Quirónsalud
Blog del Dr. Juan Marín Calahorrano, cirujano general en Hospital Quirónsalud Zaragoza
La funduplicatura por laparoscopia es una cirugía que nuestro equipo (Dr. Marín Calahorrano/Dr. Ruiz Marcuello/Dra. Morollón) realizamos con frecuencia y en la que tenemos una gran experiencia, para el tratamiento de reflujo gastroesofágico (RGE) y de las hernias de hiato (HH), incluidas las hernias gigantes paraesofágicas.
Es bien tolerada por el paciente y una vez operado desaparece radicalmente el RGE con una gran mejora de su calidad de vida, abandona el tratamiento médico
del RGE y la recuperación es relativamente rápida, permitiendo que los pacientes vuelvan a su vida habitual a los 15 días.
Con una buena indicación quirúrgica por su cirujano, es una intervención que no implica gran complejidad, y es un procedimiento con altas probabilidades de
éxito.
La cirugía:
Habitualmente la intervención la realizamos por la mañana y el paciente puede irse de alta a las 48h.
La cirugía se realiza sistemáticamente por laparoscopia con cirugía mínimamente invasiva y con anestesia general. Son cinco incisiones milimétricas que no precisan de grapas por lo que el dolor postoperatorio es escaso. La laparoscopia facilita una recuperación mucho más temprana que la cirugía abierta tradicional y con escaso dolor postoperatorio.
La cirugía dura alrededor de unos 60 min, después el paciente se recupera en la sala de reanimación con los anestesistas y luego sube a planta.
En la planta el paciente puede empezar a tomar líquidos esa misma tarde y levantarse. Habitualmente por la noche se retira la medicación intravenosa. Al día siguiente el paciente camina y se mueve con normalidad, pasa a una dieta pastosa con cremas purés y se le puede dar de alta a su domicilio a las 24-48h de su ingreso, evitando coger pesos y hacer esfuerzos.
Medicación
La principal medicación que se precisa son los analgésicos para el dolor. Habitualmente analgésicos menores, por ejemplo Nolotil, Paracetamol o Enantyum.. Tomarlos 2 o 3 días pautados, si precisa, cada 8 horas, y después tomarlos de rescate si hay dolor. Habitualmente estas pautas suelen ser suficiente para controlar el dolor en la mayoría de los pacientes.
Su médico le indicará si debe administrarse heparina preventiva.
Cura postoperatoria
Hay que mantener las heridas limpias y secas, es decir, el paciente se puede duchar, pero secando después la herida y limpiándola con povidona iodada o similar, poniendo un apósito limpio después. Las heridas no deben quedarse húmedas. No se deben sumergir las heridas, no deben tomar baños ni usar jacuzzis (hidromasajes) ni ir a nadar durante la primera semana después de la cirugía.
Nosotros revisamos las heridas en la consulta 7-10 días después de la cirugía, para retirar las tiras de aproximación. Habitualmente no utilizamos puntos de sutura ni grapas ponemos tiras de aproximación y conseguimos así una herida más estética y no se provocan molestias cuando se retiran las tiras.
Dieta
Como toda cirugía, pueden existir efectos secundarios de la operación de hernia de hiato ( Funduplicatura). Se ha creado una nueva "válvula" en la unión esofagogástrica que nos evita el reflujo, pero tenemos que reeducar el paso del alimento por dicha "válvula".
Actividad física
Puede reanudar gradualmente las actividades normales, como caminar, conducir y la actividad sexual, cuando se sienta preparado. Sin embargo, probablemente no sentirá ganas de hacer ninguna actividad extenuante por un par de semanas.
Empiece a caminar después de la cirugía. Comience sus actividades cotidianas tan pronto como se sienta capaz de hacerlo. Dé una vuelta por la casa, dúchese y use las escaleras durante la primera semana en el hogar. Si le duele cuando hace algo, suspenda esa actividad.
Posiblemente pueda conducir después de aproximadamente una semana si no está tomando analgésicos fuertes (opiáceos) y si puede moverse rápidamente sin que lo detenga el dolor en caso de que necesite reaccionar ante una emergencia. Usted tal vez pueda regresar a un trabajo de oficina al cabo de una semana, dependiendo del nivel de dolor que sienta.
Evitar coger pesos (más de 4 kg) y realizar esfuerzos abdominales durante 3 ó 4 semanas. De ser posible, evite realizar cualquier actividad que cause dolor o que tire de la zona de la cirugía. Puede caminar distancias no muy largas, aumentando progresivamente a partir del tercer día. En caso de acceso de tos, ponga la mano sobre las heridas y presione ligeramente. Proteja las heridas del sol durante 1 año para evitar que las cicatrices se marquen tiñéndose de color rojo o rosado.
Baja laboral:
El periodo de baja laboral depende varios factores, como el tipo de trabajo o el tipo de hernia reparada. Si tiene un trabajo de oficina y la hernia no era grande puede volver al trajo en 2 semanas. Si su trabajo requiere grandes esfuerzos o se ha operado de una hernia grande la baja laboral debe alargarse entre 4 y 6 semanas, Su cirujano le dirá cuándo puede aumentar su actividad y volver a trabajar.
Control
Es frecuente y no debe preocuparle
Cuando consultar con el cirujano:
Nosotros facilitamos un email a los pacientes, para responder posibles dudas previas y posteriores a la cirugía. Habitualmente respondemos en 24-48 h.
Debe consultar con su cirujano si:
Las piedras en la vesícula provocan cólicos biliares dolorosos, colecistitis (que provoca fiebre y puede ser grave) y otras afecciones como dolores crónicos, dolores recurrentes, pancreatitis agudas, ictericia...
La colecistectomía laparoscópica es una cirugía que nuestro equipo (Dr. Marín Calahorrano/Dr. Ruiz Marcuello/Dra. Morollón) realizamos con frecuencia y en la que tenemos gran experiencia. Es bien tolerada por el paciente y tiene pocas repercusiones para su calidad de vida, evitando los temidos cólicos biliares que son muy dolorosos y pueden tener consecuencias graves.
La cirugía
Habitualmente la intervención la realizamos por la mañana y el paciente puede irse de alta al día siguiente por la mañana.
En la mayoría de los casos la cirugía se realiza por laparoscopia, se utiliza anestesia general (anestesia "completa"). Son cuatro incisiones pequeñas en el abdomen, de menos de 1cm, que no necesitan grapas. La laparoscopia facilita una recuperación más temprana que la cirugía abierta tradicional.
La cirugía dura alrededor de unos 30 min, después el paciente se recupera en la sala de reanimación con los anestesistas y luego sube a planta.
En la planta el paciente puede empezar a tomar líquidos esa misma tarde y levantarse. Habitualmente por la noche se retira la medicación intravenosa. Al día siguiente el paciente se va de alta a su domicilio, caminando y moviéndose con normalidad, evitando coger pesos y hacer esfuerzos.
Dieta
Después de la cirugía, se recomienda evitar los alimentos grasos y picantes durante algún tiempo (10 días), reintroduciendo progresivamente la dieta habitual.
Se recomienda comida rica en fibra, beber agua abundante…para evitar el estreñimiento, porque los esfuerzos abdominales pueden desencadenar dolor en la zona quirúrgica.
Medicación
La principal medicación que se precisa son los analgésicos para el dolor. Habitualmente analgésicos menores, por ejemplo Nolotil, Paracetamol o Enantyum.
Tomarlos 2 o 3 días pautados cada 8 horas, y después tomarlos de rescate si hay dolor. Habitualmente estas pautas suelen ser suficiente para controlar el dolor en la mayoría de los pacientes.
Cura postoperatoria
Hay que mantener las heridas limpias y secas, es decir, el paciente se puede duchar, pero secando después la herida y limpiándola con povidona iodada o similar, poniendo un apósito limpio después. Las heridas no deben quedarse húmedas. NO se deben sumergir las heridas, no deben tomar baños ni usar jacuzzis (hidromasajes) ni ir a nadar durante la primera semana después de la cirugía.
Nosotros revisamos las heridas en la consulta 7-10 días después de la cirugía, para retirar las tiras de aproximación. Habitualmente no utilizamos puntos de sutura ni grapas, ponemos tiras de aproximación y conseguimos así una herida más estética y no se provocan molestias cuando se retiran las tiras.
Actividad física
Puede reanudar gradualmente las actividades normales, como caminar, conducir y la actividad sexual, cuando se sienta preparado. Sin embargo, probablemente no sentirá ganas de hacer ninguna actividad extenuante por un par de semanas.
Empiece a caminar después de la cirugía. Comience sus actividades cotidianas tan pronto como se sienta capaz de hacerlo. Dé una vuelta por la casa, dúchese y use las escaleras durante la primera semana en el hogar. Si le duele cuando hace algo, suspenda esa actividad.
Posiblemente pueda conducir después de aproximadamente una semana si no está tomando analgésicos fuertes (opiáceos) y si puede moverse rápidamente sin que lo detenga el dolor en caso de que necesite reaccionar ante una emergencia. Usted tal vez pueda regresar a un trabajo de oficina al cabo de una semana, dependiendo del nivel de dolor que sienta.
Evitar coger pesos (más de 4 kg) y realizar esfuerzos abdominales durante 3 a 6 semanas. De ser posible, evite realizar cualquier actividad que cause dolor o que tire de la zona de la cirugía. Puede caminar distancias no muy largas, aumentando progresivamente a partir del 3-4 día.En caso de acceso de tos, ponga la mano sobre las heridas y presione ligeramente.Proteja las heridas del sol durante 1 año para evitar que las cicatrices se marquen tiñéndose de color rojo o rosado.
Es frecuente y no debe preocuparle
Control
La revisión con le cirujano la realizamos 7-10 después de la cirugía para revisar las heridas y un mes después de la cirugía para valorar la situación del paciente antes de darle de alta.
Cuándo consultar con el cirujano:
Nosotros facilitamos un email a los pacientes, para responder posibles dudas previas y posteriores a la cirugía. Habitualmente respondemos en 24-48 h.
Debe consultar con su cirujano si:
Una parte importante en una cirugía, es lo que sucede después de ella. Después de la cirugía de la hernia inguinal, informamos al paciente de qué cuidados tomar después de la intervención y cuando podría reincorporarse a su actividad habitual.
Habitualmente la intervención la realizamos por la mañana y el paciente puede irse de alta ese mismo día por la tarde o el día siguiente por la mañana.
La cirugía puede realizarse por laparoscopia, la cual facilita una recuperación más temprana o por técnica abierta tradicional.
En la cirugía laparoscópica se utiliza anestesia general (anestesia "completa", dormido del todo) y en la cirugía abierta habitualmente anestesia intradural (dormido de cintura para abajo. En ambos casos esa misma tarde el paciente se puede levantar, tomar líquidos y sólidos y tener controlado el dolor. Si cumple estos criterios el paciente puede irse de alta a su domicilio.
Dieta
Después de la cirugía, se puede realizar una dieta blanda la primera semana, reintroduciendo progresivamente la dieta normal.
Se recomienda comida rica en fibra, beber agua abundante…para evitar el estreñimiento, porque los esfuerzos abdominales pueden desencadenar dolor en la zona quirúrgica.
Medicación
La principal medicación que se precisan son los analgésicos para el dolor. Habitualmente analgésicos menores, por ejemplo Nolotil, Paracetamol o Enantyum.
Tomarlos 2 o 3 días pautados cada 8 horas, y después tomarlos de rescate si hay dolor. Habitualmente estas pautas suelen ser suficiente para controlar el dolor en la mayoría de los pacientes.
En el caso de cirugía laparoscópica, las heridas son más pequeñas y la malla no se fija con puntos, por lo que los pacientes suelen referir pocas molestias o un dolor leve.
Cura postoperatoria
Para evitar la aparición de un hematoma (acumulación de sangre) en la herida, es recomendable que lleve ropa interior (bragas o calzoncillos) ajustados, tipo slip o boxer y ligeramente apretados. Es normal que la herida manche un poco de líquido o sangre.
Hay que mantener las heridas limpias y secas, es decir, el paciente se puede duchar, pero secando después la herida y limpiándola con povidona iodada o similar, poniendo un apósito limpio después. La herida no debe quedarse húmeda. NO se debe sumergir la herida, no deben tomar baños ni usar jacuzzis (hidromasajes) ni ir a nadar durante la primera semana después de la cirugía.
Nosotros revisamos las heridas en la consulta 7-10 días después de la cirugía, para retirar las tiras de aproximación. Habitualmente no utilizamos puntos de sutura ni grapas, ponemos tiras de aproximación, conseguimos así una herida más estética y no se provocan molestias cuando se retiran las tiras.
Actividad física
Puede reanudar gradualmente las actividades normales, como caminar, conducir y la actividad sexual, cuando se sienta preparado. Sin embargo, probablemente no sentirá ganas de hacer ninguna actividad extenuante por un par de semanas.
Es frecuente y no debe preocuparle
Control
La revisión con le cirujano la realizamos 7-10 después de la cirugía para revisar las heridas y un mes después de la cirugía para valorar la situación del paciente antes de darle de alta.
Cuando consultar con el cirujano:
Nosotros facilitamos un email a los pacientes, para responder posibles dudas previas y posteriores a la cirugía. Habitualmente respondemos en 24-48 h.
Debe consultar con su cirujano si:
Someterse a una operación quirúrgica siempre genera respeto, por lo que hay que conseguir que el paciente afronte la cirugía con la mayor tranquilidad posible.
Está demostrado que una intervención quirúrgica genera mucho estrés y los médicos no sólo tratamos la enfermedad, tratamos pacientes con sus problemas y miedos. Es un hecho que una persona nerviosa es más sensible al dolor, si conseguimos que el paciente esté más relajado respecto al resultado final necesitará menos medicación.
Cuando recibimos al paciente en la consulta de Cirugía General, le explicamos el problema que tiene, empatizando con él y valorando las mejores opciones, es por eso que cuando le ofrecemos la cirugía pensamos que es la mejor solución para él.
El quirófano es el mejor lugar para tratar ciertas enfermedades en un ambiente estéril. Allí disponemos de todo el material y fármacos que los pacientes pueden necesitar y del personal formado para ello.
El principal miedo que siente el paciente es miedo a lo desconocido: esto le conduce a que experimente un estado de nerviosismo, ansiedad e inseguridad que va a afectar a su recuperación. Por eso mismo, es esencial la información preoperatoria que le suministramos al paciente. Le explicamos su enfermedad, explicamos cómo se desarrollará la cirugía y la recuperación esperable tras el procedimiento. Por ejemplo, en nuestro caso, una enfermedad benignas muy frecuente es la hernia inguinal. Le explicaremos al paciente qué es una hernia, si la realizaremos por laparoscopia o por vía abierta y la recuperación habitual en cada caso.
Resolver las dudas antes de la intervención, conociendo el procedimiento al que va a ser sometido disminuye el estrés.
Una buena relación médico-paciente es esencial para disminuir la ansiedad con la que se afronta la cirugía. El paciente debe confiar en su especialista. El cirujano debe ser cercano, accesible y resolver las dudas aportando la información necesaria. En nuestro caso facilitamos el contacto vía email o telefónico antes y después de la cirugía para resolver dudas que se pudieran haber olvidado en la consulta o que hayan surgido después.
Una parte importante de la cirugía es la anestesia. Se realiza una consulta de preoperatorio donde el paciente puede resolver sus dudas y conocer al equipo de anestesistas, que está presente en todas nuestras cirugías. Conocer los riesgos que puede entrañar la anestesia (hoy en día son mínimos y están muy controlados) y conocer cómo se realizará el procedimiento anestésico.
La actitud del enfermo que se enfrenta a la intervención es capital para el equipo médico, si el enfermo está ansioso o deprimido previamente a la operación, probablemente el proceso de recuperación no será tan bueno que si estuviera anímicamente tranquilo.
En relación al día de la cirugía, intentamos orientar al paciente del horario de la intervención, de dónde tiene que ir para el ingreso, con qué papeles tiene que acudir y si hace falta que venga en ayunas o no. Toda esta información ayuda a que el ingreso hospitalario ocurra sin sorpresas y disminuya el nerviosismo del paciente.
Una vez se encuentra en el Hospital intentamos que el paciente se sienta acompañado emocionalmente. Los cirujanos le saludan antes de la intervención y nuestro equipo de celadores y enfermeras hacen siempre que el ambiente sea agradable, intentando que los pacientes se encuentren tranquilos.
Para el equipo quirúrgico la cirugía es una situación habitual y de nuestro día a día, pero comprendemos que para el paciente es una novedad, se encuentra fuera de su ambiente habitual y se siente indefenso. Por eso dentro de nuestra labor se encuentra el conseguir que este proceso sea lo más llevadero posible.
El equipo de cirugía del Dr. Ruiz Marcuello, Dra. Morollón y Dr. Marín Calahorrano, en colaboración con todo el equipo de anestesia, enfermería y celadores del hospital Quironsalud de Zaragoza, trabajamos para conseguir que la cirugía sea un éxito médico y un éxito a nivel emocional para el paciente.
El 37% de las mujeres tienen algún tipo de incontinencia o disconfort en el suelo pélvico. Teniendo en cuenta que en Zaragoza tenemos unas 310.000 mujeres mayores de 20 años, supone que al menos unas 110.000 van a tener problemas relacionados con el suelo pélvico.
El suelo pélvico es una zona compleja que involucra un conjunto de músculos y ligamentos, que sostienen los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina; y recto), por lo que es necesario el trabajo de Unidades Multidisplinares: Urólogos, Ginecólogos, Fisioterapeutas, Cirujanos Generales…
¿Qué aporta el Cirujano General/Coloproctólogo en el suelo de la pelvis?
Los ginecólogos observan con frecuencia patología anal, que muchas veces va relacionada con el embarazo y el parto. Aunque no existan cifras exactas, se calcula que aproximadamente el 85% de las mujeres con enfermedades anorrectales presentaron sus primeros síntomas durante el embarazo.
Proctología
Hemorroides
Las hemorroides son muy frecuentes. El 25% de las embarazadas van a sufrirlas y el 50% de las mujeres mayores de 50 años. Hay que realizar tratamiento individualizado, buscando técnicas menos invasivas y menos dolorosas:
Fisura anal
Los datos indican que hay una incidencia del 9% de fisuras anales en el postparto y un 1% en el embarazo. Se pueden realizar tratamientos conservadores con medidas higiénico dietéticas y pomadas rectales y en el caso de que sea necesario se acudirá al tratamiento quirúrgico.
Fistulas anales
El tratamiento será dirigido con Ecografía endoanal valorando si es una fístula simple o compleja y la localización del orificio interno fistuloso. Se puede realizar tratamiento tradicional o con láser.
Proctología avanzada
Prolapsos
El prolapso de órganos pélvicos ocurre cuando los músculos y tejidos que soportan los órganos pélvicos (útero, vejiga o el recto) se debilitan.
Actualmente se ha concienciado mucho en la realización de Ejercicios hipopresivos, pero aún así se calcula que afecta a más del 50% de las mujeres que han tenido un parto natural, siendo mayor su incidencia en mujeres entre 60 y 69 años.
En estos casos, se realiza cirugía del suelo pélvico, colaborando cirujanos, ginecólogos, fisioterapeutas y urólogos para poder ofrecer un tratamiento más completo. Concretamente el cirujano realiza el tratamiento del compartimiento posterior del suelo pélvico.
Prolapsos rectales complejos
El prolapso rectal completo es un trastorno complejo que involucra no solamente al recto, sino también al piso pélvico. A medida que comprendemos más su fisiopatología, parece ser evidente que la prevención de la invaginación mediante fijación, resección o una combinación de ambas es indispensable para prevenir las recurrencias y mejorar la continencia.
Su tratamiento es quirúrgico, aunque continúa habiendo una importante controversia en cuanto a la técnica más adecuada. Se realizan rectopexias laparoscópicas, porque son una técnica factible, mínimamente invasiva y con escasa morbimortalidad. Los resultados de la vía laparoscópica son satisfactorios a largo plazo.
Rectoceles
Se trata de un problema muy común por debilidad de los músculos, esto se debe a factores como la edad, genética, obesidad y a veces el parto o el estreñimiento crónico.
Esta patología suele desarrollarse en mujeres de avanzada edad aunque ocasionalmente en las mujeres jóvenes. Habitualmente el rectocele es asintomático y no precisa de tratamiento. En el caso de que se produzcan síntomas , es necesaria una valoración conjunta con ginecología, y valorar la necesidad de intervención quirúrgica.
Fístulas recto vaginales
Estas puedes ser a consecuencia de una lesión durante cirugía anal, el parto, enfermedad de Chron u otra enfermedad intestinal. Son casos que alteran mucho la calidad de vida de la paciente, por lo que hay que realizar una valoración temprana del caso y un tratamiento precoz.
Incontinencia anal
La incontinencia anal/fecal, está definida por la incapacidad para demorar la deposición hasta encontrar un lugar adecuado, engloba síntomas que van desde la urgencia defecatoria a la incontinencia fecal completa.
La incontinencia fecal es una patología frecuente con consecuencias devastadoras para aquellos pacientes que la presentan. Un mejor conocimiento de los factores asociados en conjunto a nuevas técnicas diagnósticas y tratamientos emergentes permitirán un mejor enfrentamiento ante esta patología.
La incontinencia fecal puede provocarse por daño musculares de los esfínteres tras cirugía anal, tras partos vaginales o instrumentales. Otras causas incluyen la diarrea, estreñimiento, y se ven agravadas con la edad.
Hay que conseguir ofrecer un diagnóstico y tratamiento adecuado a pacientes con incontinencia fecal que en estos momentos no consultan por desconocimiento, pudor o timidez. Estas pacientes suelen haber asumido los episodios de incontinencia y evitan consultar a su médico.
La historia clínica y el examen físico detectan un factor asociado a la Incontinencia Fecal sólo en el 11% de los pacientes, mientras los exámenes complementarios pueden revelar una anormalidad en el 66% de los pacientes. Además estos test pueden cambiar la estrategia terapéutica hasta en el 76% de los casos.
La incontinencia fecal altera de forma importante la calidad de vida de la paciente, por lo que
el apoyo psicológico y el conocimiento de pacientes con el mismo problema mejora la comprensión de la enfermedad y ayuda a su mejoría. (Asociación ASIA (para la incontinencia anal).
El tratamiento abarca desde mediadas conservadoras, con medidas higiénicodietéticas hasta distintas opciones quirúrgicas.
El tratamiento con el fisioterapeuta, con ejercicios del suelo pélvico, biofeedback es esencial como tratamiento definitivo o coadyuvante.
Se valorará la necesidad de un tratamiento quirúrgico: esfinteroplastia, agentes "bulking", sphinkeeper… remitir a neuromodulación de raíces sacras.
Ecografía endoanal, ¿que nos aporta?
Actualmente, este estudio se considera indispensable para el estudio de la Incontinencia Fecal.
¿Cuándo remitir a la paciente al coloproctólogo o para realizarle una ecografia endoanal?
El propósito de este blog es acercar la cirugía al paciente y resolver las dudas que puedan surgir en relación a las enfermedades quirúrgicas, de una manera sencilla y cercana, abriendo un canal de comunicación más accesible entre el cirujano y sus pacientes
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