¿Cómo influye la edad en nuestra visión? El envejecimiento ocular afecta a todas las estructuras oculares (párpados, córnea, cristalino, retina...), por ello, es recomendable acudir al especialista a revisar nuestra vista al menos una vez al año a partir de los 50 años. Así lo ha explicado la Dra. Belén Torres Ledesma, especialista en oftalmología del Hospital Quirónsalud Clideba en el programa ‘La Salud Persona a Persona’ de Cadena Ser.


En este sentido, la doctora Torres ha indicado que la enfermedad más común asociada al envejecimiento ocular es la catarata, que consiste en el oscurecimiento del cristalino, una lente natural de nuestros ojos que se encarga de enfocar las imágenes en la retina. Dificultad para ver de lejos, falta de luz al leer de cerca, pérdida de nitidez o de vivacidad en los colores son algunos de los síntomas de esta afección cuyo tratamiento definitivo es una operación quirúrgica. ¿En qué consiste esta intervención? Tal y como ha explicado nuestra especialista, se trata de retirar la opacidad del cristalino e introducir una lente transparente que ayuda a enfocar la imagen en la retina. Es una intervención rápida, bajo anestesia atópica y de carácter ambulatorio que permite al paciente marcharse a casa el mismo día de la operación y con un tratamiento postoperatorio muy sencillo a base de gotas oculares.


Otro de los problemas visuales al que ha apuntado nuestra oftalmóloga es la presbicia, conocida comúnmente como vista cansada, que suele aparecer a partir de los 40 o 45 años. Una de las principales señales que nos alertan que podemos sufrir presbicia es la dificultad para ver de cerca adecuadamente. Esto se debe al debilitamiento de los músculos oculares encargados de enfocar a corta distancia. ¿Cómo tratar la vista cansada? La doctora Torres apunta que la utilización de gafas con una graduación adecuada sería suficiente, sin embargo, ha recordado que existe un tratamiento definitivo que consiste en la colocación de una lente multifocal dentro del ojo, que evitaría el uso de gafas.


Además de la catarata y la presbicia, nuestra especialista ha señalado el glaucoma como la tercera enfermedad ocular más común asociada a la edad. Esta tiene que ver con la tensión ocular que es "completamente independiente" de la tensión arterial, ha matizado Belén Torres. El glaucoma provoca una pérdida de visión como consecuencia de un daño progresivo en el nervio óptico debido a una presión ocular alta. Esta afección se da con mayor frecuencia en personas con antecedentes familiares de glaucoma y en pacientes con otras afecciones como miopía o diabetes. El problema de esta enfermedad, ha reconocido la doctora Torres, es que "estas presiones oculares suelen pasar desapercibidas y no presentan síntomas patentes como dolor o enrojecimiento" de ahí que "su prevención sea difícil". En cualquier caso, Torres ha explicado que la práctica de hábitos de vida saludable unida a una correcta alimentación favorecen que el glaucoma progrese más lentamente.


Asimismo, la oftalmóloga Belén Torres se ha referido a otros problemas visuales con alta incidencia entre la población más envejecida como la degeneración macular o la caída de los párpados. El primero provoca pérdida de la visión central y el segundo, producido por una reducción de la elasticidad en la piel de los párpados, puede llegar a cubrir el eje visual y dificultar la visión. Para ello, ha explicado, existe una intervención quirúrgica denominada blefaroplastia que consiste en retirar la piel redundante de esta zona y devolver la visión al ojo.


Por otro lado, nuestra especialista ha aprovechado su intervención en este espacio de salud para alertar sobre la fatiga visual provocada por el uso de pantallas, un problema muy común asociado al uso de ordenadores, tabletas, smartphones y otros dispositivos electrónicos que, cada vez, se da con mayor frecuencia en una sociedad digitalizada como la nuestra. Entre los síntomas, sequedad ocular, enrojecimiento, sensación de arenilla e incluso dolor. Para prevenirla, la doctora recomienda parpadear a menudo, relajar nuestra vista mirando a un punto lejano así como reducir, en la medida de lo posible, el número de horas de exposición a estas pantallas.


Para finalizar, la oftalmóloga Belén Torres ha lanzado una serie de consejos para el cuidado de nuestra salud ocular. Estas recomendaciones pasan por una alimentación rica en alimentos con vitamina A y omega 3 y 6 así como frutos con pigmentos naranjas como el melocotón, el albaricoque o la naranja; realizar actividades al aire libre con protección a través de gafas de sol homologadas y evitar el tabaco, uno de los factores de riesgo asociados de forma directa a enfermedades de la retina.


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