Quirónsalud
Blog Materno infantil de los Hospitales Quirónsalud Murcia y Valencia
Texto elaborado por la Dra. María Hueso, ginecóloga especialista en ecografía prenatal del Quirónsalud Valencia y Centro Médico Mercado de Colón.
Consulta también con nuestros especialistas en ginecología de Quirónsalud Murcia y Alicante.
Una ecografía 4D es una técnica de imagen que utiliza ultrasonido para generar imágenes en tiempo real de un feto en desarrollo en el útero materno.
La técnica 4D se refiere a la capacidad de visualizar el feto en tres dimensiones (3D) en movimiento en tiempo real, lo que añade una cuarta dimensión temporal a la imagen.
Las ecografías 4D son similares a las ecografías 3D, pero con la ventaja de poder ver al feto en movimiento, lo que permite a los médicos y a los padres ver detalles en tiempo real de la anatomía y comportamiento del feto. Esto puede ser útil para detectar problemas de salud en el feto, así como para permitir a los padres una mayor interacción y vínculo emocional con el bebé en desarrollo.
Las ecografías 4D son seguras y no invasivas, y se realizan durante el segundo y tercer trimestre del embarazo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las ecografías no son capaces de detectar todas las anomalías fetales y que deben ser interpretadas por un médico especialista para obtener una evaluación precisa de la salud fetal.
A día de hoy, las técnicas de imagen han evolucionado y gracias a estos avances se cuentan con imágenes más realistas.
Desde la clásica ecografía 2D, a la ecografía 3D y ahora con la ecografía 4D, los profesionales en ecografía prenatal cuentan con más herramientas para el control y supervisión del embarazo, lo que es un beneficio también para los futuros padres en cuanto a tranquilidad a la hora de saber sobre el estado de salud del bebé, y poder crear un vínculo emocional durante el desarrollo.
La ecografía en dos dimensiones, 2D, es la ecografía clásica, que obtiene las imágenes en blanco y negro. Utilizando dos dimensiones del espacio, se observa en movimiento en tiempo real. Es la ecografía con la que se realiza el estudio morfológico del bebe, para ver si está bien formado y evaluar el crecimiento y desarrollo fetal.
Hay que tener en cuenta que el estudio principal, diagnóstico y de seguimiento se realiza con la ecografía 2D.
Si bien las ecografías en 3D nos añaden otra visualización. Las ecografías 3D y 4D se realizan todas con el mismo ecógrafo, no irradia y no es perjudicial para el bebé.
La ecografía en 3 dimensiones (3D), al añadir una dimensión obtenemos profundidad. Son imágenes en volumen similar a las fotografías, y pueden obtenerse en imagen estática (parada)
Las imágenes que se recogen en las ecografías 4D, permiten observar el movimiento en tiempo real, por lo que los padres pueden visualizar a su hijo dentro del útero, observarlo como se mueve, detalles anatómicos como su rostro, manos y pies, órganos internos y su sistema nervioso.
También es posible ver el movimiento de las extremidades, la apertura y cierre de la boca y los ojos, y la actividad cardiaca.
La ecografía 5D, además de contemplar profundidad y movimiento, añade juego de luces y sombras, permitiendo obtener una imagen aún más realista del bebe.
Aunque no sustituye para el estudio de la anatomía fetal a la ecografía 2D, en ocasiones permite complementar y/o visualizar mejor determinadas estructuras visualizadas en eco 2D.
Al ser imágenes más realistas facilita el vínculo afectivo, ya que genera una experiencia emocional positiva, mediante la visualización de imágenes detalladas de su hijo antes del nacimiento.
Es importante saber que no es necesaria en todos los casos, y que debe ser realizada por profesionales capacitados en su uso y en la interpretación de las imágenes médicas obtenidas. En Quirónsalud contamos con los profesionales capacitados para la realización de este tipo de ecografías.
Dado que es necesaria la existencia de líquido entre la superficie fetal, la sonda ecográfica, y la limitación del tamaño fetal, se obtienen mejores imágenes entre la semana 24-30.
No siempre es posible obtener imágenes buenas debido a las limitaciones comentadas del líquido, el tamaño y la posición fetal, placenta y cordón o grasa de la pared abdominal de la paciente.
Texto elaborado por Paula Soriano, ginecóloga de Quirónsalud Murcia.
Consulta también con nuestros especialistas en ginecología de Quirónsalud Valencia
La dilatación consiste en la desaparición del cuello uterino y en su ensanchamiento progresivo hasta alcanzar un diámetro de aproximadamente diez centímetros, lo que permite el paso del bebé.
Para lograr este agrandamiento se producen contracciones uterinas, que provocan que las fibras musculares del cuello del útero se vayan estirando, de tal forma que cada vez son más delgadas y así se consigue que se vayan abriendo. La dilatación del cuello del útero o cérvix se mide mediante exploraciones vaginales o tactos que realiza la matrona o ginecólogo.
La dilatación, que es la primera fase de las tres que tiene el parto, se controla realizando exploraciones vaginales. Las otras dos fases son el denominado expulsivo y, finalmente, el alumbramiento.
Una de las claves que ayuda a controlar la tensión es la información y estar en manos de expertos como los del equipo de Quirónsalud. Saber a qué se va a enfrentar, cuáles son los pasos y qué es lo que tiene que hacer puede aliviar a la mujer.
La fase de dilatación, que comienza con el inicio de las contracciones, es la fase más larga del proceso de parto, y puede durar de 8 a 12 horas, o incluso días, dependiendo de si la mujer ha dado a luz con anterioridad o no.
Es una etapa que puede ser muy incómoda para las mujeres, pues las molestias pueden ser más frecuentes por las noches y dificultar el descanso.
Pero de forma muy general, la mayoría de las mujeres embarazadas suelen presentar estos tres factores:
1. Tiene que haber contracciones seguidas, al menos dos cada 10 minutos.
Esto es lo único que realmente puede controlar la embarazada: la frecuencia y la intensidad de las contracciones uterinas, ya que cada vez van siendo más dolorosas y menos espaciadas en el tiempo.
2. El cuello del útero, o cérvix en términos técnicos, tiene que estar dilatado, normalmente 3 cm o más.
3. El cuello del útero tiene que estar acortado, o como se suele denominar técnicamente "borrado", al menos en un 50% respecto a su longitud.
Los dos últimos puntos solo se pueden valorar con la exploración al ingreso en el hospital.
En el caso de la fase activa, si la mujer es primeriza la duración promedio es de ocho horas (no superaría en ningún caso las 18 horas). Si no es primeriza, cinco horas (no pasaría de las 12 horas).
Las contracciones son dolorosas, la intensidad del dolor depende de cada mujer.
El dolor depende de múltiples factores, como los estímulos fisiológicos, psicológicos y socioculturales. Todo ello hace que cada mujer aprecie el dolor y lo afronte de maneras diferentes, con lo que no se puede generalizar.
El método que utilizan las matronas y los médicos especialistas en el parto de Quirónsalud para medir la dilatación en la fase activa del parto es a través del tacto vaginal.
Este procedimiento permite valorar el estado del cuello del útero -o cérvix- y así poder conocer la posición, consistencia, longitud y dilatación del cuello uterino y el descenso y rotación de la cabeza fetal.
Esta práctica es fundamental en el reconocimiento del comienzo y progreso del parto, pero sólo debe ser realizada por personal experto, con las manos limpias y cubiertas por guantes estériles.
La matrona introduce los dedos índice y medio en la vagina hasta alcanzar el cuello uterino. Los entreabren como si fuera un compás y determinan en pocos segundos cuántos centímetros hay de dilatación en la mujer que está dando a luz.
Para que el cuello del útero se modifique para permitir la salida del bebé, sufre una serie de cambios: se ablanda, se acorta y posteriormente se dilata.
No hay una unas fases claramente definidas dentro de la propia fase de dilatación. Es un proceso dinámico, en el que conforme va dilatando el cuello del útero, la cabeza se encaja en la pelvis y posteriormente comienza a descender por el canal del parto, fase definida como descenso.
Los obstetras dividimos la pelvis en unos planos imaginarios (planos de Hodge), para orientarnos en qué nivel de la pelvis se encuentra el bebé. Son cuatro planos que van desde la pelvis superior, hasta la vulva prácticamente.
Durante la dilatación, el bebé suele descender desde el primero y consideraríamos la siguiente etapa del parto, el expulsado, cuando se encuentra en el cuarto plano.
La dilatación del cuello del útero es fundamental para que se pueda producir la salida del bebé. Por lo tanto, en aquellos casos en lo que, habiendo agotado todas las opciones terapéuticas para conseguir la dilatación, no se ha logrado, se debe proceder a la realización de una cesárea.
Es importante que entendamos la fisiología de la pelvis y el efecto de la gravedad en el momento del nacimiento.
La gravedad cumple un papel fundamental, favoreciendo que la cabeza se meta en la pelvis y pueda ayudar a dilatar el cuello del útero, pues la presión de la cabeza sobre el cuello puede favorecer que se dilate:
Por lo tanto, la movilidad durante el trabajo de parto, ejercicios en pelota de pilates, caminar…. Pueden ayudar a favorecer la dilatación.
Texto elaborado por Paloma de Miguel, asesora de lactancia materna IBCLC de Quirónsalud Valencia.
También puedes encontrar asesoramiento en la Unidad de Partos de Quirónsalud Murcia
La lactancia es una etapa preciosa en la que madre e hijo establecen un vínculo indivisible. No obstante, no está exenta de problemas, complicaciones y dificultades que superar. Una de ellas es la mastitis. Los expertos de Quirónsalud te contamos más sobre esta posible complicación y cómo tratarla.
Una mastitis aguda es una inflamación/infección en el pecho cuyo agente causal suele ser S. Aureus. Cursa con fiebre alta, mas de 38,5 grados y la mujer tiene una sensación de malestar general y decaimiento como ocurre cuando hay una gripe. Además de una zona localizada con dolor, calor y enrojecimiento en la glándula. Suele ser unilateral.
La causa principal es un vaciado insuficiente del pecho, una obstrucción o antibioterapia previa.
Entre los signos y síntomas de la mastitis visibles en las mujeres que pueden aparecer de forma repentina, podemos mencionar:
Sensibilidad en las mamas
Hinchazón de las mamas.
Engrosamiento del tejido mamario o aparición de un bulto en la mama.
Dolor o sensación de ardor de forma continua o durante la lactancia.
Sentir malestar general.
Fiebre.
Desde Quirónsalud recomendamos consultar con tu médico especialista si tienes síntomas en las mamas que te preocupan.
El manejo principal de la mastitis consiste en reposo, hidratación y un buen drenaje del pecho.
Cuanto más mame el bebé, mejor. Incluso si el bebé no fuera del todo efectivo, es recomendable utilizar un extractor.
Si la fiebre persiste más allá de 24 o 48 horas, es necesario comenzar con antibioterapia adecuada. Si el antibiótico pautado no es el de elección y en dosis apropiada, puede haber problemas de resistencias. Los antinflamatorios no esteroideos y el frío entre tomas también ayudarán a mejorar el cuadro puesto que ayudan a aliviar la inflamación, así como la sintomatología.
A veces por falta de actualización, se desaconseja continuar con la lactancia, pero esto no es para nada recomendable ya que se podría complicar con un absceso mamario. Como hemos comentado es fundamental que se amamante con mucha frecuencia.
La principal causa por la que ocurre esta complicación es un vaciado insuficiente del pecho con lo cual, la mejor manera de prevenirla es con una buena técnica de lactancia que asegure un drenaje adecuado del pecho.
EnQuirónsalud contamos con un equipo de asesores en lactancia maternaque pueden ayudarte en tus primeros pasos para evitar este tipo de patología.
Para poder evitarlo es importante una buena posición y agarre del bebé al pecho para conseguir una buena transferencia de leche. La lactancia exclusiva y a demanda es fundamental no limitando el tiempo del bebé al pecho.
Una sobreproducción también puede llevar a una mastitis en la mujer. En algunos casos en los que el bebé está mamando con una presión excesiva por ejemplo, por movimientos compensatorios por un frenillo sublingual limitante u otras causas estructurales, el pecho reacciona sobre produciendo debido a esta sobreestimulación.
La leche no es estéril. Tiene su propia microbiota única en cada mujer por lo que, el estasis de leche por vaciado insuficiente o una antibioterapia previa, puede favorecer una disbiosis dando lugar a una mastitis. Algunos investigadores proponen una clasificación de mastitis en función del agente causal con diferentes sintomatologías. Esta clasificación aparece en el Protocolo de la ABM (Academy of Breastfeeding Medicine) número 36 del 2022.
Texto elaborado por el doctor Sergio Negre, pediatra experto en gastroenterología de Quirónsalud Valencia.
La celiaquía es una lesión de intestino delgado, inmunomediada, ocasionada por una disfunción o funcionamiento anómalo del sistema inmune, desencadenada por la ingesta de gluten.
Es uno de los problemas digestivos crónicos más frecuentes a nivel mundial.
Para que tenga lugar, debe existir una respuesta inmune alterada, asociada a una permeabilidad intestinal aumentada, lo que facilita (si la genética del paciente es permisiva), que interactúe la gliadina (presente en el gluten) con las células del sistema inmune dentro de la pared intestinal.
Recientemente se han identificado perfiles de microbiota más habituales en pacientes con enfermedad celíaca, por lo que sabemos que hay factores ambientales y relacionados con el ecosistema intestinal que influyen en su aparición y desarrollo.
El desarrollo de la enfermedad se acompaña de forma paralela de la aparición de anticuerpos en sangre, especialmente de la clase IgA. Dentro de los anticuerpos posibles los más habituales son los antitransglutaminasa y los antiendomisio.
La enfermedad es más frecuente en caso de antecedentes familiares de enfermedad celíaca, enfermedades autoinmunes como la tiroiditis y la diabetes mellitus tipo I, el déficit de IgA y algunos síndromes genéticos (especialmente Turner y Down).
Ante la duda desde Quirónsalud recomendamos consultar con el pediatra o el especialista en Gastroenterología Pediátrica para un asesoramiento.
Los síntomas que suelen presentar los pacientes son muy variados, entre los que se pueden mencionar:
Los casos típicos se presentan entre los 9 y los 36 meses, con crecimiento alterado, deposiciones anormales, distensión abdominal, palidez, debilidad muscular, hipotonía, pérdida de apetito y trastornos emocionales.
El inicio es gradual, con varios meses libres de síntomas desde la introducción del gluten hasta la aparición de síntomas.
Las deposiciones son pálidas, malolientes, blandas, pero en ocasiones puede darse la situación contraria y manifestarse como estreñimiento. En lactantes pequeños los vómitos pueden ser el primer síntoma
Para el diagnóstico de celiaquía en niños, la analítica de sangre es fundamental en el diagnóstico, buscando la existencia de anticuerpos elevados.
Se emplea como despistaje los anticuerpos antitransglutaminasa IgA, dado que son muy sensibles y específicos. Los antiendomisio se emplean posteriormente en caso de necesitar confirmación. De forma más reciente se han incluido los anticuerpos antigliadina deaminada IgG, que tienen especial utilidad en caso de déficit de IgA o en lactantes pequeños (puesto que suele ser el primer anticuerpo en positivizar).
Actualmente si existe positividad en 2 de los 3 anticuerpos posibles, con una cifra muy elevada no es necesario realizar la biopsia. Si esto no es así la biopsia inicial es necesaria para confirmar. En ella se buscan 3 alteraciones: infiltrado inflamatorio, atrofia de vellosidades (estructuras donde se absorben los nutrientes en el intestino) e hiperplasia de criptas (estructuras con función inmunológica especialmente). Si se realiza biopsia, cuanto más intensa es la lesión detectada, más probable es la enfermedad.
Si tu hijo presenta algunos de los síntomas mencionados a lo largo del post, consulta con un especialista de la Unidad de Pediatría de Quirónsalud
Post elaborado por la doctora Natalia Siegert, ginecóloga del hospital Quirónsalud Torrevieja y Alicante.
El virus del papiloma humano (VPH) es una infección de transmisión sexual más común, ya que casi todos los hombres y todas las mujeres sexualmente activos lo contraen en algún momento de su vida.
Hay muchos tipos distintos de VPH. Algunos tipos pueden causar problemas de salud como verrugas genitales y cánceres. Pero hay una vacuna que puede evitar que estos problemas de salud ocurran.
El VPH se transmite mediante el contacto de la piel o mucosas. Por ello, la principal vía de contagio es por contacto y sexual, ya sea por penetración vaginal, y/o anal. Otra forma de contagio, menos frecuentemente, es por el contacto piel con piel de la zona genital y por el sexo oral. Por esta razón constituye la infección de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial.
El VPH puede transmitirse incluso cuando la persona infectada no presenta signos ni síntomas.
Toda persona sexualmente activa puede contraer el VPH, incluso si tiene relaciones sexuales con una sola persona. También es posible que presente los síntomas años después de tener relaciones sexuales con una persona infectada, lo que dificulta saber cuándo se infectó por primera vez.
La mayor parte de las personas que se infectan con el VPH tienen el virus silente, es decir, no presentan síntomas durante meses o años, hasta que las defensas del organismo consiguen eliminarlo.
Por tanto, la mayoría tienen una infección transitoria que no supone riesgo alguno, ya que el VPH acaba eliminándose totalmente. Otras personas manifiestan verrugas genitales o cutáneas.
Generalmente, las verrugas genitales aparecen como pequeños bultos o grupos de bultos en la zona genital, tanto en hombres como en mujeres. Por ello es tan importante las revisiones con el ginecólogo en las mujeres y hombres al dermatólogo una vez que comienza su vida sexual.
En aquellos casos, los cuales suelen ser en torno al 10/15%, en los que la infección por VPH persiste, con el tiempo puede suponer un factor de riesgo en el desarrollo de lesiones en premalignas y malignas de cuello de útero, vagina, vulva, pene y cuello (orofaringe).
El cáncer generalmente puede tardar años en aparecer —incluso décadas— después de que una persona haya contraído el VPH. Los tipos de VPH que pueden causar verrugas genitales no son los mismos que los que pueden causar cáncer.
No hay manera de saber quiénes con el VPH presentarán cáncer u otros problemas de salud. Es posible que las personas con sistemas inmunitarios débiles (incluidas las personas con el VIH/SIDA) tengan menor capacidad para combatir el VPH y más probabilidad de presentar problemas de salud derivados del virus.
El cuello del útero es el área genital con mayor riesgo para que se produzcan infecciones persistentes por VPH. Otros tejidos del área ano-genital, (como la vagina, la vulva, el ano, el pene) o extragenital (como la orofaringe o laringe) son menos susceptibles, pero también pueden sufrir un proceso similar con la aparición de lesiones premalignas-malignas.
Las lesiones premalignas preceden a la aparición del cáncer. Todos los posibles cánceres que se pueden dar son causados por infecciones por el VPH que no desaparecieron. El cáncer se desarrolla muy lentamente y puede que no se diagnostique hasta años, o incluso décadas, después de que una persona se infecte con el VPH.
En definitiva, el cáncer de cuello de útero es una complicación grave, pero extremadamente infrecuente, de un fenómeno relativamente común: la infección por el VPH.
La mayoría de los hombres que contraen el VPH nunca presentan síntomas y la infección por lo general desaparece completamente por sí sola.
Sin embargo, si el VPH no desaparece, puede causar verrugas genitales o ciertos tipos de cáncer, como los mencionados anteriormente.
Uno de los signos más frecuentes son las verrugas en genitales, alrededor del ano y en otras partes del cuerpo según el tipo de virus de papiloma que las cause.
En el caso de lesiones en vagina o cuello uterino, puede no haber síntomas o presentar sangrado anormal o con las relaciones sexuales.
Actualmente no existe tratamiento para el virus en sí. Sin embargo, la mayoría de las infecciones por el VPH desaparecen con la ayuda del sistema inmunitario de la persona.
Aunque el VPH en sí no se puede tratar, los cambios celulares causados por una infección se pueden tratar dependiendo del grado o severidad.
Existen hoy en día productos para mejorar la flora y ph vaginal que podrían contribuir a mejorar el sistema inmunológico local. Además, se pueden tratar los cánceres de cabeza y cuello, cuello uterino, ano y genitales.
Tanto hombres como mujeres pueden reducir la probabilidad de contraer el virus del papiloma humano. Para ello se recomienda:
La vacuna contra el Virus de Papiloma Humano está incluida en el calendario vacunal para niñas y recientemente también se administrará a niños.
También se recomienda en adultos por su reconocida eficacia en prevenir nuevas infecciones, evitar reactivacion de infecciones y para disminuir la infectividad del virus en pacientes con infecciones activas, contribuyendo a limitar el daño que puede provocar el virus en los tejidos, por ello también forma parte importante del cuidado de las pacientes que serán o han sido intervenidas de lesiones de alto grado de cuello uterino.
La prueba del VPH busca la presencia de la infección cervical con los tipos de alto riesgo del VPH que son más propensos a evolucionar a precáncer y cáncer en el cuello uterino. La prueba se puede hacer por sí sola o al mismo tiempo en que se hace una prueba de Papanicolaou o citología para determinar el riesgo de cáncer de cuello uterino. La toma de la muestra no es dolorosa y se realiza con un pequeño cepillo o torunda para tomar la muestra del cuello uterino.
Los estudios de investigación más recientes y los protocolos de prevención apuntan a la prueba de VPH como el método preferible de prueba de detección para el precáncer y cáncer de cuello uterino en personas de 30-35 a 65 años cuyo útero requiera someterse a prueba. La primera detecta la presencia del virus en el cuello uterino (y de esta manera, el riesgo o no de desarrollar lesiones de cuello uterino) y la segunda las alteraciones celulares presentes en el cuello uterino. En los protocolos actuales de prevención de cáncer de cuello uterino son ambas pruebas fundamentales.
En la actualidad, no hay ninguna prueba validada del VPH para los hombres, tampoco existe una prueba validada para detectar el virus en otras partes del cuerpo que no sea el cuello uterino, incluyendo la boca o la garganta.
Aunque se podrían usar las pruebas del VPH en estudios de investigación para detectar el VPH en otras partes del cuerpo, no existe manera probada para manejar los hallazgos positivos. Además, la precisión de la prueba en sí podría estar afectada por la parte donde se toma la muestra y la manera en que se toma la misma.
Finalmente, no existe una prueba útil para saber la "condición de VPH" de una persona, ya que un resultado de una prueba de VPH puede cambiar en un periodo de meses o años a medida que el organismo combate el virus.
Si tienes alguna duda sobre el Virus del Papiloma Humano, nuestro equipo de especialistas de Quironsalud resuelven tus dudas. También en Quirónsalud Valencia
y Murcia
Un espacio materno infantil donde se resuelven las dudas frecuentes sobre la aventura de ser madre, desde el inicio hasta que nace el bebé. Hablamos de Pediatría, partos, lactancia, reproducción asistida, etc... Cómo cuidarte antes, después y durante el embarazo, qué necesitas y cómo prepararte para la llegada de tu bebé, sus cuidados, su alimentación y todo lo que quieras saber para esta nueva etapa que comienza lo encontrarás en nuestro blog. Un espacio donde cambiamos pañales, tenemos chupetes y te ayudamos a preparar el biberón para tu pequeño. Bienvenid@ a nuestra aventura, bienvenid@ a la etapa más emocionante de tu vida, ser mamá.
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