Se trata de unas lentes que ofrecen una calidad de visión excelente, que permiten corregir defectos refractivos importantes, en pacientes mayores de 21 años con miopía, hipermetropía y astigmatismo incluso con muchas dioptrías o con córneas demasiado finas e irregulares. Las lentes se introducen en el globo ocular a través de una incisión de unos 3 mm y quedan ubicadas entre la superficie anterior del cristalino y el iris. La intervención es totalmente ambulatoria, bajo anestesia tópica (gotas), de unos cinco minutos de duración, totalmente indolora, y con recuperación visual prácticamente inmediata.

Otra ventaja importante de esta técnica es que es reversible, es decir, es posible explantar la lente en cualquier momento, independientemente del tiempo que haya transcurrido desde la cirugía. Además, permite corregir astigmatismos asociados a la hipermetropía o la miopía, así como mejorar la agudeza visual corregida en caso de ambliopía (ojo vago).