peligros_blanqueamiento_dental

La sonrisa es el vehículo con el que expresamos alegría y felicidad, además de ser una de las partes más visibles del rostro, lo que la convierte en el foco de atención cuando conversamos. Pero por desgracia no todos podemos disfrutar de una blanca dentadura. El tabaco, la edad, el café o una higiene inadecuada hacen que los dientes vayan perdiendo su blancura. Estas circunstancias hacen que algunas personas recurran a fórmulas o tratamientos caseros para blanquear sus dentaduras y conseguir las sonrisas de cine que muestran hoy en día las celebrities.

Lo primero que debemos plantearnos es si los tratamientos blanqueadores que se ofrecen al público son realmente eficaces, ya que carecen de efectividad al presentar bajísimas concentraciones de los agentes blanqueadores. Además pueden provocar problemas si se usan indiscriminadamente, tales como sensibilidad o dolor en los dientes, irritación o ulceraciones en las encías, o incluso lesiones internas, como reabsorción radicular.

Para cualquier tratamiento dental debemos someternos a un estudio previo. Si aplicamos agentes blanqueadores sin haber realizado antes un diagnóstico, nos podemos encontrar con que el color del diente no mejore absolutamente nada, como en el caso de las tinciones grises causadas por la tetraciclina (un antibiótico). Por lo tanto, es fundamental que el tratamiento de blanqueamiento lo lleve a cabo un odontólogo. Y por supuesto hay que huir de trucos caseros, como frotarse los dientes con bicarbonato, limón o vinagre, o recurrir a tratamientos abrasivos, ya que pueden provocar deterioro o erosiones del esmalte irreversibles

¿Mi mejor consejo para disfrutar de una sonrisa de película? Mantener una higiene bucal cuidadosa y estricta y llevar a cabo revisiones periódicas en su clínica de confianza.