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Blog de Dr. Urries. Reproducción Asistida Hospital Quirónsalud Zaragoza

  • Todos y todas contra la maternidad subrogada

    Artículo de Antonio Urries, Biólogo y Director de la Unidad de Reproducción Asistida de Quirónsalud Zaragoza

    Recientemente el Comité de Bioética de España ha pedido a Sanidad la prohibición de la maternidad subrogada. Petición en estos momentos innecesaria, ya que desde la primera Ley de Reproducción Asistida del año 1988 colaborar en una gestación por sustitución está considerada como infracción muy grave, pero resulta curioso observar como este tema ha conseguido unir en su rechazo a sectores tan opuestos como las asociaciones feministas y pro vida y aun no he conseguido leer un artículo en algún medio de comunicación que apoye, aunque sea tímidamente, esta posibilidad.

    No voy a ser yo el que salga en su defensa. También a mi me genera muchas dudas el concepto absoluto de legalizar la maternidad subrogada a toda costa, pero eso no impide que me plantee dudas cuando en nuestras consultas tenemos que enfrentarnos a problemas en los que finalmente nos surge la pregunta "¿y por que no?"

    Y para eso lo primero que me gustaría hacer es eliminar el termino "maternidad subrogada", ya que es una definición errónea de lo que se plantea. Maternidad subrogada es lo que se hacía antiguamente cuando se daba a criar al bebé a un ama de cría para que la señora de la casa pudiera vivir tranquila. Nadie pretende eso. Es más, estoy convencido de que la madre que tiene que recurrir a estas técnicas lo último que va a querer hacer es "subrogar" su bebé para que nadie se lo críe.

    Por ello sería más exacto hablar de subrogación de útero o de gestación por sustitución, ya que los que se subroga es el útero, no el concepto de "madre".

    Y ahora quiero hacer en ejercicio de simulación. Vamos a imaginar que una persona con insuficiencia renal necesitara un riñón temporalmente para sobrevivir a una enfermedad y un familiar y/o amigo estuviera dispuesto a cedérselo temporalmente aún a costa de cierto sacrificio. O aún mejor, no hay que quitárselo, simplemente que realizara la función renal por él. Mejor incluso que trasplantárselo ¿no?

    Y aquí es donde me entra la duda. ¿Si podemos entender que un hermano, un allegado, pudiera subrogar un riñón en beneficio de una persona a la que quiere, por qué está mal que se preste a ayudarla en algo tan importante como es conseguir un embarazo?

    Ahora es cuando podemos entrar a debatir sobre el posible mercadeo que se pueda originar, pero la existencia de un tráfico ilegal de órganos, que sabemos ocurre a nivel mundial, creo que nunca ha cuestionado los programas serios de trasplante que tenemos en nuestra sanidad.

    Por ello me voy a guardar mi opinión sobre el modelo americano de gestación por sustitución (basado en el todo vale), pero quizá podamos fijarnos en modelos más cercanos como el del Reino Unido, donde la gestación subrogada es práctica legal desde el año 1985, o el de Portugal, en periodo de regulación desde el año pasado.

    En ambos casos la subrogación debe de ser totalmente altruista, ya que está prohibido cualquier tipo de acuerdo comercial, ni la gestante puede recibir compensación económica alguna durante el proceso. Únicamente los costes de las pruebas y tratamientos médicos. Además, en ningún caso la futura gestante puede aportar sus óvulos.

    ¿Y cuando debería permitirse? Tampoco voy a ser yo el que ponga los límites (no me atrevo), pero quizás cuando a nuestras consultas vienen mujeres con imposibilidad de gestar por malformaciones uterinas importantes, cáncer de mama, endometrio u ovario, una cardiopatía severa, ... en fin, cualquier condición médica grave que les impida quedar gestantes, y vienen con una hermana o amiga dispuesta a hacer el sacrificio de llevar en su interior el bebé que su hermana o amiga no puede llevar, entendamos mejor que quizás pueda haber situaciones en las que, correctamente reguladas, pueda permitirse una gestación por sustitución.

    Y quizás entonces todo quedaría más normalizado y evitaríamos que acudieran a nuestras consultas parejas enfadadas porque les decimos que no podemos (porque no es legal) trasladar sus embriones a Canada y con ello el mercadeo que siempre aparece cuando se enfrentan los sentimientos a las prohibiciones absolutas.

  • ¿Es la infertilidad la nueva pandemia?

    El Director de la Unidad de Reproducción Asistida, Antonio Urries, publica en el Diario El País este artículo

    La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado recientemente un informe en que pone de manifiesto el problema de la esterilidad que, de forma global, afecta a millones de personas en todo el mundo. La principal conclusión es demoledora: 1 de cada 6 personas de la población mundial sufrirá infertilidad en algún momento a lo largo de su vida.

    El informe está basado en un meta análisis realizado sobre 133 estudios publicados en los últimos 30 años (1990-2021) sobre una población de entre 15 y 49 años de distintas partes del mundo y dentro de los objetivos de desarrollo sostenible (SDG) promovidos por la OMS, SDG 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades y SDG 5: Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas.

    Pero lo importante son los resultados. Según dicho estudio un 17.5% de la población mundial sufrirá problemas de infertilidad a lo largo de su vida (lifetime prevalence). Es cierto que se dan variaciones según la zona estudiada, siendo la más alta la encontrada en la zona del Pacífico oeste (23.2%) y la más baja la zona este del Mediterráneo (10.7%), pero lo que ha resultado curioso es que no se han encontrado diferencias en base al nivel de ingresos de cada país, si bien las causas de la infertilidad pueden ser diferentes. En Europa nos encontramos en la media (16.5%).

    Hay quien duda que debamos considerar a la infertilidad como una enfermedad al uso, pero lo que no se puede discutir es que los problemas que genera afectan directamente al concepto de "salud pública" considerado de forma global con el término "One Health" que tanto nos gusta utilizar actualmente. La infertilidad es una enfermedad que provoca importantes problemas sociales que, según el país estudiado, pueden abarcar desde problemas psicológicos, económicos e incluso de violencia de género, frente a lo cual la mayoría de los países no disponen de políticas ni de servicios sanitarios adecuados.

    Podemos pensar que esa es una cuestión que no nos afecta a nosotros en España. Nada más lejos de la realidad ya que son las mismas cifras que manejamos en nuestro país. Estamos en la media. 1 de cada 6 personas en España van a tener problemas de fertilidad a lo largo de su vida. Podemos presumir de servicios sanitarios, pero no podemos olvidar que también tenemos una tasa de natalidad de 1.2 hijos por mujer y necesitaríamos una tasa de reposición de 2.1 para mantener un equilibrio generacional que permita dar sostenibilidad a nuestra sociedad.

    También tenemos nuestros propios problemas. Y el principal es el retraso de la edad en la que accedemos a la maternidad. En 1975 estaba cifrado en los 25 años y actualmente nos acercamos a los 33, que se convierten en 35 entre la población universitaria o que acceden a la vida laboral y esto tiene su coste en nuestra capacidad reproductiva y en los problemas de infertilidad consiguientes.

    Frente a ello sólo hay dos opciones: o cambiamos la sociedad para facilitar el acceso a la maternidad en edades más tempranas o facilitamos el acceso a las técnicas de reproducción asistida (TRA). Aunque posiblemente ya ambas sean necesarias.

    No voy a entrar en los cambios sociales que serían necesarios para la primera opción. Creo que actualmente se escapan a nuestro control. Pero si que es importante que la población (y nuestros gobiernos), sean conscientes del problema que genera este retraso y de que no hay un remedio mágico que lo solucione.
    Disponemos de "soluciones técnicas" como son las Unidades de Reproducción Asistida de las que podemos presumir en España y ya un 10% de los nacimientos en nuestro país son mediante Técnicas de Reproduccion Asistida (TRA). Pero también vemos cómo la edad media de la población que acude a estas unidades se va incrementando paulatinamente. Ya estamos en los 39 años y posiblemente superemos pronto los 40, lo que puede suponer una dificultad añadida para el uso de sus propios gametos.

    En conclusión. Espero que este informe de la OMS no caiga en saco roto y los organismos pertinentes en España tomen nota de que hay que trabajar. En ambas vías. Primero facilitando social y laboralmente la maternidad en edades "biológicamente" más adecuadas y segundo simplificando el acceso a las técnicas de reproducción asistida a aquella población que por motivos sociales desean (o se ven obligadas) a posponer su maternidad a edades más avanzadas, haciendo que ese tránsito por la infertilidad sea más rápido y menos costoso.

    Lo que queda claro es que necesitamos una actuación urgente a nivel mundial para garantizar que todas las personas en todas las partes del mundo puedan conseguir formar su familia deseada.

  • Semana de la fertilidad

    Nuestro Director de la Unidad de Reproduccion Asistida y presidente de ASEBIR, Antonio Urries, participa en el Debate Inaugural de la Semana de la Fertilidad, junto con el Presidente de la SEF y la presidenta de la Red Nacional de Infértiles.

    Puedes ver el vídeo aquí:

Buscador de El futuro de la reproducción humana
Sobre este blog

Actualmente se considera que una de cada cinco parejas en edad fértil va a tener dificultades para conseguir un embarazo. Las Técnicas de Reproducción Asistida dan solución a la mayor parte de estos problemas, pero también generan importantes debates éticos y sociales. En este blog vamos a intentar no sólo marcar las bases de las técnicas diagnósticas y terapéuticas de que disponemos actualmente sino también debatir acerca de los últimos avances que vayan apareciendo. No podemos olvidar que estamos en el Primer Siglo después de Crisper (CRISPR-Cas9)

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