Enrique Pérez de Ayala, Jefe del Servicio de Medicina Deportiva de Policlínica Gipuzkoa, destaca la importancia del entrenamiento, de la revisión médica y de la hidratación para completar con éxito la prueba.


Una de las grandes citas anuales del deporte guipuzcoano está a la vuelta de la esquina. Tras un obligado año de ausencia por la pandemia, la Behobia-San Sebastián volverá (salvo sorpresa) el próximo 14 de noviembre. Una fiesta para los miles de participantes que puede convertirse en una pesadilla si no se toman las medidas adecuadas. Una exigencia como la que demanda la prueba guipuzcoana requiere de un entrenamiento amplio y duradero.

El doctor Enrique Pérez de Ayala, especialista en Medicina Deportiva, subraya que «es un trabajo que precisa, normalmente, de mínimo seis meses en deportistas entrenados o de unos años para aquellos que no hayan hecho una carrera de 20 kilómetros nunca». Un periodo de entrenamiento, por tanto, prolongado que va mucho más allá del día de la carrera y que debe «seguir los consejos de un entrenador o de alguna página informática validada que pueda dar consejos útiles para el entrenamiento».

«Es conveniente realizar un examen médico para comprobar que no hay una contraindicación a la práctica de un esfuerzo importante como el de la Behobia-San Sebastián»

La exigencia es alta y el entrenamiento, también. «Hay que entrenar cuatro días a la semana y realizar un programa no sólo aeróbico, sino también de mejora de la fuerza muscular y de la flexibilidad», resalta el doctor Enrique Pérez de Ayala.

Una revisión completa

Finalizar una prueba de estas características, especialmente dura para todos aquellos aficionados que prueban suerte en el asfalto, exige mucho desgaste. Por ello, «es conveniente realizar un examen médico para comprobar que no hay una contraindicación a la práctica de un esfuerzo importante como el de la Behobia-San Sebastián, que requiere de una hora a dos y media de esfuerzo». Incluso, ese examen podría completarse con «una analítica de sangre».

Con los datos de las pruebas médicas en la mano, llega el momento de vestirse de corto. Para prevenir lesiones, muy habituales en este tipo de actividad física, «lo más importante es realizar el ejercicio guiado». Muchos pensarán que es únicamente el tren inferior el que hay que cuidar, pero no es así. Enrique Pérez de Ayala señala que «hay que hacer estiramientos no sólo de las piernas, sino también de la columna, de las abdominales… esto es fundamental». Lo mismo sucede con el tipo de entrenamiento a desarrollar. En este sentido, se recomienda «realizar cuatro sesiones de entrenamiento a la semana y los otros días trabajo de flexibilidad y de potenciación muscular».

Sin probaturas el día ‘D’

Una de las claves para que todo salga bien el día de la carrera es no hacer nada que no se haya testado con anterioridad. Hay algunos atletas que deciden tirar de geles, cambiar el desayuno habitual por otro distinto que supuestamente es más indicado para el día de la prueba… y esto resulta un error ya que el rodaje es fundamental para el cuerpo.

Uno de los aspectos a tener en cuenta es la hidratación, que durante la prueba nos puede ayudar a evitar un golpe de calor. El especialista en Medicina Deportiva de Policlínica Gipuzkoa recomienda «hidratarse previamente, pero a su vez durante la carrera bebiendo cada 20 minutos agua, sustancias isotónicas…». La dificultad radica en que «hay que acostumbrarse a utilizar este tipo de sustancias, no llegar el día de la carrera e ingerir una solución glucoelectrolíquida».

En definitiva, es «importante entrenar todas estas medidas, al igual que una dieta adecuada los dos meses anteriores a la competición», incluido «un desayuno adecuado…» porque «hay que entrenar a todo».


Dr. Pérez de Ayala

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