¿Cuándo se recomienda extraer las muelas del juicio?La última fase del proceso de erupción de los dientes se salda con los cordales, comúnmente conocidos como muelas del juicio, piezas que suelen hacer su aparición entre los 15 y los 30 años.

Si bien en la mayor parte de los casos la salida de las muelas del juicio se produce sin ocasionar complicaciones, a veces estos grandes molares no cuentan con espacio suficiente en la parte posterior de la boca para que puedan crecer. Esto se conoce como muelas del juicio impactadas o retenidas, las cuales suelen cursar con dolor agudo, hinchazón e, incluso, infección. Es en estas ocasiones en las que se requiere la intervención del cirujano maxilofacial para realizar la extracción de cordales.

Tipos de muelas del juicioLas muelas del juicio o cordales se clasifican en tres tipos según su grado de erupción: cordales erupcionados, semiincluidos o incluidos. Cuando la corona del diente emerge por completo (cordales erupcionados) las complicaciones en la masticación y la limpieza son más frecuentes. Lo mismo sucede con los cordales semiincluidos, en los que la erupción es parcial y resta un espacio entre la corona y la encía en el que se depositan restos de comida que pueden llegar a derivar en una infección.

En otras ocasiones, los cordales no llegan a erupcionar (cordales incluidos): si la pieza no erupciona porque se encuentra algún obstáculo con el que choca, como un hueso, tejido blando u otra pieza, estamos ante un diente impactado; cuando la erupción del diente se detiene, de forma total o parcial, sin producir fricción, estamos ante un diente retenido.

Los cordales incluidos son los que más comúnmente requieren cirugía.

Esta intervención quirúrgica soluciona o evita posibles complicaciones derivadas de la fricción de los cordales incluidos, como la rizólisis (resultante de la presión sobre las muelas que llega a afectar a la raíz o corona dental), los quistes (cordales envueltos en un saco folicular) y, en general, cualquier tipo de malposición dentaria provocada por la presión de los cordales que, si no es tratada a tiempo, puede llegar a tener que ser tratada con soluciones más a largo plazo como la ortodoncia.

De forma general, se recomienda extirpar las muelas del juicio que generan problemas ya que con el tiempo pueden provocar patologías de diversa consideración, evitables con una extracción de la muela en las fases iniciales.