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Blog del Dr. Juan Marín Calahorrano, cirujano general en Hospital Quirónsalud Zaragoza

Divertículos en el colon: diverticulosis - diverticulitis

11Los divertículos intestinales son pequeñas dilataciones, bolsas o sáculos que salen desde la luz del intestino hacia el exterior de éste. Se dan más frecuentemente en la zona izquierda del intestino grueso: el colon sigmoide (sigma).

El término diverticulosis hace referencia a la existencia de divertículos en el colon. Los divertículos son frecuentes, en especial después de los 40 años, y rara vez causan problemas.

La mayor parte de los divertículos de colon se producen por un aumento en la presión interna del colon. Esto provoca, con el paso de los años, que sus capas internas (mucosa y submucosa) se hernien o prolapsen a través de los puntos de la pared más débiles y con menor resistencia, dando lugar a la aparición de los divertículos.

Cuanto menor es la cantidad de fibra que tomamos con la dieta, mayor es la presión en el interior del colon y más frecuente así la aparición de los divertículos.

Más del 80% de las personas con diverticulosis se encuentran asintomáticos. En los que aparecen síntomas, éstos se deben a las alteraciones motoras propias del colon (hipertonía) y se presentan en forma de dolor abdominal continuo o intermitente, normalmente localizado en la parte inferior izquierda del abdomen (fosa ilíaca izquierda), donde se sitúa el sigma. Suele aliviarse con la evacuación y/o la expulsión de gases.

En ocasiones, estas bolsas o divertículos pueden inflamarse, por sobrecrecimiento de las bacterias en su interior o "atasco" de las heces en ellas. Entonces se produce la diverticulitis.

Factores de riesgo
Existen varios factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar diverticulitis:

  • Envejecimiento. La incidencia de la diverticulitis aumenta con la edad.
  • Obesidad. El sobrepeso aumenta tus posibilidades de desarrollar diverticulitis.
  • Tabaquismo. Los fumadores son más propensos a experimentar diverticulitis que quienes no fuman.
  • Falta de ejercicio. El ejercicio intenso parece reducir tu riesgo de diverticulitis.
  • Alimentación rica en grasas animales y baja en fibra. La alimentación baja en fibra combinada con un alto consumo de grasas animales parece aumentar el riesgo, aunque no está claro qué pasa cuando consumes poca fibra por sí sola.

Complicaciones
Alrededor del 25 % de las personas con diverticulitis aguda desarrollan complicaciones, entre las que se pueden incluir las siguientes:

  • Un absceso, por perforación del divertículo se forma una "bolsa de pus".
  • Una obstrucción en el colon o el intestino delgado causada por la inflamación aguda del colon que cierra la luz del mismo u obstrucción crónica por tejido cicatrizal tras el episodio agudo.
  • Una fístula o comunicación anormal entre el intestino grueso y el intestino delgado y la vejiga (fístula colovesical).
  • Peritonitis, se produce por la perforación de un divertículo a la cavidad abdominal, hay diseminación del pus por toda la cavidad abdominal. La peritonitis es una emergencia médica que requiere atención inmediata y posiblemente cirugía urgente.

Prevención
Para prevenir la diverticulitis:

  • Haz actividad física con regularidad. El ejercicio favorece el funcionamiento intestinal normal y reduce la presión dentro de tu colon. Trata de ejercitarte al menos 30 minutos la mayoría de los días.
  • Come más fibra. Una alimentación con alto contenido de fibra disminuye el riesgo de diverticulitis. Los alimentos con alto contenido de fibras, como las frutas y las verduras frescas y los granos integrales, ablandan los desechos y ayudan a acelerar su movimiento a través del colon. Comer semillas y nueces no se asocia con el desarrollo de diverticulitis.
  • Bebe mucho líquido. La fibra actúa al absorber el agua y aumentar la cantidad de materia fecal suave y abultada en tu colon. Sin embargo, si no tomas demasiado líquido para reemplazar lo que se absorbe, la fibra puede producir estreñimiento.

Los síntomas más habituales son:
La diverticulitis puede causar dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas y un cambio
Entre los signos y síntomas de la diverticulitis se incluyen los siguientes:

  • Dolor, que puede ser constante y persistente durante varios días. El dolor se suele sentir en la parte inferior izquierda del abdomen. Sin embargo, a veces, el dolor puede ser más intenso en la parte inferior derecha del abdomen, en especial en personas de ascendencia asiática.
  • Náuseas y vómitos.
  • Fiebre.
  • Sensibilidad abdominal.
  • Estreñimiento o, con menos frecuencia, diarrea.

Diagnóstico:

La diverticulitis suele diagnosticarse durante un ataque agudo. Dolor agudo en la fosa ilíaca izquierda, distensión (hinchazón abdominal) y fiebre (> 38 º C) . Si progresa puede tener una difusión del dolor abdominal y un empeoramiento grave del estado general.
El médico probablemente comience con un examen físico, centrándose en la exploración abdominal.
Luego, los exámenes más probables son los siguientes:

  • Análisis de sangre y de orina para identificar signos de una infección.
  • Pruebas de imagen: Ecografía abdominal y TAC abdominal, que puede identificar y confirmar un diagnóstico de diverticulitis. La Clasificación de Hinchey del TAC abdominal nos indica la gravedad de la diverticulitis para orientarnos la actitud terapéutica a seguir.

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Cuando ha pasado la fase aguda de la inflamación, es conveniente realizar una colonoscopia para confirmar el diagnóstico y descartar otros procesos.

Tratamiento:
El tratamiento de la diverticulitis debe ir encaminado a aliviar los síntomas y prevenir la aparición de complicaciones.
Por lo general, una dieta rica en fibra vegetal con suplementos de salvado y otros laxantes que aporten fibra alivia el dolor abdominal, controla el ritmo defecatorio, evitando la alternancia de éste, y reduce la distensión abdominal.
Los fármacos antiespasmódicos que actúan de forma selectiva sobre la musculatura del colon mejoran los dolores al inhibir las contracciones del sigma. Si con estos fármacos no es suficiente, se pueden utilizar analgésicos, que, además de calmar el dolor, reduce la presión dentro del colon.
Se recurrirá a la cirugía, aunque no de forma urgente, cuando los episodios de diverticulosis se repitan con frecuencia, aparezcan fístulas y/o suboclusiones intestinales.


Tratamiento
El tratamiento depende de la gravedad de tus signos y síntomas.

Diverticulitis sin complicaciones
Si los leucocitos no están muy elevados en la analítica (células de infección de la sangre), las imágenes del TAC no presentan gravedad y el paciente no tiene patologías graves concomitantes. Se puede realizar un tratamiento ambulatorio en casa con control ambulatorio (en consultas) o telefónico o mediante e-mail con:

  • Antibióticos para tratar la infección (amoxicilina-clavulánico, ciprofloxacino…).
  • Una dieta líquida por unos días mientras tus intestinos se recuperan. Una vez que los síntomas mejoren, puedes agregar alimentos sólidos a tu dieta de manera gradual.
  • Un analgésico (paracetamol, metamizol...)

Este tratamiento es exitoso en la mayoría de las personas con diverticulitis sin complicaciones.

Diverticulitis complicada
Si tienes un ataque agudo con signos de gravedad (leucocitos elevados, TAC o ECO con o problemas de salud, es probable que necesites ser hospitalizado. El tratamiento suele consistir en lo siguiente:

  • Antibióticos por vía intravenosa
  • Si se ha formado un absceso abdominal, drenaje del mismo guiado por radiología.

Cirugía
Es probable que necesites cirugía para tratar la diverticulitis en los siguientes casos:

  • Si tienes una complicación, como un absceso intestinal, fístula u obstrucción, o una punción (perforación) en la pared intestinal
  • Si has tenido varios episodios de diverticulitis sin complicaciones
  • Si tienes un sistema inmunitario debilitado

Existen dos tipos principales de cirugía:

  • Colectomía izquierda laparoscópica con anastomosis primaria (sigmoidectomía laparoscópica). El cirujano extirpa el colon sigmoide afectado y luego vuelve a conectar los segmentos saludables (anastomosis). Habitualmente se puede realizar por laparoscopia si no hay mucha inflamación. La laparoscopia contribuye a la recuperación rápida del paciente.
  • Colectomía izquierda con colostomía. Si el colon está muy inflamado o la situación general del paciente es muy mala, puede ser necesaria una colostomía (lo evitamos en la mayoría de los casos). La colostomía es una abertura (estoma) en tu pared abdominal donde se conecta el colon a la piel. Una vez que la inflamación desaparece, la colostomía se puede revertir y volver a conectar el intestino.

Atención de seguimiento
Habitualmente se realiza un seguimiento por el cirujano general o por el médico digestivo. Se puede realizar una colonoscopia seis semanas después de tu recuperación de la diverticulitis, en especial si no te has hecho esa prueba el año previo.

No parece haber un vínculo directo entre la enfermedad diverticular y el cáncer de colon o el cáncer colorrectal. Sin embargo, la colonoscopia, puede excluir el cáncer de colon como la causa de tus síntomas.

Si los síntomas desaparecen se suele recomendar un seguimiento para asegurarnos de que no vuelven a haber síntomas.

Se recurrirá a la cirugía, aunque no de forma urgente, cuando los episodios de diverticulosis se repitan con frecuencia, aparezcan fístulas y/o suboclusiones intestinales. No hay criterios claros de cuando es preciso realizar la cirugía. Cuando los episodios o los dolores alteren la calidad de vida del paciente o se den situaciones que conlleven un riesgo alto de cirugía urgente se debe indicar una cirugía programada (sigmoidectomía laparoscópica). La cirugía programada nos dará siempre más posibilidades de realizar la cirugía por laparoscopia y de evitar una colostomía.

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Sobre este blog

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