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Blog de la Dra. Sonia García Vizuete, Jefa de Servicio de Medicina del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Sur

  • Hay otros virus además del Covid: Hepatitis C, la epidemia silenciosa

    Hoy escribe nuestro blog la Dra. Mónica González, responsable del área de hepatología del Hospital Quirónsalud Sur.

    Hepatitis C, la epidemia silenciosaHepatitis C, la epidemia silenciosa

    La hepatitis C es un problema de salud pública que afecta a más de 185 millones de personas en el mundo. De ellas 350.000 mueren cada año.

    En España la infección afecta a aproximadamente el 1% de la población, pero el 40% de esas personas no lo sabe.

    Este virus se trasmite por la sangre o derivados. Por eso los principales grupos de riesgo son las personas adictas a drogas intravenosas, las personas que recibieron alguna transfusión antes de 1992, o los pacientes en hemodiálisis. También pudieron contagiarse durante la realización de cirugías, inyecciones, tatuajes o trabajos dentales, si el material se reutiliza o no se esteriliza adecuadamente. La transmisión sexual del VHC es rara pero el riesgo aumenta si se tienen múltiples parejas, la persona tiene infección por el virus del SIDA u otras infecciones de transmisión sexual o cuando se realizan prácticas sexuales sin protección o con mucho riesgo de sangrado. La transmisión del VHC de la embarazada al recién nacido es poco probable, de 4-8 % y es máximo en el momento del parto, y también es mucho mayor en mujeres con VIH. El riesgo de transmisión por la lactancia es prácticamente nulo.

    Cuando un paciente se infecta por el virus de la hepatitis C tiene bastantes posibilidades de que se convierta en una hepatitis crónica porque nuestro sistema inmune no puede eliminar el virus. De estos pacientes, un tercio desarrollará cirrosis al cabo de 25-30 años, y algunos cáncer hepático. En España, la hepatitis C es la principal causa de cirrosis y de carcinoma hepatocelular y la causa del 30% de los trasplantes hepáticos.

    Hasta 2014, los tratamientos para intentar curar la infección por VHC eran poco eficaces, largos e incómodos, con muchos efectos secundarios. Gracias a la investigación, ese año aparecieron los primeros antivirales de acción directa que curan la infección en más del 95% de los pacientes con tan solo 8-12 semanas de tratamiento. Además, tienen pocos efectos adversos y se toman por boca. Por esto debemos ofrecer tratamiento antiviral a todos los pacientes con diagnóstico de hepatitis C crónica porque la curación de la infección evita la evolución a cirrosis y el riesgo de cáncer. También baja el riesgo de morir por causa hepática y no hepática y además elimina al individuo como fuente de transmisión del VHC.

    La Organización Mundial de la Salud ha establecido unos objetivos para la eliminación de las hepatitis víricas en 2030: reducir el número de casos en un 90% y la mortalidad en un 65%. Para conseguir eso tenemos que diagnosticar al 90% de los pacientes infectados y tratar al 80% de ellos. En España existe un Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C desde abril de 2015, con ello se ha podido tratar a más de 150.000 pacientes y se estima que se evitaran más del 75% de las complicaciones secundarias a la enfermedad hepática a largo plazo.

    La mayoría de los pacientes con hepatitis C crónica no tienen síntomas, o son molestias no específicas, como cansancio. Además, una tercera parte de los infectados tienen pruebas hepáticas normales. Por eso, para conseguir el objetivo deseado de erradicación de la infección, es necesario la sensibilización de la población, sobre todo en los grupos de riesgo, para hacer una búsqueda activa de la infección.

    El diagnóstico precoz de la hepatitis C debe hacerse mediante un análisis de sangre que evalúa la presencia de anticuerpos frente al virus C. Si el resultado es positivo, se hará la detección de virus circulante (PCR VHC) para saber si se trata de una infección pasada o activa. También deberá averiguarse qué tipo de virus tiene cada persona (hay 7 diferentes) para seleccionar el tratamiento antiviral más apropiado, ya que los fármacos no son igualmente eficaces frente a todos los genotipos.

    Una vez conocida la infección, es necesario realizar una ecografía abdominal y valorar la existencia o no de fibrosis hepática, mediante una prueba indolora llamada Fibroscan (elastografía de transición). Esta prueba permite conocer la dureza hepática, en una escala de 0 a 4. Con estos datos, se puede elegir mejor qué tratamiento utilizar, durante cuánto tiempo y si hay necesidad de hacer seguimiento tras la curación. Los pacientes con fibrosis leve o sin fibrosis pueden ser dados de alta y seguidos por el médico de Atención Primaria. En cambio, los pacientes con fibrosis avanzada (F3-F4), especialmente los que tengan cirrosis, deben continuar su seguimiento por el especialista porque el tratamiento reduce pero no hace desaparecer del todo el riesgo de complicaciones o la aparición de cáncer hepático, así que esos pacientes deber seguir haciéndose ecografías periódicamente.

    Aquellas personas en grupos de riesgo, presente o pasado, es conveniente que investiguen con su médico de cabecera o con su especialista para realizar una búsqueda activa de la infección para, en caso necesario, realizar el tratamiento lo antes posible.

    Albillos Martínez A, Cañada Merino JL, Molero García JM, Pérez Cachafeiro S, Pérez Escanilla F, Simón Marco MA, Turnes Vázquez J; AEEH, SEMERGEN, semFYC, SEMG. Consenso de recomendaciones para el diagnóstico precoz, la prevención y la atención clínica de la hepatitis C en Atención Primaria. Madrid: Luzán 5; 2017

    Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Plan estratégico para el abordaje de la hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud. Madrid, 21 de mayo de 2015. Disponible en: http://www.msssi.gob.es/ciudadanos/ enfLesiones/enfTransmisibles/hepatitisC/PlanEstrategicoHEPATITISC/docs/ plan_estrategico_hepatitis_C.pdf

  • La sedación como parte fundamental de la endoscopia digestiva

    Sedación endoscopia digestivaSedación endoscopia digestiva

    La sedación o anestesia es una parte importante de la endoscopia porque cuando tratamos de entrar por los orificios del cuerpo con aparatos mecánicos casi siempre provocamos algún tipo de molestia el paciente. Aunque no dañemos ningún órgano, si no se empleara sedación, el paciente tendría nauseas o dolor habitualmente.

    Desde hace muchos años, se ha intentado que las endoscopias digestivas sean indoloras, y, para ello se utilizan diferentes fármacos para que el paciente se entere poco o nada de lo que estamos haciendo dentro de su cuerpo.

    La sedación puede ser muy ligera, como un simple adormecimiento, o llegar a ser muy profunda, equivalente a una anestesia. En términos generales, para la endoscopia digestiva más habitual, suele ser suficiente una sedación profunda, que es una situación intermedia. En este estado el paciente no tiene dolor, no percibe lo que ocurre a su alrededor y está profundamente dormido, pero a la vez sigue respirando espontáneamente y no es necesario ayudarle artificialmente a respirar cómo sí ocurre en la anestesia general.

    Cada tipo de endoscopia y cada paciente puede requerir un tipo o profundidad de sedación diferente, depende de lo que se vaya a hacer, si es más o menos largo o complejo, si la persona tiene enfermedades previas que hagan la sedación más peligrosa o, incluso, depende también del centro médico donde se vaya a hacer la prueba.

    La sedación debe siempre ser administrada por profesionales entrenados, que pueden ser enfermeras o médicos endoscopistas correctamente formados, pero en algunos casos los responsables de la misma deberán ser médicos especialistas en Anestesia , porque la prueba que se va a hacer lo requiera o la persona tenga unas condiciones previas que lo aconsejen.

    Por eso es importante que las endoscopias digestivas se realicen en centros que tengan disponibles a todos estos profesionales, ya que eso garantiza el bienestar y la seguridad del paciente. También deben tener todos los medios técnicos para que en caso de haber algún problema (afortunadamente infrecuentes) pueda resolverse inmediatamente.

    La sociedad española de endoscopia digestiva proporciona a médicos y enfermeras de digestivo la formación necesaria a través de cursos que organiza en diferentes hospitales a lo largo del año, y los médicos Anestesistas cuentan con conocimiento suficiente por su especialidad. Todos deben trabajar de forma complementaria y fluida para dar respuesta a cada situación.

    La calidad de la endoscopia no depende sólo de lo bien que se haga o de lo modernos que sean los endoscopios (todo ello muy importante) sino también incluye que el paciente tenga buenas sensaciones, no tenga dolor y no lo pase mal. Aquellas personas que no tienen malos recuerdos de una endoscopia se la repiten si es necesario sin problemas, lo que mejora la adhesión a programas muy importantes como el de la prevención del cáncer de colon. Además, las endoscopias que se hacen con sedación mejoran en otros muchos indicadores objetivos de calidad, de forma que, en el siglo XXI, no se entienden endoscopia y sedación como dos cosas independientes, sino más bien como un conjunto que incluye a ambas para conseguir el mismo objetivo: buen diagnóstico y tratamiento con el mínimo o ningún sufrimiento.

    Para saber más:

    https://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-14-articulo-la-sedacion-necesaria-realizacion-una-S0210570508000186Este enlace se abrirá en una ventana nueva

    https://www.micof.es/ver/19586/endoscopia-digestiva-quitate-el-miedo.htmlEste enlace se abrirá en una ventana nueva

  • La diarrea veraniega: un acompañante indeseado de las vacaciones

    La diarrea, como la canción, es un clásico del verano.

    diarrea veraniegadiarrea veraniega

    ¿Por qué se producen las diarreas en verano?

    • Las diarreas más frecuentes suelen estar provocadas por virus intestinales. Pueden afectar a una o varias personas de la misma familia, porque son muy contagiosas.

    Suelen ser diarreas autolimitadas, que duran 3 ó 4 días, producen también vómitos, malestar y, a veces, algo de febrícula (temperatura entre 37 y 38º).

    • Otras veces, las diarreas están producidas por bacterias. Muchas veces, esas bacterias son parecidas a las que forman parte de la flora intestinal, pero, en otras ocasiones, son infecciones importantes producidas por bacterias capaces de producir una importante inflamación en el intestino. Un ejemplo de estas últimas sería la salmonelosis.

    Estas diarreas suelen ser más intensas, causan más malestar y, a menudo, se acompañan de fiebre alta. También puede aparecer sangre con las deposiciones.

    Como suelen producirse por contaminación de alimentos, a menudo aparecen en forma de brotes epidémicos con múltiples personas afectadas.

    • También podemos tener diarreas causadas por parásitos microscópicos, como las amebas. Estos parásitos, en contra de lo que muchas personas piensan, también podemos cogerlos en España, por verduras mal lavadas o agua de pozos. Sin embargo, es verdad que los viajes a países con sistemas de aguas pocos perfeccionados y clima tropical, son un importante factor de riesgo para estas infecciones.

    ¿Cómo se tratan?

    En todos los casos, es necesario recuperar los líquidos perdidos con la diarrea, por lo que se interntará siempre la hidratación oral (suero, bebidas isotónicas, etc). El estado de cansancio y postración hace recomendable cierto reposo.

    La clásica "dieta blanda" o "dieta astringente" tiene poca utilidad, salvo si hay muchas naúseas o en las primeras horas.

    En las diarreas en las que se sospecha una causa bacteriana o parasitaria es importante realizar un cultivo de las heces, para intentar averiguar qué microorganismo está produciendo el problema, y, con frecuencia, es necesario administrar antibióticos o antiparasitarios para que se resuelvan.

    Algunas veces es necesario el ingreso hospitalario, debido a deshidratación o si las diarreas se acompañan de sangrado.

    En todos los casos son especialmente vulnerables los niños pequeños, los ancianos y los enfermos crónicos.

    ¿Cuándo debo preocuparme?

    • Si la diarrea ocurre en niños pequeños o personas ancianas.
    • Si no es posible reponer el líquido perdido por la diarrea, porque también tiene vómitos y no puede beber
    • Si las orinas son muy oscuras, tiene la boca seca y se encuentra muy cansado.
    • Si tiene fiebre por encima de 38 grados.
    • Si ve sangre con las heces.
    • Si la diarrea dura más de 3-4 días.

    ¿Qué debo hacer?

    • Siempre, intentar beber cualquier líquido que apetezca: agua, bebidas isotónicas como el Acuarius, caldo, infusiones, suero-oral etc.
    • Hacer reposo.
    • Comer lo que apetezca, pero con sentido común: no es necesario hacer solo dieta blanda, pero tampoco es muy recomendable comer cosas fuertes como carnes grasas o legumbres.
    • No prolongar la dieta blanda nunca más de 3-4 días, no ha demostrado servir para nada y puede ser contraproducente.
    • Nunca tomar fármacos antidiarreicos para "cortar la diarrea": pueden ser peligrosos si es una diarrea infecciosa.
    • Nunca tomar antibióticos por su cuenta, solo son útiles en diarreas bacterianas y deben ser recetados por un médico.
    • Consultar a su médico si tiene dudas, o ir a un servicio de Urgencias.
  • Cuando los gases son un problema: el síndrome de intestino irritable

    Síndrome del intestino irritableSíndrome del intestino irritable

    El síndrome de intestino irritable (SII) o colon irritable es un problema de salud muy frecuente que vemos en la consulta de aparato digestivo. Aunque es difícil dar cifras exactas se estima que aproximadamente el 10 % de la población española lo sufre.

    La falta de exactitud en las cifras se debe a que los síntomas que produce este problema pueden confundirse con otras enfermedades y por lo tanto a veces los límites no están demasiado claros.

    Pero, ¿qué es el intestino irritable? Es un trastorno que se incluye dentro de los llamados trastornos funcionales del aparato digestivo, que son problemas de salud intestinal en los que no tenemos alteraciones analíticas o anatómicas que lo causen. Por ejemplo, la colitis ulcerosa es una enfermedad autoinmune en la que aparecen úlceras intestinales que, a su vez, causan los síntomas.

    Pues bien, en el colon irritable no tenemos nada de eso, es decir, se define más bien por lo que no es: no es una alergia o intolerancia alimentaria, no es una enfermedad celiaca, no es una enfermedad autoinmune….

    Para poder diagnosticar a un paciente de SII, lo único que tenemos es la historia clínica: el paciente cuenta síntomas desde hace tiempo, habitualmente malestar, gases, diarrea o estreñimiento o alternancia entre ambos, que aparecen y desaparecen sin que, aparentemente, nada concreto los desencadene o ayude a que mejoren.

    Los expertos en este problema establecieron los criterios de Roma para ayudarnos a diagnosticarlo. En su versión III establecen que debe cumplirse la presencia de:

    1. Dolor/molestias abdominales de repetición (≥ 3 días/mes en los últimos 3 meses), más

    2. Dos o más de:

    a. Mejoran con la defecación.

    b. Asociados con cambios en la frecuencia de las deposiciones.

    c. Asociados con cambios en la forma de las heces.

    En la versión IV se amplió el concepto para englobarlo dentro de los llamados "Trastornos de la interacción cerebro-intestino", que son un conjunto de problemas gastrointestinales relacionados con alteraciones en la motilidad, sensibilidad visceral, inmunidad mucosa, flora intestinal y en el procesamiento del sistema nervioso central.

    En el diagnóstico de esta enfermedad, deben incluirse todos aquellos estudios no invasivos que permitan descartar enfermedades similares. Normalmente es suficiente un análisis de sangre, de heces y un test de hidrógeno espirado: con estos tres simples test de laboratorio podemos descartar la mayoría de las enfermedades digestivas que podríamos confundir con el SII. En algunos pocos casos serán necesarios estudios endoscópicos o de imagen como ecografía intestinal o resonancia magnética.

    Otra cosa que no es el intestino irritable es una enfermedad mental. Las manifestaciones digestivas de la depresión o la ansiedad son muy frecuentes pero este es un problema diferente e independiente. Para complicarlo un poco más, el malestar que produce el SII puede acabar causando problemas adaptativos al producir dolor crónico.

    Porque hay que señalar que, si bien el colon irritable no es un problema grave de salud, puede producir un impacto serio en la calidad de vida de las personas. Los pacientes (que son sobre todo, mujeres) experimentan síntomas sobre los que no tienen control, que no saben por qué les ocurren y que les provocan situaciones incómodas como episodios de incontinencia de gases o de heces, hinchazón de tripa o dolor.

    El colon irritable no puede curarse pero sí tratarse: existen pautas de alimentación y diferentes estrategias farmacológicas y nutricionales para mejorar los síntomas y disminuir su intensidad, su frecuencia y su impacto sobre la calidad de vida.

    Nuestro trabajo como especialistas en digestivo es encontrar el camino para poder ayudar a cada paciente de forma personalizada, adaptando estas herramientas a los síntomas y características de cada uno.

    Para saber más:

    https://www.saludigestivo.es/mes-saludigestivo/sindrome-del-intestino-irritable/Este enlace se abrirá en una ventana nueva

    Documento de consenso sobre las dietas de exclusión en el síndrome del intestino irritable (SII) Revista Española de Enfermedades Digestivas vol.110 no.12 Madrid dic. 2018

    http://dx.doi.org/10.17235/reed.2018.5941/2018/

    Síndrome del intestino irritableSíndrome del intestino irritable

  • Recomendaciones para la endoscopia digestiva tras el Covid-19

    Endoscopia digestivaEndoscopia digestiva

    En las últimas semanas, todas o casi todas las unidades de endoscopias de España han estado paralizadas debido a la epidemia por SARS-CovV-2 o Covid-19. Esto se debe a que, por un lado, muchos profesionales o han estado enfermos o han sido desplazados de su actividad habitual para atender a pacientes Covid. Pero también a que muy pronto se puso sobre la mesa la posibilidad de que las endoscopias pudieran ser una vía de contagio de la infección, lo que hizo recomendable suspender los procedimientos hasta saber más de esta enfermedad.

    Aunque no hay mucha información definitiva respecto del coronavirus, en la endoscopia digestiva se pueden producir gotas contaminantes que, sabemos desde hace tiempo, llegan a los sanitarios que realizan las exploraciones y a las superficies cercanas al paciente. Esto no tiene porqué ser diferente en el caso del Covid, de modo que si un paciente que está infectado por coronavirus (aunque no tenga síntomas), al menos en teoría, podría contagiar a los sanitarios o a otros pacientes.

    Desde las sociedades científicas tanto española como europea, pronto se realizaron recomendaciones de suspender las endoscopias hasta no poder garantizar la seguridad tanto de los pacientes como del personal sanitario.

    El problema con el parón forzoso de la actividad ha sido que muchas personas se han quedado "a las puertas" de endoscopias importantes, porque de ellas dependía el diagnostico de enfermedades graves, entre ellas las patologías oncológicas como el cáncer de colon.

    En este momento, y a pesar de que persiste mucha incertidumbre, las unidades de endoscopias, tanto del sector público como del privado, están haciendo un gran esfuerzo por adaptarse a toda velocidad a la nueva realidad, para poder retomar las exploraciones sin por ello someter a los pacientes a un riesgo para su salud. Ello exige que se cambien los circuitos, que las cosas se hagan de forma diferente, que sea necesario priorizar unas pruebas antes que otras. Y en estas circunstancias, tanto enfermos como personal sanitario de nuestro país, están siendo ejemplares a la hora de "desacostumbrarse" de las anteriores maneras de trabajar y acostumbrarse a las nuevas.

    En un estudio de Milán, en plena efervescencia de la pandemia, se estudió a más de 800 pacientes que habían sido sometidos a una endoscopia en ese periodo, y solo se pudo demostrar la presencia de Covid en un paciente, aunque tampoco se pudo demostrar si el contagio se produjo durante la exploración.

    Ello nos da esperanza de que, siendo prudentes, podamos realizar endoscopias en nuestras unidades, para poder dar continuidad asistencial a nuestros pacientes, con una particular atención a aquellos en los que existe sospecha de cáncer, para evitar que el retraso diagnóstico sea más peligroso que la infección por coronavirus

    En todos los hospitales del grupo Quirónsalud, y en particular en el Hospital Quirónsalud Sur, estamos haciendo un gran esfuerzo para conseguir este objetivo. Las direcciones territoriales, gerencias, direcciones de enfermería, admisiones, médicos, enfermeras, auxiliares y resto del personal, todos estamos orientados en esta meta.

    Risk of bacterial exposure to the endoscopist's face during endoscopy. Johnston ER et al. Gastrointest Endosc. 2019 Apr;89(4):818-824. doi: 10.1016/j.gie.2018.10.034.

    Low risk of covid-19 transmission in GI endoscopy. Alessandro Repici et al. On behalf of the ITALIAN GI-COVID19 Working Group https://gut.bmj.com/content/early/2020/04/22/gutjnl-2020-321341Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

    DOCUMENTO DE POSICIONAMIENTO AEG-SEED PARA EL REINICIO DE LA ACTIVIDAD ENDOSCÓPICA TRAS LA FASE PICO DE LA PANDEMIA POR COVID-19- Resumen publicado el 24/04/2020 por la Asociación Española de Gastroenterología (AEG) y la Sociedad Española de Endoscopia Digestiva (SEED).

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