Quirónsalud
Blog de las Unidades de Obesidad de Quirónsalud Alicante, Murcia, Torrevieja y Valencia.
La laparoscopia es una técnica que cada vez se emplea más, y por especialistas de diferentes ámbitos ya que tiene numerosas ventajas para los pacientes.
La laparoscopia es el acceso a la cavidad abdominal a través de una óptica conectada a una cámara que se introduce a través de la piel del abdomen, habitualmente el ombligo.
Este procedimiento nació a principios del SXX de forma experimental en Suecia, pero hasta los años 80 no se extendió su uso, inicialmente en ginecología, ampliando las indicaciones hasta el uso habitual que hacemos en cirugía moderna.
La cirugía laparoscópica es una alternativa mínimamente invasiva a la cirugía abierta.
Consiste en acceder al abdomen del paciente a través de pequeñas incisiones por las que se introduce una óptica conectada a una cámara y el material necesario (pinzas, suturas, grapadoras, etc.) para realizar un procedimiento quirúrgico.
Actualmente se emplea en casi todos los campos de la cirugía abdominal, ya que ha demostrado que la recuperación del paciente es mucho mejor, con menos complicaciones, e iguales o incluso mejores resultados que la cirugía abierta tradicional.
La cirugía laparoscópica requiere un aprendizaje específico, ya que las habilidades y destreza necesarias son diferentes de las de la cirugía tradicional con laparotomía.
Las intervenciones que se realizan por laparoscopia tienen muchas ventajas, tanto para el médico que las realiza como para el propio paciente. Algunas de ellas son:
La laparoscopia es una técnica segura, aunque conlleva unos riesgos que hay que tener en cuenta, como la posibilidad de que se infecte la herida quirúrgica o la zona de sutura interna, que se produzca una la hemorragia o que haya una mala cicatrización de la herida.
Esta técnica quirúrgica puede ser usada en todas las operaciones de la cavidad abdominal, como pueden ser las cirugías del aparato digestivo, en urología o en ginecología, además de en otros casos como urgencias por apéndice, o úlceras o en las cirugías de la obesidad mórbida.
Laparoscopia en cirugías del aparato digestivo, se suele utilizar la para extirpación de la vesícula y corrección del reflujo gastroesofágico. Actualmente también se realizan otras como la cirugía del colon, bazo, suprarrenales, hernias inguinales y abdominales y estómago. Se tratan dolencias como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, el prolapso rectal o el estreñimiento grave.
Uso de laparoscopia en urología, se utiliza en casos de prolapso vaginal, testículo no descendido, prostatectomía radical por cáncer de próstata, resección de quistes del riñón o cirugía para la incontinencia femenina.
En la unidad de ginecología también se puede hacer uso de esta técnica para extirpar quistes de ovario, endometriosis, miomas, ligadura de trompas, , embarazos ectópicos, extirpar el útero o en cánceres ginecológicos.
Por otra parte, se puede hacer uso en las cirugías para tratar la obesidad mórbida, ya que se reducen las infecciones y hernias de la pared abdominal.
La recuperación postoperatoria es muy rápida, al minimizar la agresión quirúrgica con unas pequeñas incisiones en la piel, y tanto el dolor como las complicaciones son mucho menores.
En el caso de la cirugía bariátrica, nuestros pacientes suelen irse de alta tras 24h en el hospital, y recuperan la vida normal en una semana tras la intervención.
Tras un procedimiento laparoscópico hay mucho menos dolor y mejora la función respiratoria rápidamente, lo que acelera la recuperación física del paciente y reduce el riesgo de complicaciones, además del beneficio estético, ya que las pequeñas incisiones apenas son visibles.
En Quirónsalud Valencia y Alicante utilizamos este tipo de técnica para las intervenciones que ayudan a nuestros pacientes a combatir la Obesidad. Por ello nuestra Unidad de Obesidad cuenta con los profesionales capacitados para realizar este tipo de técnica en las intervenciones.
Texto elaborado por el doctor Carlos Sala, jefe de las Unidades de Obesidad Quirónsalud Valencia y Alicante
La obesidad no es solo un problema estético. Es un problema médico que aumenta el riesgo de enfermedades y problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes, presión arterial alta y determinados tipos de cáncer.
La obesidad es una enfermedad caracterizada por el acúmulo patológico de grasa en el organismo que es perjudicial para la salud.
Según la OMS, se diagnostica obesidad en un paciente cuando el Índice de Masa Corporal es igual o superior a 30 (IMC=kg/m2), o bien cuando el perímetro abdominal es igual o superior a 102cm en el varón y 88cm en la mujer.
Por su parte, y algo con lo que se suele confundir es el sobrepeso. Este se diagnostica con un IMC igual o superior a 25.
Ambas son enfermedades altamente perjudiciales para la salud de los pacientes.
El síntoma más obvio es el aumento de peso, por lo que los síntomas dependerán de este incremento de peso que, entre otros, pueden ser:
El incremento del IMC comporta un mayor riesgo de padecer ciertas enfermedades como:
Todas estas enfermedades derivadas por la obesidad también se conocen como comorbilidades.
La principal causa del sobrepeso y la obesidad es el desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las gastadas, debido a la sobreingesta, al mayor consumo de alimentos muy energéticos y con alto contenido en grasa, azucarados procesados, y al menor nivel de ejercicio con hábitos más sedentarios.
Cuando el sobrepeso o la obesidad afecta o limita nuestra vida diaria es una gran señal de que algo no va bien en nuestro cuerpo.
Cuando altera nuestro bienestar emocional y autoestima, cuando condiciona la aparición de alguna de las comorbilidades mencionadas anteriormente, o simplemente cuando hemos ganado peso y queremos anticiparnos a todos estos problemas, debemos consultar con un médico especialista y dietista-nutricionista para valorar, estudiar y aplicar la mejor solución personalizada a nuestro caso.
En Quirónsalud contamos con un equipo de nutricionistas y endocrinos que podrán ayudarte a detectar cualquier anomalía en tu salud y peso.
A día de hoy, son muchos los condicionantes ambientales y sociales que promueven cambios poco saludables de nuestros hábitos y dieta.
Tanto la sobreingesta, como el consumo de alimentos grasos, hipercalóricos y azucarados, los alimentos ultraprocesados, etc., junto con un menor nivel de actividad física debido al mayor sedentarismo y a las exigencias laborales, promueven y facilitan la aparición y desarrollo del sobrepeso y la obesidad.
De hecho, es tal la magnitud del problema que afecta ya al 70% de la población española, y se denomina Pandemia del SXXI o diaglobesidad (Diabetes+obesidad). En la Comunidad Valenciana, el 62% de la población padece exceso de peso, y el 20% son obesos.
Los pacientes con obesidad presentan una peor calidad de vida debido a la dificultad en la movilidad, a las enfermedades que asocian con dependencia a fármacos, que necesitan mayores y más estrictos controles de salud (pincharse controles de glucemia, o insulina varias veces al día), sufren una mayor alteración del área afectiva y emocional, con menor autoestima y mayor dificultad para las relaciones personales y laborales, etc. Los pacientes enfermos de obesidad viven menos y además viven peor.
No se trata solamente de hacer una dieta durante unos meses para perder peso, por desgracia suele tener un gran efecto rebote y acaba fracasando.
En nuestra unidad de obesidad del Hospital Quironsalud de Valencia y Alicante ponemos el objetivo en un cambio de hábitos dietéticos y físicos, ayudados de la cirugía bariátrica y metabólica cuando está indicada, para promocionar un peso saludable y una mejoría o curación de las comorbilidades para el resto de la vida de nuestros pacientes. Esta es la base de nuestro éxito.
Si estás preocupado por tu peso o por los problemas de salud relacionados con el peso, consúltale a nuestros especialistas.
Texto elaborado por el doctor Jorge Cid, endocrinólogo de los hospitales Quirónsalud Alicante, Torrevieja y Murcia
"Cuando pasen las fiestas me pongo a dieta", "En enero me apunto al gimnasio", "Este año voy a comer más sano". Si te resultan familiares estas afirmaciones es porque son de las frases más repetidas durante la recta final de diciembre y es que uno de los propósitos más comunes de cada año es adelgazar y perder peso.
Sin embargo, partimos del planteamiento erróneo: no necesitamos perder algún kilo o empezar la dieta en enero, si estas frases las repites año tras año, tienes que cambiar de hábitos y mejorar tu alimentación para decir adiós a las dietas y sus efectos rebotes.
El cambio de hábitos requiere de un aprendizaje, adquirir nuevas rutinas está en nuestra mano y en caso de necesitar apoyo, consultar a un profesional de la alimentación reforzará este etapa de cambio. Además, todo eso debe ir acompañado de actividad física.
No es el mejor principio porque no debería de haber un final, tenemos que cuidar nuestro estilo de vida siempre.
Es cierto que las vacaciones nos permiten parar y pensar, quizás por eso en esta época hagamos algún propósito de enmienda. Si después de estas fechas nos sentimos motivados para empezar algo, sería importante que los objetivos fueran realistas, medibles y abordarlos de uno en uno.
Por ejemplo, "Voy a incluir una ración de fruta todas las mañanas en el almuerzo". Si necesitamos ayuda para establecer prioridades y planificar dichos objetivos podemos acudir a una Unidad de Obesidad multidisciplinar.
Eso es porque ya lo intentamos otra vez y acabamos abandonando nuestros propósitos.
Las obligaciones diarias y los horarios complicados no ayudan. Por eso es fundamental insistir en que los objetivos deben encajar perfectamente con los quehaceres.
Pide ayuda si necesitas identificar las causas que te han hecho fracasar anteriormente.
Comentábamos antes que cualquier cambio para mantenerlo en el tiempo tiene que ser realista, medible y progresivo.
Primero tendremos que identificar qué aspectos de nuestra dieta deben mejorar, después saber priorizar, y comenzar con no más de uno o dos objetivos al día registrando nuestros progresos.
Guarda tus registros, compara tus avances, establece las siguientes metas de acuerdo a los resultados.
Únete a personas que compartan y apoyen tu reto. Busca mejorar tus conocimientos dietéticos, la educación alimentaria es la base del cambio.
Busca una actividad que te guste, prueba algo nuevo, si tienes obesidad u otra enfermedad que limita tu actividad física, recurre a una persona formada para evitar lesiones y entrenar atendiendo a tus objetivos.
Es importante saber que caminar, aunque es una práctica que puede mejorar la salud, no destaca por consumir calorías.
Identificar hábitos o costumbres que necesitan cambiarse o instaurarse, ordenarlos para priorizar la intervención, abordarlos de uno en uno para poder integrarlos, medir resultados y corregir errores si fuera necesario. Los profesionales de la salud podemos ayudarte en este proceso.
Texto elaborado por Rocío Práxedes, Dietista-Nutricionista de la Unidad de Obesidad de Quirónsalud Valencia.
La glándula tiroidea es un órgano situado en la región anterior del cuello. Consta de dos lóbulos simétricos adosados a los lados de la tráquea y la laringe que están unidos entre sí por el istmo. La tiroides pesa unos 20 gramos en un adulto sano.
Esta glándula utiliza el yodo para elaborar determinadas hormonas que intervienen en el desarrollo y el metabolismo de nuestro cuerpo. Entre sus funciones está: controlar la frecuencia cardiaca, la temperatura corporal, los niveles de colesterol, glucógeno y glucosa y, además son fundamentales para la memoria. Estas influyen en el peso corporal y el nivel energético.
La clasificación es muy amplia, pero para simplificar se puede resumir en dos entidades principales.
Este tipo de tiroides se denomina cuando se da la situación clínica en la que existe una insuficiente producción de hormonas tiroideas
Esta situación puede estar producida por patología a nivel de la glándula tiroidea, siendo la causa más frecuente de hipotiroidismo. Este es el motivo por el que suelen darse casi el 99% de los casos, y de ellas la Tiroiditis de Hashimoto. La otra situación puede ser por insuficiente estimulación de un tiroides normal debido a enfermedad hipotálamo-hipofisaria, estas suele darse con una frecuencia inferior al 1% de los casos, o por resistencia de los tejidos a la acción de las hormonas tiroideas.
Este tipo de tiroides se denomina así debido a un aumento de la actividad tiroidea.
La enfermedad de Graves-Basedow es la causa más común, seguida del bocio multinodular y del adenoma tóxico.
Debido a que las hormonas tiroides actúan sobre múltiples órganos, las manifestaciones clínicas de la enfermedad son muy diversas.
La clínica depende principalmente de la severidad del déficit hormonal, del tiempo de evolución y de la repercusión sobre los diferentes tejidos. Éstos síntomas suelen instaurarse de forma progresiva, siendo uno de los síntomas de aparición más precoz la astenia y la ganancia de peso.
Los síntomas del hipotiroidismo varían según la gravedad de la deficiencia hormonal. Los problemas tienden a desarrollarse lentamente, a menudo durante varios años.
Al principio, los síntomas del hipotiroidismo son apenas perceptibles, como el cansancio o el aumento de peso. O simplemente puedes atribuírsele al día a día o a una mala alimentación. A medida que el metabolismo continúa ralentizando, es posible que los problemas sean más evidentes.
Los síntomas que puede presentar este tipo de tiroides es muy variado y depende de cada paciente, pero entre ellos podemos mencionar algunos generales.
Afecta a piel y anejos, produciendo una piel pálida y gris, de aspecto edematoso, piel reseca y áspera. Pieles con mayor frecuencia de hematomas por fragilidad capilar, disminución de vello, uñas más quebradizas y crecen más lentamente.
Al sistema cardiovascular, puede darse un gasto cardiaco disminuido, alteraciones en la la resistencia vascular periférica, puede producir cambios electrocardiográficos tales como bradicardia sinusal…
Al sistema nervioso central y periférico, se pueden ver afectadas todas las funciones intelectuales, como son el pensamiento, memoria, aprendizaje viéndose disminuidas.
Al sistema muscular y respiratorio, afectación mixedematosa de la musculatura, rigidez, dolores musculares…
Sistema esquelético, este puede verse afectado, y son esenciales para el normal crecimiento y maduración del esqueleto.
Función renal, hematopoyético, función hipofisaria y suprarrenal, metabolismo energético.
Aparato gastrointestinal, afectando en forma de estreñimiento, malabsorción…
Función reproductora, se puede producir una disminución de líbido, oligoespermia, disfunción eréctil, fertilidad reducida, abortos espontáneos…
Las causas del hipotiroidismo pueden ser numerosas, entre ellas, enfermedad autoinmunitaria, tratamientos para el hipertiroidismo, radioterapia, cirugía de tiroides y ciertos medicamentos.
El hipotiroidismo surge cuando la glándula tiroides no produce la suficiente cantidad de hormonas. El hipotiroidismo puede deberse a muchos factores, como puede ser:
Una enfermedad autoinmune, una de las causas más frecuentes de hipotiroidismo es un trastorno autoinmunitario conocido como tiroiditis de Hashimoto.
La respuesta al tratamiento para el hipertiroidismo. Las personas que producen demasiada hormona tiroidea suelen recibir tratamiento con yodo radioactivo o medicamentos antitiroideos. En ocasiones al corregir el hipertiroidismo puede acabar disminuyendo demasiado la producción de la hormona tiroidea, lo que ocasiona un hipotiroidismo permanente.
La cirugía de tiroides ya que al extirpar toda o gran parte de la glándula tiroides se puede disminuir o detener la producción de hormonas, lo que hará necesario consumir hormona tiroidea de por vida.
La radioterapia. Este tratamiento que se utiliza para tratar el cáncer de cabeza y cuello puede afectar la glándula tiroides y conducir al hipotiroidismo.
Algunos medicamentos. Hay un gran número de medicamentos que pueden contribuir al desarrollo del hipotiroidismo.
Existe susceptibilidad genética para desarrollar por ejemplo la tiroiditis de Hashimoto, siendo más prevalente en pacientes con historia familiar de esta y de otras enfermedades autoinmunes como la insuficiencia adrenal, diabetes mellitus tipo 1, anemia perniciosa, miastenia grave, celiaquía, artritis reumatoide, vitíligo, esclerosis múltiple o lupus, entre otras.
Además de la susceptibilidad genética, existen factores de riesgo no genéticos tales como la baja/muy alta ingesta de yodo, obesidad, gestación, irradiación local, tratamiento con citoquinas, o la propia edad.
El aumento de peso en general es debido a la retención de líquidos en los tejidos y no suele superar el 10% del peso corporal.
Una vez se confirme el hipotiroidismo mediante una analítica de sangre se procede al inicio del tratamiento y al cambio en las medidas higienico-dietéticas.
El tratamiento de elección del hipotiroidismo es la levotiroxina (T4). El objetivo del mismo es:
Resolver los síntomas y signos del hipotiroidismo.
Conseguir la normalización de los niveles de TSH
Evitar el sobretratamiento, sobre todo en personas mayores, por el riesgo de efectos adversos que ello conlleva.
Una vez iniciado el tratamiento con hormona tiroidea, se recomienda reevaluar a las 4-8 semanas de haber iniciado el mismo, y así sucesivamente hasta que se consiga el objetivo deseado de TSH. Una vez estable, se recomienda reevaluar cada 6 meses durante un año, y posteriormente, de forma anual.
Texto elaborado por el Dr. Jorge Cid, endocrino de la Unidad de Obesidad de Quirónsalud Alicante
La llegada del verano supone una relajación en nuestros hábitos y rutinas. Reuniones con amigos y familiares, viajes, chiringuitos, comidas y cenas fueras de casa, picoteo entre horas, cervezas, helados…
Los meses antes del verano son lo que conocemos como los meses de operación bikini. Nos esforzamos por mejorar nuestra alimentación y nos animamos en la práctica de algún deporte, sin embargo cuando llega el verano estas buenas prácticas desaparecen.
Todo esto tiene sus consecuencias y la báscula lo nota, durante las vacaciones de verano solemos engordar de 2 a 3 kilos. ¿Pero por qué suele pasar esto? Los especialistas de los centros de Quirónsalud te lo contamos, y tienes que saber que está muy relacionado con los hábitos de alimentación de cada uno.
Ganamos peso en verano porque salimos a comer fuera de casa con más frecuencia, tenemos vacaciones y no estamos sujetos a horarios y orden de comidas, se producen más encuentros familiares y con amigos, pero sobre todo, porque no entendemos los tratamientos dietéticos como un cambio de hábitos.
Algunas personas entienden las vacaciones como un momento de liberación frente a las obligaciones y rutinas aprendidas, de manera que durante el verano se comportan de otra manera, y el riesgo está en que las conductas repetidas pueden gestar nuevas costumbres.
Esta señal de liberación puede interpretarse como una forma de perjudicar nuestro bienestar personal porque descuidamos habilidades y estrategias que habitualmente seguimos para auto-cuidarnos, por ejemplo: en casa hemos conseguido hacer un desayuno saludable cada día, pero cuando estamos de vacaciones y en un hotel, no sabemos poner fin a una ingesta placentera y posponer la gratificación.
Sería útil poder disfrutar del tiempo de descanso desde la atención a nuestras necesidades, además de fomentar el bienestar emocional siendo conscientes del momento presente, estas acciones nos ayudan a no pecar en los eventos sociales, la comida deja de ser lo más importante, nos ayudan a manejar el autocontrol frente a las conductas impulsivas.
La mejor recomendación es pensar e idear lo que podemos hacer antes de que acabe el verano, para prevenir la ganancia de peso.
Lo menos indicado es autoconvencernos de que no pasa nada, y que "ya en septiembre empezaremos la dieta de nuevo", porque no estamos contribuyendo a mejorar nuestra conducta y patrón alimentario.
Pero los objetivos en este período tienen que ser pocos, realistas, claros y medibles, sencillamente porque estamos de vacaciones y descanso.
Para entenderlo, veamos un ejemplo: Es posible que en casa no bebamos alcohol, pero en un contexto social, es difícil evitarlo; podemos plantearnos lo siguiente: "beber solo una copa de vino en la cena del sábado". Registrar estos logros puede motivarnos en lugar de llenarnos de culpa y arrepentimiento.
Prepararnos mentalmente para determinadas situaciones puede ser una herramienta útil, podemos idear un plan de intervención para ser flexibles con nosotros mismos y resolutivos con el resto.
Lo importante es tratar de ser conscientes de lo que decidimos hacer y no tratar de realizar conductas compensatorias ante los momentos de malestar emocional, puesto que esto únicamente fomentará la sensación de pérdida de control, lo que conllevará una probable sensación de fracaso que agravará el problema con nuestra alimentación.
Las comidas que hacemos en casa durante el verano no deberían de cambiar demasiado. Podemos planificar el menú semanal en casa para asegurar la ingesta de legumbres, pescado, y verduras, e incluir algún extra durante la semana, por ejemplo "una pizza el viernes por la noche", además la pizza puede ser casera e incluir ingredientes saludables.
También es importante cambiar nuestro discurso interno y externo. En lugar de pensar y hablar de cometer "excesos" en verano, podemos permitirnos la posibilidad de "flexibilizar" la dieta, incorporar algún alimento o plato más calórico y quizás menos saludable, pero siempre siendo consciente del tamaño de la ración y la frecuencia de consumo.
Porque la solución no es ganar y perder peso cada año, es necesario conciliar lo que nos gusta para comer y lo que conviene a nuestra salud.
Esta es una de las consultas frecuentes al equipo de profesionales sanitarios en Quirónsalud, es importante tener en cuenta los hábitos de cada persona y su ritmo de vida, por ello:
Texto elaborado por Rocío Práxedes, dietista de la Unidad de Obesidad del hospital Quirónsalud Valencia
Blog realizado por especialistas de los Hospitales Quirónsalud Murcia, Torrevieja y Valencia donde encontrarás consejos de expertos profesionales de la nutrición, la psicología, la medicina deportiva y la cirugía para que tu camino hacia el objetivo de un peso saludable y una vida más plena sea más sencillo y alcanzable.
La finalidad de este blog es proporcionar información de salud que, en ningún caso sustituye la consulta con su médico. Este blog está sujeto a moderación, de manera que se excluyen de él los comentarios ofensivos, publicitarios, o que no se consideren oportunos en relación con el tema que trata cada uno de los artículos.
Quirónsalud no se hace responsable de los contenidos, opiniones e imágenes que aparezcan en los "blogs". En cualquier caso, si Quirónsalud es informado de que existe cualquier contenido inapropiado o ilícito, procederá a su eliminación de forma inmediata.
Los textos, artículos y contenidos de este BLOG están sujetos y protegidos por derechos de propiedad intelectual e industrial, disponiendo Quirónsalud de los permisos necesarios para la utilización de las imágenes, fotografías, textos, diseños, animaciones y demás contenido o elementos del blog. El acceso y utilización de este Blog no confiere al Visitante ningún tipo de licencia o derecho de uso o explotación alguno, por lo que el uso, reproducción, distribución, comunicación pública, transformación o cualquier otra actividad similar o análoga, queda totalmente prohibida salvo que medie expresa autorización por escrito de Quirónsalud.
Quirónsalud se reserva la facultad de retirar o suspender temporal o definitivamente, en cualquier momento y sin necesidad de aviso previo, el acceso al Blog y/o a los contenidos del mismo a aquellos Visitantes, internautas o usuarios de internet que incumplan lo establecido en el presente Aviso, todo ello sin perjuicio del ejercicio de las acciones contra los mismos que procedan conforme a la Ley y al Derecho.