Al transcurrir el tiempo son muchos los cambios corporales que el ser humano enfrenta. En el caso de las mujeres y debido a la variación hormonal como los embarazos, la variabilidad de peso e incluso la misma gravedad, se tiende a padecer afecciones como la caída de mamas. Esta es también conocida como ptosis mamaria, aunque dicho término pudiera ser un poco extraño a simple vista, su traducción literal del griego es caída mamaria.

A pesar de ser un padecimiento habitual dentro de la sociedad, en muchas oportunidades resulta un tabú entre algunas mujeres que lo reconocen como una especie de desdicha o defecto radical. Aun así, este tipo de caída es algo natural, no solo por el efecto gravedad sino también por la pérdida progresiva de elasticidad en las fibras de la piel.

Principales causas de la ptosis mamaria
Una de las causas más comunes de la pstosis mamaria es el envejecimiento. Al igual que el resto del cuerpo, las mamas van perdiendo su postura habitual. Sobre todo, cuando enfrentamos los diversos cambios que suele asumir nuestro organismo como la maternidad. Las fibras elásticas de la piel se estira y adelgaza, en compañía de la distensibilidad de los ligamentos de Cooper, una suspensión natural del pectoral.

Todos estos factores ocasionan la caída de la mama provocando así la despedida de su forma y aspecto juvenil. Aunque es más frecuente verlo en pechos de un tamaño mayor, los más pequeños no están exentos, pues la ley de gravedad puede afectarlas a todas en algún punto.

Esta es una afección que podría golpear fuertemente el autoestima, pero también es cierto que puede rectificarse a través de una intervención quirúrgica sin ningún tipo de contratiempo.

¿Como saber si se cuenta con mamas caídas?
Pese a que este problema se podría evidenciar de forma sencilla según su visibilidad, existe un método infalible para diagnosticarlo. Este es determinado según los grados de caída de senos utilizado en la escala de Regnault:

• Primer grado: suele darse en mamas pequeñas, en donde por lo general se puede ver las areolas a nivel del surco mamario.
• Segundo grado: también es atribuido a las mamas de tamaño modesto, pero más pronunciadas. Cuando se trata de este nivel, es porque las mamas ya habrán sufrido un descenso del surco submamario.
• Tercer grado: cuando se llega al tercer grado hablamos de una caída de pecho por envejecimiento, hipertrofias moderadas o tras un pérdida de peso importante. Esta es la más fácil de diagnosticar, ya que las areolas se encuentran muy por debajo del surco mamario y están orientadas hacia abajo.
• Cuarto grado: al ser el último, destaca por una hipertrofia significativa con distancias importantes, mayores a 40 cm.

Tratamientos quirúrgicos para la ptosis mamaria
Para resolver la pstosis mamaria, existe una intervención quirúrgica destinada a su corrección llamada mastopexia. Cuyo procedimiento utiliza los mismos patrones para la reducción mamaria. Es importante destacar que no todas las intervenciones se realizan de la misma manera, pues esto dependerá del volumen de la mama. Si este es adecuado, se trabajará con la piel para remodelarla hasta conseguir nuevamente ese aspecto firme y jovial.

Por otra parte, si el volumen es escaso y la mama posee un aspecto vacío, la mejor recomendación será aumentar ese volumen a través de prótesis mamarias, también conocida como mamoplastia de aumento. Asimismo existe un tercer caso importante de resaltar, cuando el volumen es excesivo, la paciente deberá someterse a una mamoplastia de reducción, intervención quirúrgica que disminuye el volumen, logra la elevación de la mama y se corrige la macrotelia de ser el caso el tamaño desmesurado de la areola.

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