consulta (consultas de alta resolución) se planifica el tipo de tratamiento más adecuado para cada paciente, desde el tratamiento médico hasta la cirugía abierta convencional, pasando por las modernas técnicas mínimamente invasivas como la esclerosis, el láser endovenoso o la combinación de ellos en el caso de las varices o las endoprótesis aórticas en el caso de los aneurismas o las técnicas endovasculares en las extremidades.

La patología arterial obstructiva y aneurismática se maneja de manera integral por nuestro equipo y se ofrecen los tratamientos médicos, quirúrgicos o endovasculares de última generación, con especial interés en las angioplastias con o sin stent, las endoprótesis aórticas, los accesos vasculares para hemodiálisis y el tratamiento endovascular de la hipertensión refractaria.

Ponemos el foco de forma especial en cuatro áreas de nuestra especianlidad:

  • Varices
  • Aneurismas de aorta
  • Claudicación intermitente (isquemia de las extremidades) y pie diabético
  • Patología de la arteria carótida extracraneal

El equipo de Angiología y Cirugía Vascular apuesta por la innovación y la mejora continua de la calidad asistencial y participa activamente en líneas de investigación relacionadas con la medicina regenerativa y las células madre. Estamos muy interesados y comprometidos con la docencia pregrado universitaria y la docencia posgrado, participando activamente en muchas actividades docentes y cursos así como con presencia activa en los órganos de gestión de la especialidad en los ámbitos nacional e internacional.

Varices

Las varices son todas aquellas venas superficiales elongadas o tortuosas de las piernas que condicionan en muchos casos no sólo un problema estético sino un problema de salud. Se trata de una patología sumamente frecuente en la población general. Las varices ocasionan con frecuencia síntomas de pesadez, calambres, picores y molestias inespecíficas que pueden acabar en dolor y edema (hinchazón). Un grupo muy especial de pacientes con insuficiencia venosa son las mujeres embarazadasEste enlace se abrirá en una ventana nueva, en las que el desarrollo y progresión de las varices y sus síntomas se acelera.

Las varicesEste enlace se abrirá en una ventana nueva son una patología benigna y, como tal, después de una valoración precisa mediante eco-doppler por parte del especialista, se pueden tratar de forma igualmente benigna.

Disponemos de varias posibilidades de tratamiento, que deberán combinarse por expertos en la materia para obtener los mejores resultados en el menor tiempo y con el menor impacto sobre la vida cotidiana de los pacientes afectos de esta patología.

  • Láser de telangienctasias y venas reticulares.
    • Escleroterapia: Mediante la inyección local con agujas muy finas de microespumas o esclerosantes líquidos se consigue provocar la lesión del endotelio y con ella la fibrosis de la pared venosa y la desaparición de las varices reticulares y colaterales. En algunos casos se pueden tratar las varices tronculares mayores y las malformaciones venosas mediante esclerosis eco-guiadas.
  • Cirugía.
    • Ablación térmica: En aquellos casos subsidiarios de un tratamiento quirúrgico ofrecemos las más modernas técnicas de tratamiento ambulatorio mediante endoláser o radiofrecuencia en quirófano, que buscan las mínimas molestias en el postoperatorio y una reincorporación laboral más rápida, además de un resultado estético óptimo.

Aneurismas de aorta

Los aneurismas son dilataciones focales de un vaso sanguíneo. El aneurisma más frecuente es el que afecta a la arteria aorta abdominal. Esta patología condiciona un riesgo de rotura y por lo tanto de muerte por una hemorragia interna.

Los aneurismas son típicamente asintomáticos. El diagnóstico suele ser casual, en reconocimientos rutinarios, aunque en determinadas poblaciones de riesgo se recomienda hacer un cribadoEste enlace se abrirá en una ventana nueva del mismo mediante una sencilla ecografía abdominal. Los varones mayores de 65 años con antecedentes de tabaquismo y otros factores de riesgo cardiovascular son los más propensos a padecer esta patología silenciosa.

Una vez diagnosticados los aneurismas de aorta suelen tener solución. Un simple eco doppler abdominal sirve de cribado y en caso afirmativo se completa el estudio con otras pruebas de imagen. Después, en aquellos casos en que esté indicado, somos capaces de tratar la mayoría de los casos con modernas técnicas endovasculares mínimamente invasivas. Esto supone un gran avance médico y tecnológico, ya que se puede ofrecer un tratamiento efectivo a muchos pacientes que antes no podían tratarse por criterios anatómicos o de riesgo quirúrgico con resultados muy satisfactorios.


Claudicación intermitente

La claudicación intermitente, popularmente conocida como "enfermedad de los escaparates", es una enfermedad relativamente frecuente en España, ya que afecta, según los datos del libro blanco publicado recientemente por la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, a entre el 2% y el 10% de la población.

Los varones por encima de los 70 años, diabéticos o pacientes con enfermedad coronaría o cerebrovascular conocida son los grupos de población de mayor riesgo, con una incidencia por encima del 30%. Aún más, sabemos que el 50% de los pacientes que tienen enfermedad coronaria y cerebrovascular tienen, además, claudicación intermitente, aunque en muchos casos no lo conocen.

Síntomas y diagnóstico

La enfermedad se produce por la estrechez, progresiva incluso hasta la oclusión completa de los vasos sanguíneos (arterias) que aportan la vascularización de las piernas, a cualquier nivel entre la ingle y el pie.

Debido a esta falta de riego en la pierna, el síntoma que provoca con mayor frecuencia es el dolor muscular al caminar. Cuando realizamos ejercicio, los músculos de las piernas, especialmente los gemelos, demandan un mayor aporte de sangre para seguir trabajando; al existir una obstrucción que limita esa llegada de sangre, estos músculos sufren y se produce el dolor, en un mecanismo de respuesta similar al que produce el dolor en el corazón cuando se produce un infarto de miocardio. Este dolor llega a ser tan intenso, que obliga a pararse al que lo padece cada vez que recorre una distancia determinada y más o menos constante. Como habitualmente esta enfermedad se produce en fases avanzadas de la vida, no es raro que el que la padece así como sus familiares, no la sepan reconocer y achaquen sus molestias al deterioro propio de la edad. Se estima que por cada paciente con claudicación intermitente conocida hay 3 ó 4 pacientes con enfermedad arterial de las piernas sin diagnosticar.

Mediante una historia clínica exhaustiva y una exploración física dirigida, es posible diagnosticar la claudicación intermitente en la mayoría de los casos, pudiendo apoyarse en pruebas diagnósticas poco agresivas, como el Eco-Doppler y el Doppler continuo, cuando se considera necesario.

La gran importancia de esta enfermedad está en dos aspectos fundamentales:

La evolución de la pierna. Como es lógico, si la obstrucción del riego sanguíneo a la pierna progresa hasta hacerse crítica, la falta de oxigeno y nutrientes puede ser tan importante como para que el dolor ya no se manifieste sólo ante el ejercicio, sino también en reposo o, incluso, como para producir una gangrena de la extremidad. Estas situaciones implican riesgo de perder la pierna afectada.

  • Un adecuado tratamiento médico y en caso de que sea necesario un procedimiento quirúrgico o endovascular asociado a tiempo pueden mejorar drásticamente el pronóstico de la extremidad afecta.

La presencia de otras enfermedades cardiovasculares. Está demostrada la relación entre la claudicación intermitente y la presencia de enfermedad cardiaca y cerebrovascular. Es decir, un paciente con claudicación intermitente tiene mayor riesgo de sufrir un infarto de corazón o una trombosis cerebral que el resto de población de su edad y género. Por ello, una vez diagnosticada la claudicación intermitenteEste enlace se abrirá en una ventana nueva, deben iniciarse medidas para intentar reducir ese riesgo.

Angiologia2bisImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoAngiologia2bis

Patología carotídea

La enfermedad cerebrovascular extracraneal, y más concretamente la estenosis de la arteria carótida interna, es posiblemente la patología quirúrgica más estudiada a lo largo de la historia de la medicina. Sin embargo, el tratamiento más adecuado para el paciente que presenta una estenosis carotidea sin síntomas neurológicos previos representa uno de los temas más controvertidos en la actualidad de la cirugía vascular.

En el año 2011 se publicaron 14 guías clínicas sobre esta circunstancia. Estas guías de práctica clínica han influido definitivamente en la toma de decisiones de los cirujanos vasculares, cardiólogos y neurólogos de todo el mundo implicados en esta patología. Curiosamente, a pesar de manejar las mismas fuentes de información, los mismos estudios de investigación médica, las recomendaciones de estas guías no son para nada uniformes. Tradicionalmente estas recomendaciones se hacen sobre una base de evidencia científica muy alta, lo que les confiere un alto nivel de influencia para los médicos. El problema es que los grandes estudios aleatorizados hechos hasta la fecha podrían estar un poco "anticuados" y su interpretación es muy variable. Y es que hace no muchos años, en la década de los noventa, era extraño encontrar a pacientes de estas series tratados mediante fármacos hipolipemiantes, antiagregantes plaquetarios o incluso hipotensores, cosa impensable en la actualidadEste enlace se abrirá en una ventana nueva.

Lo que ha conseguido la terapia médica intensiva, conocida como "el mejor tratamiento médico posible" es reducir drásticamente los riesgos inherentes a la estenosis carotidea, sobretodo la asintomática. Y es que las intervenciones quirúrgicas (endarterectomía) o el stenting carotideo tienen como objetivo principal la prevención del infarto cerebral (ictus), por lo que es imperativo conocer de antemano el riesgo que nuestro paciente tiene de padecer este evento frente al riesgo de la intervención para poder tomar una decisión correcta.

Por eso, en nuestro servicio creemos firmemente en el abordaje multidisciplinar de esta patología y trabajamos en conjunto con los neurólogos, radiólogos, cardiólogos e internistas para optimizar primero el diagnóstico certero y precoz de la estenosis carotídea y el mejor tratamiento médico primero y quirúrgico o endovascular después, siguiendo estrictamente un protocolo de actuación basado en la mejor evidencia cinetíficaEste enlace se abrirá en una ventana nueva disponible en el momento actual, aplicada a cada paciente en particular.

Angiologia3bisImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoAngiologia3bis AngiologiabisImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoAngiologiabis

Pie diabético

El pie del paciente diabético cada vez tiene mejor pronóstico. El abordaje multidisciplinar en la prevención y tratamiento de las lesiones del pie diabético han mejorado sustancialmente los resultados en cuanto a reducción del número de amputaciones y calidad de vida de los pacientes.

El pie del paciente diabético tiene un alto riesgo de padecer heridas, infecciones y complicaciones mecánicas que requieren de una adecuada valoración y consejo podológico así como del estudio de la afectación vascular que estos pacientes suelen tener.

El principal factor pronóstico del pie diabético es la angiopatíaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, pero hoy en día disponemos de las más modernas técnicas de diagnóstico mediante eco doppler y otras pruebas de imagen y de tratamiento de revascularización endovascular y quirúrgica que consiguen, en muchos casos, evitar las temidas amputaciones. Además, en el horizonte investigador aparecen las células madre, que si bien están en su primera infancia en cuanto a medicina seria se refiere, podrían tener un futuro esperanzador y brillante en el tratamiento de esta patología.

Un buen consejo, si es usted diabético, es que se vigile y cuide los pies, pues son nuestra base…