En España solo un 10% de los embarazos son considerados de alto riesgo.


¿Qué es una gestación de alto riesgo?

Tener un embarazo de alto riesgo significa que la mujer tiene mayores posibilidades de complicaciones debido a las condiciones de su embarazo, a su estado médico o su estilo de vida, o como consecuencia de factores externos.

Estos embarazos necesitan un mayor control durante la gestación, parto y postparto para evitar las posibles complicaciones. Aproximadamente un 10% de los embarazos podemos considerarlos de alto riesgo.

Si has sido incluida dentro de los embarazos de alto riesgo, significa que has de llevar un seguimiento más completo y una serie de cuidados especiales. Se realiza un protocolo de seguimiento más individualizado, con un mayor número de visitas con el fin de llevar un mayor control durante la gestación.

Conoce la consulta de alto riesgo

En Quirónsalud contamos con Unidades de Embarazo de Alto Riesgo para mujeres con embarazos que requieran un protocolo más individualizado de seguimiento durante su gestación.

Las pacientes son remitidas a esta unidad porque necesitan un mayor seguimiento mediante visitas más frecuentes para controlar la evolución de estos embarazos y realizar un diagnóstico precoz de las complicaciones que pueden afectar tanto a la madre como al bebé. Estas actividades completan el cuidado del recién nacido y de la madre con una Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatos y de Adultos, lo que aumenta la seguridad de los partos.

Esta unidad se encuentra íntimamente coordinada con la Unidad de Diagnóstico Prenatal*, que se encarga de la realización de ecografías de alta resolución para el estudio de la anatomía y fisiología fetal, y el diagnóstico y manejo de las patologías que afectan al feto durante su vida intrauterina.

A continuación, ofrecemos un listado de información resumida sobre las principales patologías asociadas a embarazo de alto riesgo.


Diabetes gestacional

La diabetes gestacional es un estado metabólico en el que los niveles de azúcar en sangre (glucemia) están elevados, en mujeres que nunca han tenido diabetes previamente al embarazo.

Los factores de riesgo para la diabetes gestacional son:

  • Edad superior a 30 años
  • Obesidad
  • Antecedentes familiares de diabetes
  • Diabetes en embarazos previos
  • Antecedentes de macrosomía fetal (peso al nacimiento por encima de lo normal)

¿Cuáles son sus causas?

Todavía no se conocen las causas exactas que generan la diabetes gestacional, aunque parece que el origen se encuentra en las hormonas del embarazo. Dichas hormonas son generadas por la placenta para ayudar al crecimiento del bebé, aunque también pueden bloquear la acción de la insulina materna, dando lugar a un problema llamado resistencia insulínica. Esta situación aparece sobre todo a partir de segundo trimestre, cuando el estado metabólico se ve más "forzado" por estas hormonas. Cuando el cuerpo no puede utilizar adecuadamente la insulina, aparece la diabetes gestacional.

Si la paciente es diabética previa a la gestación, la acción de las hormonas puede empeorar el control metabólico de las glucemias, así como generar un daño potencial a los órganos de la madre, como la retina o el riñón. Es por ello que la mujer diabética siempre debe intentar planificar su gestación en un momento en el que el control metabólico de su enfermedad sea óptimo.

En el segundo trimestre se realiza una prueba a todas las embarazadas denominada prueba de la glucosa (Test de O´Sullivan) y es precisamente para detectar la diabetes gestacional.

Síntomas

La diabetes gestacional no produce síntomas específicos. Por eso, tu médico te realizará mediciones de los niveles de azúcar en sangre para determinar el diagnóstico y el control posterior.

Riesgos de la diabetes gestacional

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La diabetes gestacional no implica un riesgo para la salud de la madre, pero sí para el desarrollo fetal. El principal riesgo de los hijos de madres diabéticas consiste en un peso excesivo al nacimiento, denominado macrosomía. Los fetos macrosómicos provocan partos más dificultosos y pueden asociar un mayor riesgo de lesión durante el parto que los de peso normal. La distocia de hombros (situación en la que se produce la salida de la cabeza, pero no del resto del cuerpo) es la más temida de estas situaciones.

De forma general, debe tener siempre presente que un adecuado tratamiento y control de la diabetes reduce de forma muy significativa la aparición de complicaciones.


Diabetes Pregestacional

Definimos la Diabetes Pregestacional en una paciente cuando la gestante ya tenía el diagnóstico de diabetes mellitus previo a la gestación. Este tipo de diabetes precisa controles analíticos seriados controlando adecuadamente, entre otros parámetros, la función renal y la hemoglobina glicosilada durante todos los trimestres. Se suele realizar rastreo de fondo de ojo para chequear el estado de la circulación de la retina. En consulta se extreman los controles de crecimiento fetal y el estado de la circulación placentaria para predecir y prevenir las complicaciones de forma precoz.

La diabetes pregestacional añade la dificultad de que su evolución durante todo el embarazo aumenta el riesgo de macrosomía fetal. Aparte, la exposición del embrión a hiperglucemias muy elevadas durante el primer trimestre puede aumentar levemente el riesgo de malformaciones congénitas. Finalmente, en el caso de la diabetes pregestacional, la hiperglucemia mantenida sí puede resultar perjudicial para la madre, ya que su organismo puede tener la circulación de algunos órganos como la retina o el riñón deteriorada previamente por exposición de años a un mal control metabólico.

Síntomas de la diabetes pregestacional

En el caso de la diabetes pregestacional, de forma ocasional, pueden aparecer crisis cetoacidóticas (por hiperglucemias muy severas) o hipoglucemias.

Tratamiento

Tanto en la diabetes gestacional como la pregestacional, es básico el control de los niveles de azúcar. La mayoría de los casos esto se puede conseguir gracias a una dieta adecuada, ejercicio regular diario y controles rutinarios de las glucemias en sangre. Tu médico te pedirá que controles la glucemia capilar antes y después de las comidas para determinar cómo suben los niveles de azúcar tras las mismas.

Hay pacientes que a pesar de la dieta y el ejercicio mantienen niveles elevados de azúcar en sangre. En estos casos hay que añadir inyecciones de insulina. La insulina es un fármaco totalmente seguro durante el embarazo, que no atraviesa la placenta, y que se ha demostrado muy eficaz para el control de las glucemias frente a cualquier otro fármaco. En el caso de la diabetes pregestacional (sobre todo la tipo 1), generalmente es necesario el tratamiento con insulina.

¿Qué controles se realizan durante el embarazo?

Se realizarán ecografías seriadas para determinar el crecimiento de tu hijo, calculando el peso fetal estimado, pero es importante recordar que este dato tiene una tasa de error significativa (10-20%) para estimar el peso exacto. Es mucho más fiable para determinar tendencias en la curva de peso.

¿Cómo será el parto?

Generalmente, el parto no tiene por qué provocarse antes de las 38 semanas sólo por una diabetes gestacional. Tampoco es habitual indicar una cesárea sólo por este diagnóstico. Actualmente se aconseja la finalización del embarazo entre 38 y 41 semanas según el control de los niveles de azúcar y el tamaño por ecografía. Excepcionalmente se indica una cesárea cuando por ecografía se estima un tamaño desproporcionado del bebe (superior a 4 kilos). Durante el parto es fundamental evitar las hiperglucemias maternas.

¿Qué ocurre con la diabetes gestacional tras el parto?

La diabetes gestacional tiende a desaparecer después del parto. Generalmente esto se confirma mediante otra curva de azúcar en sangre que se realiza varios meses después de dar a luz. La diabetes no es una contraindicación para la lactancia materna.

Sin embargo, hay que tener presente que la mujer que ha padecido una diabetes gestacional tiene un riesgo elevado de volver a desarrollarla en futuros embarazos, así como de presentar una diabetes mellitus tipo 2 (o del adulto) a largo plazo. Por todo esto es importante un planteamiento a largo plazo de vida saludable respecto a la dieta y el ejercicio regular.


Gestaciones múltiples

Semana16_Embarazo gemelarSemana16_Embarazo gemelar

La frecuencia del embarazo gemelar es alrededor del 1,2%. Mucho más baja es la incidencia de gestaciones de más de dos embriones. En los últimos años ha aumentado el número de gestaciones múltiples, fundamentalmente debido al aumento de las técnicas de reproducción asistida

Las gestaciones múltiples son el resultado de dos tipos de fecundación:

  • Mellizos: sucede cuando dos o más ovocitos son fecundados. Los mellizos poseen diferente material genético, y por lo tanto su fenotipo es diferente. Pueden parecerse o no, igual que si fueran hermanos que nacen en diferentes momentos.
  • Gemelos genéticamente iguales. Sucede cuando de un ovocito fecundado por un espermatozoide se divide en dos y genera dos embriones. Los gemelos poseen idéntico material genético ya que parten de la misma célula, y por lo tanto su fenotipo es muy similar, esto implica que puedan ser muy parecidos entre ellos.

La gestación gemelar puede presentarse de dos maneras:

  • BICORIAL: Si cada gemelo tiene su propia placenta
  • MONOCORIAL: Comparten la placenta, por lo que se corre el riesgo de que uno se beneficie más que otro.
  • BIAMNIÓTICO: Cada gemelo tiene su propia bolsa amniótica
  • MONOAMNIÓTICO: Comparten la bolsa amniótica, por lo que se corre el riesgo de que uno se beneficie más que otro.

El tipo de embarazo múltiple con menor riesgo sería el bicorial-biamniótico y el de mayor riesgo el monocorial-monoamniótico. Este último caso va a condicionar el pronóstico y el riesgo de complicaciones durante el embarazo.

¿Cómo se sabe que es múltiple y de qué tipo?

El diagnóstico es ecográfico. La ecografía de primer trimestre es fundamental para determinar el número de embriones, el número de placentas y de bolsas amnióticas. Con todo ello, se podrá clasificar la gestación según el riesgo de complicaciones.

¿Cuáles son las complicaciones de la gestación múltiple?

La gestación múltiple se asocia a un mayor número de complicaciones maternas y fetales. Por ese motivo debes ser incluida en un programa de revisiones superior al embarazo convencional para mujeres con gestación múltiple. Las complicaciones son las siguientes:

  • Nacimiento prematuro antes de la semana 37-38, y se incrementa de manera proporcional al número de fetos, de tal manera que la prematuridad aparece entre el 22% – 39% de las gestaciones gemelares, y entre el 68% – 100% de los trillizos. Más abajo en esta página te contamos más sobre Partos Prematuros.
  • Inmadurez de los órganos del bebé con el nacimiento prematuro. El nacimiento antes de la semana 34 de gestación conlleva un aumento del riesgo de complicaciones. Los pulmones no maduran hasta la semana 35 por lo que en ocasiones es necesario administrar medicación para acelerar la maduración pulmonar de los fetos y disminuir el riesgo de problemas respiratorios por inmadurez.
  • Crecimiento uterino retardado: Es muy habitual que los gemelos tengan un crecimiento uterino algo menor que los fetos de gestaciones únicas, esto se considera fisiológico, y no conlleva problemas. Sin embargo, los fetos de embarazos múltiples tienen una probabilidad más alta de desarrollar insuficiencia placentaria, lo que da lugar a una disminución patológica del crecimiento de uno o más de los fetos. En ocasiones esto puede derivar a la valoración sobre la finalización de la gestación antes de llegar a la semana 38 de embarazo.
  • Muerte intrauterina de uno de los fetos es otra complicación que oscila entre el 2% – 7%. En las gestaciones múltiples donde cada feto tiene su propia placenta no conlleva ningún riesgo para el feto vivo.
  • El síndrome de transfusión feto-fetal (sTFF). Es una enfermedad en la que uno de los fetos pasa sangre al otro a través de la placenta que comparte, provocando complicaciones en los dos gemelos. Si se diagnostica esta complicación de manera temprana, tiene tratamiento, por ello, el control de las gestaciones monocoriales es más estricto. Enlace a isoinmunización maternal fetal.
  • Otras complicaciones maternas: Problemas hipertensivos, diabetes gestacional, problemas hepáticos, infecciones urinarias o anemia. El seguimiento cercano de estas embarazadas se hace imprescindible para prevenir y/o tratar precozmente esta serie de problemas.

¿Cuál es el seguimiento especial de la gestación múltiple?

Durante el primer trimestre de la gestación el control del embarazo múltiple no difiere de la gestación única. A partir de las semanas 16 – 18 el control en consulta es mensual en las gestaciones gemelares bicoriales-biamnióticas y quincenal en los demás tipos de gestaciones múltiples. Aumentado la frecuencia de visitas en el tercer trimestre de la gestación.

¿Cómo finaliza la gestación? ¿Parto o cesárea?

La finalización de la gestación mediante parto o cesárea va a depender de la posición fetal y del tipo de gestación múltiple. Se aconseja realizar cesárea en los embarazos de más de dos fetos y si se trata de un gemelar monoamniótico.

En los gemelares bicoriales-biamnióticos o monocoriales-biamnióticos se puede realizar un parto vaginal o una cesárea electiva. El parto se aconseja en aquellos donde los dos fetos se encuentran presentado la cabeza (presentación cefálica/podálica).

La realización de un parto vaginal en aquellos embarazos gemelares donde la presentación sea cefálica/podálica va a depender del criterio médico y del deseo de la paciente, conociendo los riesgos y beneficios que esto conlleva. Si el primer feto está en posición podálica (independientemente de cómo esté colocado el segundo), se aconseja realizar una cesárea programada.


Hipertensión en el embarazo

La presión o tensión arterial (TA) es la fuerza que ejerce la sangre en las paredes de los vasos sanguíneos arteriales que transportan sangre desde el corazón hasta otras partes del cuerpo. La tensión arterial correcta es la que se encuentra dentro de rangos inferiores a 140/90. Tener la presión arterial controlada favorecen una gestación y un bebé sano.

Cuando la tensión arterial es elevada los vasos sanguíneos -que tienen un calibre muy fino- y la sangre ejercen mucha presión sobre ellos, impidiendo la llegada de sangre a los órganos importantes. La tensión alta sucede cuando el valor superior es igual o mayor a 140 o cuando el valor inferior es igual o superior a 90.

Podemos hablar de preeclamsia cuando los niveles de la tensión son elevados y de eclamsia cuando la preclamsia no es tratada por el especialista y es imposible de controlar siendo muy peligrosa para la mujer y el bebé.

En cada visita al ginecólogo se medimos tu presión arterial y de este modo podrás detectar si tu tensión esta alterada. En caso de estarlo se realizarían varias mediciones para confirmar realmente si es así.

¿Cómo y cuándo aparece?

La hipertensión puede darse de dos formas, bien como hipertensión crónica que ya existía antes del embarazo, o bien, que debute durante la gestación denominada preeclampsia.

¿Qué síntomas aparecen?

Si te notas hinchada, con retención de líquidos que ha incrementado tu peso, alteraciones de la visión, cefaleas severas y persistentes, molestias abdominales, náuseas o vómitos, sangrado o dolor en el útero, o tu bebé ha dejado de moverse durante un largo período debes acudir al servicio de urgencias para que te valoren. En ocasiones se procede a realizar un ingreso hospitalario para un mayor control.

¿Puede haber complicaciones?

Las complicaciones generalmente son leves, pero debes saber que tener la tensión alta durante la gestación, incrementa las probabilidades de tener otras complicaciones asociadas, como puede ser el retardo del crecimiento uterino, nacimiento prematuro, placenta previa, etc.

Debido a estos riesgos, es posible que seas incluida en el programa de pacientes de la consulta de alto riesgo donde el ginecólogo te vigilará a ti y a tu bebé muy de cerca. Es importante seguir las indicaciones para que esta patología no cause daños mayores.

En caso de que se diagnostique la hipertensión, el ginecólogo te solicitará que te realices una analítica de sangre y orina, para descartar finalmente la preclamsia. A su vez se realizarán controles ecográficos más reiterados y en ocasiones se valorará mediante doppler la perfusión de los vasos sanguíneos de la placenta para saber si el bebé crece adecuadamente.

¿Cuándo es peligroso?

Si el incremento de la tensión de forma reiterada es muy superior a los parámetros de normalidad, puede que el médico te paute medicación para descender la presión sanguínea y es posible que sea necesario hospitalizarte hasta que tengas al bebé.

En función de la semana de gestación puede ser necesaria la inducción del parto. Si aún no han madurado los pulmones del bebé (34 semanas) te administrarán corticoides para acelerar ese proceso.

Tras el parto, monitorizarán tu tensión arterial con el fin de observar signos de empeoramiento de la hipertensión y de la preeclampsia. Lo normal es que los valores se regularicen en una semana aproximadamente tras el nacimiento. Sin embargo, en algunas mujeres la presión permanece elevada. Si tu presión permanece elevada tres meses después de dar a luz, se te diagnosticará hipertensión crónica. Eso significa que probablemente ya tenías hipertensión crónica, pero no lo sabías.

Consejos:

  • Acude a todas tus visitas prenatales, aunque te sientas bien.
  • Si te han prescrito medicación para a hipertensión, tómala todos los días.
  • Lleva una alimentación sana y equilibrada, evitando la sal y alimentos preparados o en conserva.
  • Realiza ejercicio al menos 30 minutos al día.

Placenta Previa

El bebé se conecta a la madre a través de la placenta con el cordón umbilical. La placenta es el banco de alimento de tu hijo, en ella se encuentran todos los vasos sanguíneos que os conectan a ambos y por donde pasan todos los nutrientes y sustancias necesarias para su crecimiento. Otra de las funciones es eliminar las sustancias de desecho.

La placenta generalmente se ubica en la parte superior del útero o en los laterales, pero cuando se coloca en el cuello del útero y lo obstruye parcial o totalmente se denomina placenta previa. Si al inicio del embarazo has sido diagnosticada con este trastorno, seguramente con el crecimiento del útero, la placenta se desplace a su ubicación natural y se resuelva el problema.

Los casos en los que suele darse este trastorno son más frecuentes en pacientes con cirugías previas en el útero, placenta previa en otro embarazo, consumen sustancias tóxicas como tabaco o drogas, o embarazo múltiple entre otros.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas son sangrados rojos y brillantes durante el embarazo y que pueden agravarse en el parto, por ese motivo el tratamiento irá enfocado a mantener reposo, no realizar actividades que requieran esfuerzo, y no manipular la vagina con las relaciones sexuales o el uso de tampones. En ocasiones pueden aparecer contracciones.

¿Cómo se diagnóstica?

La aparición de sangrado y la ecografía son determinantes para el diagnóstico.

¿Qué consecuencias puede llegar a tener?

Las consecuencias de que la placenta no se traslade y se mantenga en el cuello uterino hasta el parto puede ser un sangrado masivo que ponga en peligro la vida de la madre, así como una amenaza de parto prematuro.

Semana16_Placenta previaSemana16_Placenta previa

Partos prematuros

El parto prematuro es un episodio de contracciones que provocan dilatación cervical y el nacimiento antes de las 37 semanas. Esta situación aparece hasta en un 10% de todos los partos. Se desconoce cuál es la causa exacta del parto prematuro.

Generalmente los recién nacidos prematuros tienen un peso bajo, que, junto con otros problemas de inmadurez, los ponen en riesgo de diversos problemas de salud.

Existen algunos factores de riesgo identificables, aunque muchas mujeres pueden presentar este cuadro sin ninguno de ellos:

  • Antecedentes de un parto prematuro en una gestación previa.
  • Gestación múltiple.
  • Antecedentes de abortos tardíos (por encima de 15 semanas)
  • Infección del líquido amniótico o membranas.
  • Exceso de líquido amniótico (polihidramnios).
  • Alteraciones de la forma normal del útero o del cuello.
  • Infecciones urinarias.

¿Se debe hacer algún seguimiento concreto?

Las pacientes con factores de riesgo (abortos tardíos por encima de 15 semanas o parto prematuro previo) deben ser sometidas a un seguimiento especial para minimizar la posibilidad de que vuelva a repetirse.

Tu médico puede plantearte distintas opciones según el riesgo o los antecedentes que presente:

  • Seguimiento mediante ecografías. Se realiza a todas las pacientes con riesgo. Tu médico te realizará ecografías abdominales o transvaginales para visualizar adecuadamente el cuello del útero. La longitud del cuello da una información muy valiosa sobre el riesgo que existe de parto prematuro para la gestación actual. Siempre hay que recordar que la longitud del cuello nos informa sobre la mayor o menor probabilidad de parto, pero nunca nos confirmará o descartará al 100% que se vaya a adelantar la fecha del nacimiento.
  • Progesterona. Se trata de una medicación que ha demostrado eficacia para reducir la incidencia de partos prematuros en pacientes de riesgo. Se utiliza cuando existe un riesgo intermedio o en cuellos cortos en gestaciones poco avanzadas. Es un fármaco totalmente seguro durante el embarazo, que se puede administrar de forma oral o vaginal, siendo esta última la forma más eficaz.
  • Pesario cervical obstétrico o pesario de cerclaje. Se trata de un dispositivo de silicona que ha sido diseñado para mujeres embarazadas que presenten una modificación del cuello del útero que conlleve un riesgo de parto pretérmino.
    Siempre que no existan contracciones uterinas regulares es posible colocar este dispositivo alrededor del cuello uterino, de manera que ejerce un efecto mecánico preventivo del parto pretérmino. Su inserción de realiza en consulta, no requiere preparación previa y se puede mantener hasta el final de la gestación. Su eficacia e indicación dependen tanto de la presencia de contracciones, como de la longitud del cuello uterino según el momento del embarazo.
  • Cerclaje cervical. Consiste en una técnica quirúrgica por la que se "anuda" una banda en torno al cuello uterino para cerrarlo de forma efectiva. Se reserva para los casos de mayor riesgo. Esta técnica ha demostrado una buena eficacia para reducir la tasa de partos prematuros en esta población de alto riesgo. Se realiza en quirófano bajo anestesia general, y el riesgo fundamental es la rotura de bolsa durante la intervención, que sucede de forma infrecuente.

¿Qué riesgo tiene un recién nacido prematuro?

El recién nacido prematuro es un bebé que puede ir acompañado de problemas médicos. Gracias a los avances médicos, el pronóstico de estos recién nacidos es mucho mejor que hace unas décadas. Sin embargo, no debemos olvidar que son bebés que necesitan un cuidado muy intensivo en determinadas ocasiones. Esta es la razón por la que generalmente necesitan pasar una primera fase en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN*).

Actualmente se puede considerar que el 90% de los bebés prematuros que pesan 800g o más sobreviven. Los que pesan más de 500 g tienen entre el 40 y 50% de posibilidades de sobrevivir.

Las complicaciones del parto prematuro son mayores cuanta mayor sea la prematuridad, y son:

  • Dificultad respiratoria con necesidad de asistencia ventilatoria.
  • Mala adaptación circulatoria.
  • Problemas metabólicos.
  • Anemia.
  • Patología neurológica como hemorragias cerebrales.
  • Inmadurez de órganos

Las complicaciones del recién nacido prematuro son generalmente leves a partir de las 34 semanas.

Si considera que existe riesgo significativo, tu médico te puede administrar inyecciones de corticoides durante el embarazo, que es una medicación encaminada a disminuir las complicaciones que podrían aparecer si tu bebé naciera prematuro. Se ha demostrado una reducción en diversas patologías como distrés respiratorio o hemorragias cerebrales tras la administración de esta medicación. Sin embargo, debes saber que esta medicación solo puede administrarse en un solo ciclo de dos inyecciones, por lo que debe elegirse cuidadosamente el momento en que se administra. No está indicada administrarla por encima de las 34 semanas.

¿Cuándo debes acudir a urgencias?

Existen episodios de contracciones regulares dolorosas antes del término, que pueden dilatar el cuello uterino. Esto es lo que se denomina una amenaza de parto prematuro agudo. En este caso, debes acudir a Urgencias para ser valorada. Si se objetivan contracciones que puedan suponer un riesgo significativo de parto, podrías quedar ingresada para que te administren medicación encaminada a cortar este episodio agudo y evitar la evolución a parto.

Igualmente, durante tu ingreso se pueden administrar los corticoides encaminados a acelerar el desarrollo fetal. Si finalmente el episodio agudo desaparece, se te realizará seguimiento en consulta hasta que se considere que el riesgo de prematuridad ha descendido de forma significativa.

Igualmente, si en cualquier momento de la gestación pierdes líquido amniótico a través de los genitales, debes acudir a Urgencias.

¿Qué puedes hacer tú?

Aparte del tratamiento y seguimiento que se te va a realizar en la Consulta de Alto Riesgo, es importante que sigas una serie de consejos:

  • Deja de fumar. El tabaquismo se asocia al doble de riesgo de parto prematuro. De todas las modificaciones de estilo de vida que están en tus manos cambiar, ésta es la fundamental.
  • Sigue una dieta adecuada. Se debe seguir una dieta equilibrada y evitar las grasas saturadas. Toma una buena cantidad de alimentos con calcio.
  • Reposo físico. Si existe un riesgo real de parto prematuro, tu médico te puede aconsejar reposo. Esto es importante para el embarazo y no debe sentirte culpable por realizarlo.
  • Reducir el estrés mediante técnicas de relajación.
  • Aprende los posibles signos de alarma de parto prematuro.

Isoinmunización materno fetal

La Isoinmunización o enfermedad hemolítica del recién nacido, es una enfermedad en la que la madre desarrolla anticuerpos contra el feto destruyendo los glóbulos rojos del feto. Esto tiene como consecuencia una anemia grave que puede llegar a comprometer su vida.

Los anticuerpos son desarrollados cuando la madre y el feto presentan diferente grupo sanguíneo, ya que previamente la madre ha estado expuesta a ese grupo sanguíneo y se ha generado una incompatibilidad sanguínea por diferentes causas:

  • Una trasfusión previa
  • Gestaciones previas normales
  • Gestaciones en las que se ha realizado algún tipo de prueba como una amniocentesis o biopsia corial
  • Abortos por una incompatibilidad sanguínea

En el caso de madres portadoras de Rh negativo e hijos con Rh positivo, su cuerpo puede fabricar anticuerpos contra su sangre porque la reconoce como extraña a la propia y en un segundo embarazo podrías tener problemas.

Actualmente la prevalencia de este trastorno ha disminuido gracias a la prevención mediante la administración de la vacuna Gammaglobulina Anti D en la semana 27 de gestación. En raras ocasiones, a pesar de haber administrado la vacuna puede producirse una Isoinmunización en la madre.

Las consecuencias de la anemia en el feto pueden tener consecuencias dentro del útero o al nacer. El diagnóstico se establece mediante la determinación del grupo sanguíneo de la madre, por ecografía doppler al visualizar la velocidad que lleva la sangre en las arterias, registro tocográfico del ritmo cardíaco o la toma de sangre fetal.

La mayoría de los fetos (40%) no precisan tratamiento, entre un 10 y un 20% de los casos graves se puede tratar con una transfusión sanguínea intrauterina directamente en el cordón umbilical o provocando el parto en fetos viables de desarrollo. Solo un 30% llegan al final de la gestación y se le administra tratamiento tras el nacimiento.


Hiperémesis gravídica

La mujer al inicio del embarazo puede padecer de náuseas y vómitos, pero cuando estos son intensos y persistentes se denomina hiperémesis gravídica. Este trastorno se caracteriza por poder presentar problemas nutricionales graves como deshidratación, pérdida de peso y desequilibrios electrolíticos. La intensidad de los síntomas ira disminuyendo gradualmente hasta el final de la gestación.

La causa de este trastorno está siendo estudiada, pero se asocia a los grandes cambios hormonales que sufre el cuerpo y puede presentarse en un mayor porcentaje en los embarazos múltiples, en los primeros embarazos, obesidad, presión abdominal del útero sobre el sistema digestivo, etc. Recientes estudios indican que la genética es un factor importante en la presencia de esta patología.

¿Cuándo debes acudir al médico?

En presencia de alguno de estos síntomas:

  • Vómitos persistentes varias veces al día con incapacidad de llevar algo al estómago
  • Vómitos marrones o con sangre
  • Deshidratación: disminución de la cantidad de orina, deberás registrar cuántas veces vas al baño a lo largo del día.
  • Cefaleas o dolor de cabeza
  • Cansancio o fatiga incluso por alteraciones electrolíticas puede llegar a tener confusión.
  • Pérdida de peso

¿Cuál es el tratamiento?

En casos leves se realizará ayuno y cuando la mujer se recupere se incorporará una dieta líquida con reponedores de electrolitos para posteriormente pasar a dieta blanda con suplementos nutricionales.

El tratamiento puede requerir el ingreso hospitalario en casos graves para reponer todos los líquidos perdidos y frenar los vómitos que presenta con tratamiento intravenoso.

Recomendaciones para evitar las náuseas

  • La dieta debe ser variada y blanda evitando las comidas copiosas y pesadas, para ello hay que evitar la comida preparada, grasienta, especiada y frita.
  • Beber líquido de forma programada durante el día de tal manera que sepamos cuánto se ha ingerido, incrementar la ingesta especialmente si no hay presencia de náuseas.
  • Realizar 5 comidas al día y no abundantes.
  • Evitar aquellas cosas que producen la náusea, tanto alimentos como determinados olores.
  • La dieta debe ser variada y contener proteínas ya que ayudan a la formación de los tejidos del bebé.