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Blog del Dr. Daniel Martín Fernández-Mayoralas. Neurología. Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo y Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

  • ¡Eso a ti no te lo cuento que me mandas al psicólogo!

    La psicóloga Loreto Charques nos habla acerca de las reticencias que, erróneamente, tanto niños como adultos, muestran en ocasiones a la hora de acudir a un psicólogo.

    Esto mismo es lo que me dijo no hace mucho tiempo un niño que rondaría los 6 años cuando estábamos en una sesión y le pregunté qué había pasado en el recreo.

    Pues bien, no quiso decirme nada por miedo a que le mandara a esa persona tan temida por él, a esa persona a la que él sabía que te mandan si cuentas algo malo que has hecho. Suerte para mí que hasta entonces para él venir a mi consulta era ir a "Loreto" y no al psicólogo e inocentemente venía tan feliz.

    PsicólogoPsicólogo

    Esta pequeña anécdota real que cuento es para hacernos reflexionar de lo equivocados que estamos cuando nos viene a la cabeza la idea preconcebida y errónea de que al psicólogo vamos cuando estamos "locos", "enfermos" o peor aún, cuando nos creemos que somos "débiles". Este error de conceptos que algunos adultos tienen lo trasladan de manera consciente o inconsciente a los niños, los cuales crecen intentando no ir nunca al psicólogo porque eso es sinónimo de que ¡las cosas no van bien! De hecho, muchos papás me dicen en consulta: "Pero entonces, ¿qué le digo, que viene con una profesora o que viene a jugar? Es que no queremos que sepa que viene a un psicólogo". (Mi cara mejor no la describo).

    Bien, si dejamos al lado estas ideas y hacemos un hueco a este tipo de servicio y ayuda en la infancia, tendremos recorrido una importante parte de este camino que es la vida, la cual a veces nos pone algún bache por medio.

    Cuando tenemos un hijo, nos pasamos observando mes a mes que vaya cumpliendo todos los hitos del desarrollo evolutivo normal: sostén cefálico hacia los 3 meses, gateo a los 9, marcha a los 12… Después ansiamos las primeras palabras, el inicio de la lecto- escritura, etc.

    Pero ¿qué pasa cuando los niños no llevan el desarrollo o el ritmo esperado? ¿Quiénes tienen que ser los responsables de detectar los primeros signos de alarma? ¿Los padres?...

    Pues no, respuesta incorrecta. Los padres estamos cargados de amor, ilusión y responsabilidad hacia nuestros hijos, pero no tenemos un manual que nos hagan detectar (o al menos no siempre), que algo no va bien.

    Sin duda unos de los primeros agentes detectores de estas señales, son los médicos y los profesores. Estos últimos pasan muchas horas del día con nuestros hijos y son los que empiezan a sospechar que algo no va bien y ante esta duda, entramos en escena los psicólogos, gracias a sus derivaciones.

    Qué importante es poder abordar las pequeñas (o grandes) dificultades que van apareciendo en cada etapa del desarrollo. Son muchas y muy extensas así que haremos un pequeño resumen de lo más relevante:

    • En la etapa de guardería, etapa que va de los 0 a los 2 años. En estos pequeños diablillos podemos ir detectando ciertos retrasos madurativos, problemas de motricidad, dificultades para expresarse y/ o comprender órdenes sencillas, así como aspectos más relacionados con la irritabilidad, la frustración o problemas de inquietud motora.
    • En la etapa de infantil de 3 a 5 años, comenzamos a detectar los retrasos del lenguaje, dificultades con el habla, con la coordinación, dificultades para aprender conceptos básicos como son los colores, las formas o los números, así como podríamos empezar a vislumbrar baja capacidad para mantener la atención o dificultad para estar sentado en una silla.
    • En la etapa de primaria de 6 a 12, ya es cuando podemos detectar y diagnosticar entre los más comunes: los trastornos del aprendizaje (lectura, comprensión lectora, escritura, cálculo, razonamiento numérico); trastornos por déficit de atención con/ sin hiperactividad; trastornos motores (coordinación, estereotipias, tics…); trastornos de la comunicación (fonológico, tartamudeo); trastornos del espectro autista; discapacidades intelectuales.
    • Etapas de Secundaria y Bachillerato: aquí ya las consultas más demandadas son las relacionadas con los problemas de conducta, las adicciones, así como temas de índole más emocional como es la ansiedad y depresión, entre otros.

    Como hemos comentado anteriormente, esto son solo algunos de los aspectos que valoramos, diagnosticamos y tratamos los psicólogos de la mano de los neurólogos y los neuro pediatras. Problemas y dificultades que cogidas a tiempo con un buen diagnóstico y con una intervención temprana y adecuada para cada caso, suelen tener un pronóstico muy favorable.

    Por tanto y, para terminar, os animo a todos los que lo necesitéis, a dejar atrás los tabúes que arrastra la palabra psicólogo, ya que al igual que cuando nos duele una muela vamos al dentista o cuando nos duele la espalda vamos al fisio..., digamos con la misma naturalidad y seguridad: ¡"Estoy yendo al psicólogo"!

    Te invito a pasar…

    www.centropsicologicoloretocharques.comEste enlace se abrirá en una ventana nueva

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Blog sobre los temas relacionados con la neuropedciatría: déficit de atención, hiperactividad, epilepsia, cefaleas, tics, encefalitis, problemas escolares, etc.

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