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Blog de la Unidad de la Mujer del Hospital Quirónsalud Zaragoza

  • Incontinencia urinaria femenina

    Artículo del Dr. Alberto Lanzón, médico especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Zaragoza

    La incontinencia urinaria es un problema muy común en la mujer sobre todo a partir de la etapa postmenopáusica.

    En muchas ocasiones se trata de una situación embarazosa para las pacientes que sienten cierta vergüenza a la hora de admitir el problema. En otras, se considera como algo fisiológico y dentro de la normalidad en la transición a la etapa menopáusica. Por tanto se trata de una patología, infradiagnosticada, infravalorada e infratratada y que puede alterar de forma muy importante la calidad de vida de la persona afecta.

    Se define como la manifestación por parte de la paciente de la pérdida involuntaria de orina.

    Los tipos de IU más frecuentes en la consulta ginecológica son:

    • Incontinencia urinaria de esfuerzo: pérdida involuntaria de orina que coincide con el aumento de la presión abdominal desencadenado por la actividad física
    • Incontinencia urinaria de urgencia-vejiga hiperactiva: pérdida involuntaria de orina asociada con un fuerte deseo de orinar (urgencia). Suele acompañase de aumento en la frecuencia diurna y nocturna
    • Incontinencia urinaria mixta: asociación de los síntomas de esfuerzo y de urgencia miccional

    La prevalencia de esta patología, en muchas ocasiones infradiagnosticada, es del 30-40 % entre los 50 y los 70 años. Por debajo de los 50 años es mucho menos frecuente, en torno al 10%.

    Existen una serie de factores de riesgo bien establecidos para la IU:

    • Parto vaginal. Número de partos. Duración de los mismos. Peso de los recién nacidos
    • La edad, por desgaste de los tejidos.
    • La obesidad o sobrepeso
    • Factores ocupacionales (trabajos que supongan grades esfuerzos físicos, deportes de impacto)
    • Enfermedades respiratorias crónicas
    • Toma de ciertos medicamentos: antihipertensivos, diuréticos, antidepresivos
    • Prolapso de órganos pélvicos
    • Historia familiar, factores genéticos

    El diagnostico se basa en la anamnesis o historia cínica y una detallada exploración física. Con estas dos herramientas deberemos lograr los siguientes objetivos:

    • Objetivar y cuantificar la pérdida de orina
    • Comprobar si existen factores predisponentes
    • Evaluar el impacto sobre la calidad de vida
    • Descartar patología ginecológica o urológica asociada
    • Decidir estudios complementarios
    • Considerar el tratamiento más oportuno

    Las medidas o tratamientos para minimizar o corregir la sintomatología son las siguientes:

    • Favorecer las dietas equilibradas ya que se ha demostrado que el sobrepeso es un factor de riesgo independiente para la incontinencia.
    • Evitar el consumo de bebidas y alimentos irritantes vesicales que contengan gas, cafeína, teína, el chocolate y comidas con mucho picante
    • Hay alimentos que aumentan la producción de orina como la sandía, el melón, las ensaladas, los espárragos….De igual manera el alcohol también tiene efecto diurético
    • Reeducación o entrenamiento vesical. Evitar malos hábitos miccionales
    • Fisioterapia. Los ejercicios del suelo pélvico, ejercicios de Kegel, pueden mejorar hasta en un 60 % la IU.
    • Tratamiento farmacológico para la IU de urgencia. Son tratamientos crónicos, normalmente un comprimido al día, con una eficacia entre el 40-60%.
    • Tratamiento de al atrofia urogenital con geles vaginales con estrógenos.
    • Tratamiento quirúrgico de la IU de esfuerzo con mallas suburetrales libres de tensión con uno índices de mejoría de la calidad de vida y de curación muy altos, 85-90%.

    La conclusión final es que se trata de una patología muy frecuente y que aunque pueda resultar incomoda de exponer debemos consultar con nuestro ginecólogo ante la aparición de los síntomas ya que en un porcentaje elevado de pacientes podremos mejorar de manera significativa la calidad de vida.

  • Osteoporosis en la menopausia

    Artículo de la Dra. Laura Baquedano, médico especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Zaragoza

    La osteoporosis es una enfermedad sistémica del esqueleto que se caracteriza por una baja masa ósea acompañada de un deterioro en la arquitectura del hueso, dando lugar a un aumento de la fragilidad ósea. Su prevalencia es mayor en mujeres, sobre todo tras la menopausia, debido al cese brusco de los estrógenos.

    La osteoporosis es un problema de salud pública y tiene mayor incidencia en las mujeres posmenopáusicas. En todo el mundo, alrededor de 200 millones de personas padecen osteoporosis y se estima que cada año se producen en consecuencia 1.6 millones de fracturas de cadera, 1.7 millones de fracturas de antebrazo y 1.4 millones de fracturas vertebrales. La OMS estima que el 40% de las mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura en su vida:

    • Fracturas vertebrales: Son las fracturas osteoporóticas más frecuentes, y también las más difíciles de detectar, ya que 2 de cada 3 son asintomáticas. Sus consecuencias son: dolor de espalda, pérdida de altura disminución de la calidad de vida, aumento del riesgo de nuevas fracturas y aumento de mortalidad.
    • Fracturas de cadera: Aumentan con la edad, produciéndose unos 15 años después de las fracturas de muñeca y vertebrales. Son las más devastadoras en cuanto a complicaciones y mortalidad. El mayor riesgo de muerte se produce en los 6 meses posteriores a la fractura (20%), reduciéndose posteriormente con el tiempo. Del 80% restante, aproximadamente el 50% sufrirá pérdida de la capacidad funcional.
    • Fracturas de Colles: Según series son las de más temprana aparición. Pueden impactar negativamente sobre de calidad de vida.

    Es importante conocer la cronología de la pérdida de masa ósea; una vez alcanzado el pico de masa ósea en torno al inicio de la edad adulta, se produce una lenta pérdida de masa ósea, en meseta, hasta llegar al momento de la menopausia; en ese momento, coincidiendo con el descenso brusco de los niveles de estrógenos, se produce una pérdida ósea acelerada.

    El diagnóstico de osteoporosis se basa en la detección de los factores de riesgo mediante la historia clínica médica y la medición de la densidad de masa ósea mediante densitometría ósea de columna lumbar y cadera. Entre los primeros destacan: edad avanzada, tabaco, delgadez (IMC<19), antecedentes familiares de fracturas, menopausia precoz, dieta pobre en calcio y vit D y toma de algunos tratamientos como corticoides o fármacos utilizados para el cáncer de mama. Haber tenido una fractura previa por osteoporosis también indica que los huesos son más frágiles y susceptibles a sufrir nuevas fracturas.

    La prevención en la pérdida de masa ósea en fundamental: los hábitos de vida saludable, determinados por la alimentación, ejercicio regular y la ausencia de tóxicos sobre todo tabaco, y un consumo moderado de alcohol, juegan un papel importante para evitar la osteoporosis y en la menopausia adquieren especial importancia., En general, se recomienda tomar 1.200 mg de calcio elemental diario total (de la dieta y suplemento si es necesario), y 800 unidades internacionales de vitamina D. Las principales fuentes dietéticas de calcio incluyen la leche y otros productos lácteos, como queso, yogurt, verduras verdes, como la col rizada y el brócoli, las sardinillas en aceite y la quinoa La vitamina D se absorbe en la piel gracias a la luz solar, pero dado el ritmo de vida de la población en activo pasando gran parte del día en los interiores y la utilización de cremas de alta protección solar, no es infrecuente encontrar niveles por debajo de lo normal siendo necesaria su suplementación.

    Cuando las medidas higiénico-dietéticas no son suficientes, es necesario instaurar un tratamiento farmacológico. Las personas con mayor riesgo de fractura son las que tienen más probabilidades de beneficiarse de ello. Se recomienda seguir una terapia con medicamentos en aquellas mujeres posmenopáusicas con antecedentes de fractura vertebral o de cadera por fragilidad o que tengan osteoporosis diagnosticada en la medición de la densitometría. Además, se recomienda tratamiento farmacológico para las personas con osteopenia (paso previo a la osteoporosis) y que tengan además otros factores de riesgo asociados de fractura.

    Las caídas aumentan significativamente el riesgo de fracturas por osteoporosis en adultos mayores. La adopción de medidas para prevenir las caídas puede reducir el riesgo de fracturas. Dichas medidas pueden incluir evitar alfombras, caminar con escasa luz o sobre superficies húmedas.

    Existen múltiples alternativas para mejorar la densidad mineral ósea y la microarquitectura del hueso evitando así la aparición de fracturas. Se indicará terapia hormonal cuando la paciente tenga además síntomas de menopausia como sofocos, sudores nocturnos.. Hay otros fármacos que van dirigidos exclusivamente a mejorar el tejido óseo y pueden administrarse fundamentalmente vía oral o subcutánea con diferentes posologías. El profesional sanitario, atendiendo a las preferencias de la paciente, decidirá cuál es la alternativa más segura y eficaz en cada caso de necesitarla, según el tipo de osteoporosis y la historia personal de cada paciente.

  • Quirónsalud Zaragoza lanza "Entre Nosotras": conversaciones en profundidad sobre la salud de la mujer

    Cinco especialistas en la salud de la mujer protagonizan Entre Nosotras, el nuevo proyecto de la Unidad de la Mujer de Quirónsalud Zaragoza en el que se abordan de forma cercana, pausada y en confianza los aspectos más desconocidos de algunas enfermedades como la endometriosis, el cáncer de mama, la menopausia, el puerperio y la maternidad o la alimentación saludable.

    Los doctores Fernando Colmenarejo, Marta Lamarca, Laura Baquedano, Ignacio Adiego y el nutricionista Ignacio Lillo responden a las preguntas de la periodista Blanca Escorihuela. Una conversación en la que se abordan tanto los aspectos clínicos como emocionales más desconocidos de la salud de la mujer.

    Desde el próximo 18 de febrero y a lo largo del año, las cinco conversaciones que componen Entre Nosotras podrá verse en el canal de Youtube de Quirónsalud.

    La endometriosis: la enfermedad silenciosa
    La doctora Lamarca profundizará en la necesidad de fomentar el conocimiento de la endometriosis en la sociedad. "Es una enfermedad que afecta a una de cada 10 mujeres y sobre la que existe un gran desconocimiento. La falta de empatía y de comprensión sobre los síntomas hace que esta enfermedad afecte a las pacientes en el ámbito laboral y en sus vidas privadas". Entre Nosotras analizará los síntomas, los tratamientos y evolución de la enfermedad pero también la necesidad de contar con un sólido apoyo psicológico.

    La menopausia sin tabús
    "Cada mujer afronta la menopausia de una forma diferente: desde las que lo asumen como una liberación a aquellas para las supone un momento de su vida especialmente sensible. Y hay que entenderlas todas". La doctora Baquedano describirá las dudas e inquietudes que pueden surgir durante la menopausia así como las recomendaciones para adaptar los hábitos más saludables en esta etapa de la salud de la mujer.

    El cáncer de mama: ¿cómo se afronta?
    El ginecólogo y jefe de la Unidad de la Mujer, Fernando Colmenarejo, explica que hay dos factores que se deben tratar: el miedo y la ansiedad que genera la noticia de un cáncer de mama en las pacientes. "El médico debe saber que es el momento de atacarlos, de ayudar a la paciente a disminuir ambos sentimientos". En este mundo en el que estamos acostumbrados a querer todo para ayer, tenemos que aprender a parar y dejar las prisas a un lado".

    Una alimentación adecuada para cada etapa
    No solo hay que saber qué comemos y cómo comemos. También conviene adaptar la alimentación a cada etapa de la vida de la mujer: la adolescencia, el embarazo, la etapa fértil, la menopausia y en la etapa más avanzada, la sarcopenia. El nutricionista Ignacio Lillo analiza los falsos mitos y aborda las mejores pautas para llevar una buena dieta de forma estable.

    La vuelta a la normalidad después del parto
    El doctor Ignacio Adiego profundiza en el aspecto psicológico de las mujeres después del parto: "tan importante o más que los aspectos físicos y fisiológicos. La maternidad, las relaciones sexuales después del embarazo o los cambios físicos... todavía existen ciertos tabús que a las mujeres les cuesta plantear y la mayoría de las veces son cuestiones fáciles de resolver con algo de información".

  • Menopausia y envejecimiento saludable

    Artículo del Dr. Ramiro Laborda, especialista en ginecología y obstetricia. Unidad de la Mujer, Quirónsalud Zaragoza.

    Cómo abordar los síntomas de la menopausia de manera natural.

    La menopausia ocurre cuando han pasado 12 meses desde el último período menstrual. En España se produce alrededor de los 51 años. En general, no es necesaria ninguna prueba analítica para confirmar la menopausia, especialmente si tienen síntomas como sofocos o sequedad vaginal, y si se tienen más de 45 años.

    Si el cese de las menstruaciones le ha ocurrido antes de los 45 años, es recomendable una valoración por su ginecólogo habitual para estudiar esta situación.

    No obstante, la "perimenopausia" o mejor llamada "transición menopáusica" es un periodo muy variable en duración, que suele comenzar a los 47-48 años, durando entre 2 y 5 años. Este periodo comprende entre el final de los ciclos regulares (esto es, desde que se manifiestan las primeras alteraciones del ciclo como consecuencia de la disfunción hormonal ovárica) y el año siguiente a la menopausia natural.

    Durante este periodo se producen diferentes efectos sobre la salud de la mujer. Alteración del ciclo menstrual, sofocos, disminución de la densidad mineral ósea, redistribución de la grasa corporal, paulatina aparición del síndrome genitourinario de la menopausia (SGUM), etc.

    Cribados recomendados:

    • Cribado de cáncer de mama: El cribado debe dirigirse a las mujeres entre 50 y 75 años. La detección del cáncer de mama también se debe valorar con cada mujer a partir de los 40 años. En casos concretos, como un antecedente familiar de primer grado o ser portadora de una mutación genética que aumente el riesgo, pueden cambiar las recomendaciones.
    • Cribado de cáncer de cérvix uterino: El cribado debe dirigirse a mujeres entre 25 y 65 años. A pesar de haber aparecido una vacunación contra el VPH que, administrándola antes del inicio de las relaciones sexuales, disminuye de manera importante la posibilidad de patología, a día de hoy las guías nacionales e internacionales no han variado las recomendaciones de cribado para estas pacientes. Al igual que ocurre con la patología mamaria, en casos concretos pueden cambiar las recomendaciones.

    Recomendaciones:

    Hay principios de estilo de vida saludable recomendables para toda la población que son válidos para esta etapa, que incluirían la práctica de ejercicio físico unos 30-60 minutos al día, una dieta equilibrada que además ayude a conseguir o mantener un peso corporal correcto, y evitar hábitos tóxicos. Los cambios en el estilo de vida durante esta etapa pueden tener un potencial impacto sobre la calidad de vida.

    Otras recomendaciones son más específicas para cada situación:

    Disminución de densidad mineral ósea:

    • Se recomienda una ingesta diaria de calcio de entre 1000 a 1200 mg mediante la dieta y suplementación con dosis diaria de vitamina D de al menos 800-1000 UI/ día si se diagnostica insuficiencia de vitamina D.
    • El ejercicio físico en este caso, además de ayudar a mantener un peso saludable, puede proteger indirectamente frente al riesgo de fractura al mejorar la movilidad y la función muscular y reducir el riesgo de caídas.

    Síndrome genitourinario de la menopausia:

    • Ejercicio moderado con regularidad. En cambio, el ejercicio extenuante favorece la atrofia vaginal.
    • Mantener la actividad sexual.
    • Práctica regular de los ejercicios de Kegel. Estos ejercicios para fortalecer el suelo pélvico aumentan el tono vaginal y la oxigenación de los tejidos pélvicos. Se aconseja practicarlos aunque la mujer no presente problemas de prolapso o incontinencia.

    Sofocos:

    • Existe una fuerte correlación entre el consumo de tabaco y alcohol y la aparición de sofocos.
    • Reducir la temperatura ambiente, vestirse por capas, las bebidas frías y los ventiladores o aire acondicionado pueden minimizar los sofocos.

    Si a pesar de estas recomendaciones, alguno de los síntomas de agudiza, no se controla o tiene un impacto negativo en la calidad de vida, tu ginecólogo habitual puede asesorarte de manera más personalizada o indicarte la terapia adecuada en cada caso.

  • Salud vaginal en la menopausia

    Artículo de la Dra. Laura Baquedano, especialista en ginecología de la Unidad de la Mujer

    La salud vaginal es el estado de la vagina que no produce molestias y permite mantener relaciones sexuales satisfactorias. Los estrógenos son responsables en gran parte de la conservación de la salud vaginal, por eso en la menopausia, debido al declive hormonal, la vagina sufre diversos cambios, ya que es el órgano con más receptores de estrógenos.

    La mayoría de las mujeres que están en la etapa posmenopáusica sufren pérdida de elasticidad y atrofia en la vulva y vagina. Además aparecen síntomas asociados como dolor con la penetración, sangrado, escozor o picor tras las relaciones sexuales e incluso los mismos síntomas sin tener relaciones sexuales.

    Igualmente, se producen cambios en la microbiota vaginal (antes conocida como "flora"), produciendo predisposición para las infecciones vaginales y urinarias, cambios en el olor del flujo vaginal, y de nuevo picor o escozor vaginal aún sin existencia de infección. Todo ello puede suponer una merma en la calidad de vida de las mujeres, en especial en la esfera sexual

    Para mejorar la salud vaginal es importante intentar mantener una adecuada higiene, tener hábitos de vida saludables, evitando tóxicos como el alcohol y el tabaco, realizar ejercicios de Kejel e hipopresivos, mantener una alimentación variada, equilibrada, baja sobre todo en azúcares de rápida absorción.

    Para mejorar los síntomas de escozor y dolor con la penetración es fundamental asegurar una hidratación adecuada de los genitales. Por eso se recomiendan tanto los hidratantes vulvares como vaginales. Además, si hay un problema de lubricación y la penetración duele, se recomienda el uso de lubricantes acuosos para disminuir las sensaciones desagradables en las relaciones sexuales.

    Cuando los síntomas son moderados o severos, el tratamiento más frecuentemente indicado son los estrógenos locales, que administrados en forma de cremas, óvulos, comprimidos o anillo vaginal son igualmente seguros y eficaces. Además, contamos con la prasterona, una molécula que actúa también de forma local y favorece especialmente las relaciones sexuales.

    El avance en este campo de la Medicina es importante debido a la progresiva demanda de soluciones por parte de las pacientes. Así, existe un tratamiento vía oral aprobado para la sequedad y el dolor asociado a las relaciones sexuales y también puede utilizarse el láser como técnica regenerativa con buenos resultados a corto y largo plazo.

    La valoración ginecológica de los síntomas y la correcta información por parte del sanitario de las diferentes opciones terapéuticas teniendo en cuenta las preferencias y connotaciones personales de cada paciente, contribuirá a encontrar la mejor solución para cada mujer con clínica vulvo-vaginal asociada a la menopausia.

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Sobre este blog

Un blog del servicio de ginecología de Quirónsalud Zaragoza en el que se abordan las patologías más habituales de las diferentes etapas de la vida de una mujer.

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