Img_Ojo_VagoImg_Ojo_VagoEl 15 de octubre tiene lugar el Día Mundial de la Ambliopía. Esta afección, más conocida como ojo vago, aparece durante la infancia e implica la disminución de la capacidad visual de uno o ambos ojos por una falta de uso en el periodo de desarrollo visual. ¿Cómo detectarla a tiempo? ¿Qué tipo de tratamiento puede solucionar esta patología? A continuación, la doctora María Romero, especialista en oftalmología infantil en Quirónsalud Zaragoza, te explica algunos aspectos a tener en cuenta.

En primer lugar, cabe mencionar que el ojo vago es la causa más frecuente de baja visión en niños y afecta a alrededor de un 5% de la población en edad preescolar, según datos de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) y de la Sociedad Española de Estrabología y Oftalmología Pediátrica (SEEOP), por lo que un diagnóstico temprano evitará que se mantenga en la edad adulta y ayudará al correcto desarrollo visual de los más pequeños.


Señales de alerta

"Desviar un ojo, acercarse demasiado a los objetos para tratar de verlos bien o no reconocer a alguien en la distancia son algunos de los síntomas derivados de esta patología", indica la doctora. "A veces -continúa-, el problema es detectado por la familia o en el colegio. Sin embargo, en numerosas ocasiones se trata de una enfermedad que suele pasar desapercibida, por lo que será una revisión con un especialista lo que determine el diagnóstico".

Por tanto, ¿a partir de qué edad se debe hacer una visita al oftalmólogo? Desde la SEO y la SEEOP, recomiendan realizar una valoración oftalmológica y una exploración de la agudeza visual a los cuatro años. No obstante, un especialista puede llevar a cabo una revisión para descartar la ambliopía a cualquier edad, por muy pequeño que sea el niño, sobretodo en el caso de que haya antecedentes familiares de dicha patología.


Tratamiento

"Una vez identificada la causa, que puede ser estrabismo, un defecto refractivo o la caída del párpado, se procede a llevar a cabo el tratamiento. Para ello, se ‘penaliza’ al ojo sano. La forma más habitual y con un resultado más rápido es tapar el ojo dominante con un parche, forzando a que el otro trabaje. Asimismo, existen otras alternativas como el uso de filtros sobre la gafa para provocar la visión borrosa en el ojo sano o gotas que dilatan la pupila del dominante para nublarla un poco. Además, es fundamental estimular al ojo afectado, por ejemplo, con la lectura o al hacer los deberes", aclara María Romero.


Consecuencias en la edad adulta

La eficacia de los tratamientos decae conforme el niño crece, ya que es entre los seis y los ocho años cuando se alcanza un desarrollo visual completo. "De este modo, no tratar a tiempo un ojo vago acarreará problemas visuales en la vida de la persona. En la edad adulta, pueden darse diversos problemas como dificultad para enfocar, vista borrosa o mala percepción de la profundidad y, por tanto, de las distancias, así como del movimiento de los objetos", concluye la especialista.

Para saber más sobre algunos problemas de visión en niños, consulta este vídeo del proyecto SALUDitos con la doctora María Romero sobre oftalmología infantil.Este enlace se abrirá en una ventana nueva

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