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Blog de cardiología de Hospital Quirónsalud Barcelona

  • Avances en Cardiología: problemas que necesitaban cirugía y ahora se resuelven sin ella

    QuirófanoQuirófano

    En la medicina actual se tiende cada vez más a solucionar problemas de la manera menos agresiva posible, haciendo que los pacientes tengan una mejor y mas fácil recuperación.


    En algunos casos de enfermedades del corazón la cirugía cardíaca sigue siendo imprescindible y sus resultados son cada vez mejores.


    Existen, sin embargo, una serie de problemas cardiológicos que hace unos años tenían como única solución la intervención quirúrgica y que ahora pueden ser tratados de manera diferente. Las técnicas de hemodinámica intervencionista son capaces de tratar diversas enfermedades cardiológicas mediante catéteres, sin necesidad de operar.


    Entre las enfermedades que más frecuentemente podemos resolver mediante catéteres esta la enfermedad coronaria. La utilización de la angioplastia y la implantación de stents han supuesto una revolución en el tratamiento de estas enfermedades. También podemos utilizar las técnicas hemodinámicas en algunas enfermedades congénitas. Entre ellas la coartación de aorta o la comunicación interauricular o el foramen oval permeable. Estas lesiones se pueden tratar mediante la dilatación con balón en el caso de la coartación o mediante el cierre del orificio de la comunicación interauricular o del foramen oval con un dispositivo que se coloca a través de la vena femoral . Otro gran grupo de enfermedades que podemos tratar en los gabinetes de hemodinámica son algunas valvulopatias. Entre ellas la estenosis aortica, enfermedad muy frecuente en personas de edad avanzada que se pueden beneficiar del implante de prótesis transcateter. Este último procedimiento se va consolidando como la técnica de elección para tratar la estenosis aortica en personas de edad avanzada o con otros problemas de salud que hagan que la cirugía tenga un riesgo importante. De manera más puntual también otras enfermedades menos frecuentes como la miocardiopatía hipertrófica se pueden beneficiar de algunos procedimientos de hemodinámica intervencionista como la ablación del septo, y en casos escogidos de alto riesgo de embolias se puede proceder a la obliteración de la orejuela de la aurícula izquierda.


    Todos estos procedimientos requieren de un equipo médico altamente cualificado. Cada caso debe ser cuidadosamente individualizado, y el equipo de cardiología, integrado por el cardiólogo clínico, el cardiólogo hemodinamista-intervencionista, el cirujano cardíaco y los expertos en imagen cardiaca debe decidir la técnica a utilizar. No hay duda que los pacientes tratados de esta manera se benefician de una estancia hospitalaria más breve y evitan todas las molestias derivadas de una intervención quirúrgica. El Hospital Quirónsalud Barcelona dispone de amplia experiencia en estas modalidades de tratamiento, de profesionales altamente entrenados en la toma de decisiones y en la práctica de los procedimientos.


    Dra. Pilar Tornos

    Jefa del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Barcelona

  • Practicada con éxito en el Hospital Quirónsalud una ablación septal cardíaca percutánea

    Prueba de esfuerzoPrueba de esfuerzo

    El equipo de cardiología del Hospital Quirónsalud ha llevado a cabo con éxito recientemente una ablación septal percutánea. Se trata de la primera vez que una operación de este tipo se practica fuera de la sanidad pública, y es una vez más el Hospital Quirónsalud uno de los pioneros en introducir técnicas nuevas en el ámbito privado. La operación, que ha resultado un éxito, está indicada para aquellos pacientes que padecen una hipertrofia septal obstructiva y no responden adecuadamente a los tratamientos médicos.


    "En el caso del paciente que hemos tratado en el Hospital Quirónsalud, las alternativas médicas le producían braquicardias y fuertes cefaleas que le limitaban la calidad de vida. Como no padecía ninguna alteración de las válvulas, una miectomía quirúrgica –una operación a corazón abierto y circulación extracorpórea– se dejó como segunda opción. Se optó por esta otra técnica de la ablación septal percutánea", comentaba el Dr. Jaume Riba, cardiólogo del centro y que hizo el seguimiento del paciente.


    Esta técnica consiste en provocar un infarto controlado en el paciente para de esta forma reducir el grosor del músculo hipertrofiado que causa los problemas. En el caso del paciente operado en el Hospital Quirónsalud, estos consistían básicamente en ahogos o disneas que le imposibilitaban ya no solo la práctica deportiva a la que estaba habituado, sino incluso la realización de pequeños esfuerzos y su actividad profesional durante el último año.


    El Dr. Bruno García, hemodinamista con gran experiencia previa en un centro público de referencia, fue el encargado de practicar la intervención, asistido por la Dra. Laura Galián, experta en imagen y la encargada de efectuar la ecocardiografía transtorácica con la que se delineó el territorio de cada uno de los ramos septales del corazón del paciente. Ambos pertenecen al equipo de cardiología liderado por la Dra. Pilar Tornos del Hospital Quirónsalud.


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    Técnica compleja y multidisciplinar

    Aunque sobre el papel pueda parecer una intervención sencilla, en realidad se trata de una técnica compleja que requiere de la intervención de un equipo multidisciplinar muy bien coordinado que pueda llevar a cabo un seguimiento pormenorizado del paciente para poder reaccionar en caso de cualquier imprevisto como es la pérdida del ritmo eléctrico del corazón, que puede suceder en un 10% de las intervenciones. Esto es uno de los motivos principales que ha llevado a que ningún centro privado haya optado por este tratamiento hasta la fecha.


    En un primer momento, el equipo ha de realizar simultáneamente un cateterismo y una ecografía, para de esta forma detectar la zona del músculo del corazón que es excesivamente gruesa y provoca la obstrucción de la sangre a la salida del ventrículo. "Una vez detectado, hemos de buscar la rama septal de la coronaria que irriga esa zona, obstruirla y alcoholizarla. De esta forma se matan las células de esa porción de músculo cardíaco y se produce un infarto controlado", explicaba el Dr. Bruno García.


    El objetivo último que se persigue es provocar una cicatriz que reduce el grosor del músculo septal, de forma que se aumenta el caudal porque hay una mejor salida de sangre y desaparecen los síntomas negativos asociados a la hipertrofia. "Transcurridos entre tres y seis meses se tiene que comprobar que la cicatrización se ha estabilizado y se mantiene el ancho necesario, como es el caso del paciente que hemos tratado en el Hospital Quirónsalud, que presenta una evolución muy favorable", añadía el Dr. García.


    El resultado de la operación ha sido un éxito y ha permitido que el paciente ya esté disfrutando de una vida normal e incluso practique deporte. Pero esta operación no está indicada para todos los casos en que se presenta la hipertrofia. "Existen varias contraindicaciones, quizás la principal es que no haya el grosor suficiente del tabique. Aunque el infarto está controlado, no se puede delimitar exactamente la cantidad de músculo que se convertirá en tejido cicatrizal. Así, si el grosor no es suficiente, se corre el riesgo de que se pueda romper la separación que hay entre los dos ventrículos y crear una comunicación entre ellos", apuntaba el Dr. Bruno García.


    El paciente, que acudió recientemente a su revisión de control, a la salida agradecía al equipo su destreza: "me encuentro perfectamente. Era un no vivir. No podía hacer ninguna actividad, el cansancio era tremendamente frustrante. Tener que medirte las fuerzas hasta para ir a buscar el coche… ahora ya me han dado permiso para volver a coger la bici. Era impensable hace un año".

  • Cáncer y corazón

    Consulta Cardiología pacienteConsulta Cardiología paciente

    Los avances en el tratamiento de los procesos oncológicos han permitido una mejoría en la supervivencia de los pacientes con cáncer, sin embargo uno de los principales efectos indeseados de los fármacos oncológicos son las complicaciones cardiovasculares.


    Ello se describe como cardiotoxicidad, que es el resultado del efecto directo del tratamiento sobre la estructura y función del corazón, o puede ser debido también al desarrollo de enfermedad cardiovascular especialmente en aquellos pacientes que tienen factores de riesgo como la diabetes, hipertensión o tabaquismo.


    De entre las complicaciones que pueden aparecer secundarias a los tratamientos oncológicos se encuentran la disfunción ventricular e insuficiencia cardiaca, la enfermedad coronaria como la angina o el infarto de miocardio, las complicaciones de las válvulas cardiacas, arritmias, hipertensión arterial, enfermedad trombo-embólica, hipertensión pulmonar o complicaciones a nivel del pericardio.


    La disfunción ventricular y la insuficiencia cardiaca son las complicaciones más frecuentes y puede aumentar la mortalidad de los pacientes que reciben quimioterapia. El trabajo en equipo de los oncólogos y los cardiólogos es esencial para prevenir y tratar de forma correcta la cardiotoxidad, siempre procurando mantener el tratamiento quimioterápico para procurar un mejor pronóstico de estos pacientes. La afectación miocárdica puede aparecer de forma inmediata tras el inicio de un fármaco o incluso años después. También la radioterapia puede tener afectación directa sobre la función miocárdica por lo que este factor también será considerado en los pacientes con riesgo de sufrir complicaciones cardiológicas. Las complicaciones pericárdicas también son una complicación frecuente en los pacientes oncológicos, habitualmente presentándose en forma de derrame pericárdico, que es la acumulación de líquido en el saco que envuelve el corazón.


    Es fundamental, en los pacientes oncológicos que realizan quimioterapia cardiotóxica, el seguimiento mediante ecocardiografía- Doppler des del inicio del tratamiento y en los años posteriores, según considere el facultativo responsable. La realización de esta técnica de forma seriada permite detectar de forma precoz la afectación cardiaca y así poder iniciar tratamiento para mejorar el pronóstico de vida de estos pacientes.


    Dra. Laura Galian Gay

    Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Barcelona

  • ¿Qué es la pericarditis aguda?

    El pericardio es una estructura fibrosa que se encuentra adherida al corazón. Las principales funciones del pericardio son: fijación del corazón y control de una movilidad cardíaca excesiva con los cambios posturales, reducción de la fricción entre el corazón y los órganos que lo rodean, y barrera contra la extensión de neoplasias o infecciones de los órganos contiguos al corazón.


    La inflamación aguda del pericardio (pericarditis aguda) es una enfermedad relativamente frecuente y que la presentan en algún momento de la vida entre el 2 y el 5% de la población. Clínicamente se caracteriza por dolor torácico agudo (que, en ocasiones, puede confundirse con el dolor del infarto de miocardio), fiebre, presencia de roce pericárdico (ruido muy característico que se detecta al auscultar el corazón) y alteraciones en el electrocardiograma.



    Aunque puede ser causada por multitud de enfermedades, en la gran mayoría de los casos (85-90%) la pericarditis es idiopática, es decir, sin causa aparente pero muy probablemente de origen vírico. Menos frecuentemente la pericarditis puede asociarse a causas potencialmente graves como infecciones bacterianas (p.e. tuberculosis), alteraciones endocrinas, enfermedades reumáticas, insuficiencia renal, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, o neoplasias, etc.

    El diagnóstico de la pericárditis aguda se basa principalmente en la historia clínica (dolor torácico, disnea, tos), exploración física (roce pericárdico, fiebre) y alteraciones electrocardiográficas (elevación difusa del segmento ST). El síntoma guía más frecuente es el dolor torácico. El dolor, generalmente descrito como sordo u opresivo, se localiza normalmente en región precordial o en el centro del tórax (retroesternal) y frecuentemente irradia hacia el hombro y al cuello. Característicamente el dolor empeora al acostarse, con la tos o la inspiración profunda, y mejora al sentarse o inclinarse hacia delante. Con frecuencia se plantea el diagnóstico diferencial con el infarto agudo de miocardio, por lo que no es infrecuente que en ocasiones se decide realizar una coronariografía urgente para descartar la existencia de enfermedad de arterial coronaria.


    El tratamiento de la pericarditis aguda se basa en la administración de farmacos antiinflamatorios no esteroideos (ácido-acetil-salicílico, ibuprofeno), colchicina y analgésicos para controlar el dolor. En muy contadas ocasiones se recurre a la administración de corticosteroides (por ejemplo prednisona), pero estos fármacos aunque son muy efectivos para solucionar la crisis aguda deberías ser siempre evitados ya que facilitan que aparezcan nuevas crisis (recurrencias) o que la pericarditis se cronifique. El manejo inicial incluye el ingreso hospitalario durante (48-72 horas) para controlar mejor el dolor y observación por si eventualmente aparecen complicaciones. Habitualmente se realiza un ecocardiograma para descarte la existencia de derrame pericárdico (acumulación de líquido en el pericardio que en casos graves puede causar el colapso del corazón).


    En la gran mayoría de los casos la pericarditis aguda idiopática (sin causa asociado) tiene una evolución benigna. En los casos secundarios el tratamiento y pronóstico dependerá de la causa de base.


    Aspecto macroscópico de una pericarditis agudaAspecto macroscópico de una pericarditis aguda

    Aspecto macroscópico de una pericarditis aguda


    Dr. Josep Guindo

    Servicio de Cardiología. Hospital QuirónSalud Barcelona

  • Niveles de colesterol: ¿quién requiere tratamiento?

    A pesar de que hace años se indicaba tratamiento para el colesterol en función de los niveles del mismo, en el momento actual, este manejo ha quedado obsoleto y los cardiólogos y médicos en general basan la indicación de tratamiento en función del riesgo cardiovascular (CV) global. El cálculo del riesgo CV global tiene en cuenta diversos factores como la edad, el género, el hábito tabáquico, los valores de presión arterial y los niveles de colesterol.


    Las últimas guías de práctica clínica de la Sociedad Europea de Cardiología publicadas recientemente (2016 European Guidelines in cardiovascular disease prevention in clinical practice) recomiendan el uso de unas sencillas tablas realizadas específicamente para países con bajo riesgo CV (como serían los países mediterráneos) o de alto riesgo. Las tablas de riesgo nos ofrecen el cálculo de riesgo CV estimado a 10 años (considerando que estiman la probabilidad de sufrir un evento arteriosclerótico fatal, como un infarto, ictus o aneurisma aorta abdominal). Se considera que una persona tiene un riesgo CV bajo cuando esta probabilidad es inferior al 5%. En este caso, se ofrece a la persona un cambio del estilo de vida (realizar una dieta equilibrada mediterránea, realizar ejercicio físico de forma regular, control de peso y no fumar). En caso que el riesgo sea superior al 5% se considera que el riesgo CV es elevado y por lo tanto será tributario de cambiar el estilo de vida y de iniciar terapia farmacológica para disminuir los niveles de colesterol, siempre con el objetivo de disminuir este riesgo y aumentar su supervivencia. Existe una población que por sus enfermedades de base ya entra dentro del grupo de alto riesgo (superior al 5%) como serían las personas con diabetes, insuficiencia renal leve, hiperlipidemia familiar con valores altos de colesterol (superiores a 310 mg/dL) o con hipertensión arterial severa no controlada (presión arterial superior a 180/110 mmHg). Cuando el riesgo de sufrir eventos CV es superior al 10%, se considera el grupo como de muy alto riesgo. Este grupo de muy alto riesgo también incluye pacientes que hayan sufrido un infarto de miocardio previo, enfermedad coronaria, ictus, disección aórtica o pacientes con diabetes y afectación de órganos diana o insuficiencia renal severa.


    En función del riesgo CV, se realizará intervenciónpor parte del cardiólogo/médico tal y como se menciona a continuación:


    - Recomendar un cambio del estilo de vida


    • Realización de ejercicio físico: En adultos se recomienda realizar 150 minutos a la semana de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio aeróbico intenso. Se recomienda elevar la intensidad a 300 minutos y 150 minutos respectivamente si es posible.
    • Abstención total del hábito tabáquico: Se recomienda la abstención absoluta del hábito tabáquico a cualquier edad, así como el tabaquismo pasivo. En caso de fracaso, imposibilidad o dificultades debe consultarse el caso con especialistas para valorar la toma de fármacos que ayuden a la deshabituación tabáquica. Los estudios disponibles actualmente no han demostrado que el cigarrillo electrónico sea eficaz para disminuir o eliminar el hábito tabáquico.
    • Realización de una dieta equilibrada mediterránea. Las recomendaciones actuales son las siguientes:
      • Ingesta de ácidos grasos saturados inferior al 10% de todo el aporte energético diario, remplazar por ácidos grasos poliinsaturados.
      • Preferiblemente no tomar ácidos grasos insaturados "Trans" y si se ingieren su aporte debería ser inferior al 1% del aporte diario.
      • Menos de 5 gramos de sal al día
      • 30-45 gramos de fibra al día
      • Más de 200 gramos de fruta al día (2-3 tomas)
      • Más de 200 gramos de vegetales al día (2-3 tomas)
      • Pescado 1-2 veces por semana
      • 30 gramos de frutos secos no salados al día
      • El consumo de bebidas alcohólicas no debería superar los 2 vasos al día (20 gramos al día de alcohol en total) para los hombres y 1 vaso al día (10 gramos al día de alcohol en total) para las mujeres
      • No deberían consumirse refrescos azucarados ni consumiciones alcohólicas
    • Control del peso corporal. El IMC (índice de masa corporal debería estar entre 20-25 Kg/m2). El IMC es la razón del peso en Kg dividido por la talla en metros al cuadrado.

    - Tratamiento farmacológico del colesterol


    Los niveles de colesterol que se deben alcanzar dependen del riesgo CV. En una persona de muy alto riesgo (superior al 10%) el colesterol LDL debe estar por debajo de los 70 mg/dL y en las personas de alto riesgo (superior al 5%) debe estar por debajo de los 100 mg/dL. Debe individualizarse en cada persona.


    • Los fármacos disponibles para tratar el colesterol elevado son las estatinas, la niacina, los inhibidores de la absorción, los fibratos y los inhibidores de la PCSK9.
    • En general se inicia el tratamiento con estatinas, que tienen un buen perfil de seguridad. En caso que el efecto sea insuficiente pueden añadirse al tratamiento los inhibidores de la absorción (ezetimiba). Los fibratos y la niacina están enfocados en reducir los niveles de triglicéridos. Los inhibidores de la PCSK9 son nuevos fármacos muy potentes y efectivos administrados vía endovenosa o subcutánea en caso de que exista imposibilidad de reducir el colesterol con los otros fármacos o en caso de intolerancia y riesgo CV elevado.

    Su cardiólogo/médico elegirá el mejor fármaco en función de su perfil de riesgo y de otras enfermedades concomitantes, siempre teniendo en cuenta el riesgo/beneficio del mismo, con el objetivo de mejorar su supervivencia.


    Dra. Laura Galian Gay

    Servicio de Cardiología

    Hospital Quirónsalud Barcelona

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Sobre este blog

Bienvenido al blog del servicio de cardiología de Hospital Quirónsalud Barcelona. Este espacio está creado para aconsejarte e informarte sobre las enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte en todo el mundo. La mayoría de las enfermedades cardiovasculares pueden prevenirse actuando sobre los factores de riesgo, y es por este motivo por el que te ofreceremos información periódica para que puedas actuar en consecuencia. Estamos abiertos a que nos plantees tu duda o cuestión. Será un placer atenderte.

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