¿Para qué sirve el masaje perineal? ¿Qué es la anestesia epidural? Resolvemos todas tus dudas.


Prepárate para el parto con el masaje perineal

El masaje perineal es una técnica que se utiliza para aumentar la elasticidad del periné y prepararlo al parto. Una sesión de masaje perineal durante las últimas 6 semanas del embarazo (a partir de la semana 34) puede ayudar a evitar la necesidad de episiotomía y minimizar el riesgo de desgarros durante la salida de la cabeza del bebé. El masaje se debe aplicar diariamente durante 5 – 10 minutos.

El masaje puede ser aplicado por ti misma o por tu pareja. Te debes recostar sobre una almohada, en posición cómoda, con la vejiga vacía. Utiliza un espejo en las primeras sesiones para comprobar la correcta aplicación y familiarizarte con esta área.

Lava tus manos antes y después del masaje. Utiliza un aceite natural (aceite de almendra, aceite para masaje, aceite de rosa de mosqueta), aplicándolo sobre los tejidos perineales y en la parte inferior de la vagina. Es conveniente insistir con el masaje en zonas cicatriciales de episiotomía o desgarros previos.

La aplicación del masaje se hará con los dedos pulgares o índices introducidos un poco en vagina, presionando contra la horquilla vulvar (es la parte inferior cerca del ano) y a continuación moviendo los dedos hacia un lado y otro de la vagina en "U", manteniendo la presión contra la pared vaginal y los músculos perineales.

Continúa durante 5 – 10 minutos o hasta notar una sensación de hormigueo o de ardor. Mantén el estiramiento durante un minuto más, sin llegar nunca al punto de dolor.

Al principio notarás los tejidos rígidos o "apretados". Con el tiempo y la práctica, los tejidos irán relajándose y se irán estirando.

¿Es eficaz el masaje perineal?

En una revisión de la base de datos Cochrane del 2006, se estudió su eficacia mediante la revisión de todos los estudios disponibles en la literatura en un total de 2.497 mujeres. Los autores llegaron a la conclusión de que el masaje perineal reduce la probabilidad de desgarros durante el parto y la necesidad de episiotomía. Es una técnica bien aceptada y tolerada, y por lo tanto las gestantes deben ser informadas de estas conclusiones, y debemos aconsejarla de forma generalizada.

Berghella, en una excelente revisión de evidencias científicas respecto al parto publicada en el American Journal of Obstetrics and Gynecology (2008), hace referencia al masaje perineal con aceite desde la semana 34. Indica que la literatura existente concluye que se correlaciona con una menor probabilidad de desgarros perineales tras el parto, sobre todo en mujeres nulíparas (que nunca han dado a luz). Esto le hace dar un grado de recomendación A, es decir, es una técnica beneficiosa que debe ser aconsejada a las mujeres gestantes, pues existe buena evidencia científica.

En definitiva, el masaje perineal es una técnica fácil y sencilla que permite reducir la tasa de desgarros durante el parto, y es aconsejable.


Anestesia epidural

La analgesia epidural para el control del dolor del parto es una técnica ampliamente utilizada desde hace ya varias décadas. Se considera el método más efectivo y validado para tratar el dolor derivado de las contracciones uterinas.


¿Cuál es su objetivo?

El objetivo de la analgesia epidural es minimizar el dolor hasta hacerlo tolerable, intentando que no se produzca un bloqueo motor de las extremidades inferiores y la paciente pueda así mover las piernas durante todo el proceso.


¿Hay que tener una consulta previa de anestesia?

Antes del parto y durante el tercer trimestre del embarazo, tu ginecólogo puede sugerirte que seas valorada en la consulta de preanestesia, si existiera alguna contraindicación aparente para la realización de esta técnica.

En este caso, el anestesiólogo evaluará alergias, antecedentes de enfermedades y cirugías previas y si ha habido alguna complicación durante el embarazo.


Técnica de la anestesia epidural

La analgesia epidural es un procedimiento que se realiza una vez que se ha iniciado el trabajo de parto, esto es, cuando las contracciones uterinas se producen en un intervalo regular de tiempo y empieza la modificación del cuello uterino. La duración de la técnica es de aproximadamente 30 minutos y el alivio del dolor se alcanza aproximadamente 20 minutos después de finalizar la punción, siendo la disminución del dolor progresiva.

El procedimiento se realizará en el paritorio, cuando la matrona y el ginecólogo consideran que es oportuno realizarlo. Es muy importante la colaboración de la paciente y que sigan las indicaciones del anestesiólogo y personal de enfermería.

La punción epidural se puede realizar en una de estas dos posiciones: acostada de lado, con las rodillas flexionadas al pecho, o sentada en la cama, con la espalda flexionada para facilitar la visualización y palpación de las vértebras lumbares que son los puntos de referencia para ubicar el espacio epidural. Previo al procedimiento se monitorizan las constantes vitales y se canaliza una vía venosa

Una vez realizado esto, el anestesiólogo procede a la punción cuyos pasos se describen a continuación:

  • Infiltración con anestesia local de la piel, tejido subcutáneo y muscular con el objetivo de evitar el dolor de los tejidos por los cuales se va a introducir la aguja epidural.
  • Se introduce una aguja que va a permitir localizar el espacio epidural. Se realizan varias comprobaciones de seguridad y se introduce un catéter muy fino de plástico que se deja alojado unos centímetros dentro de este espacio. Este catéter se fijará con esparadrapo a la espalda.
  • Una vez insertado y comprobada la correcta posición del catéter se administra a través de éste anestésicos locales que se distribuyen alrededor de las raíces nerviosas donde producen un bloqueo del estímulo doloroso. Con esta técnica conseguimos controlar el dolor de todas las fases del parto, incluido el periodo expulsivo.
  • El efecto comienza a partir de los 20 minutos de administrarse y de forma progresiva.

Los fármacos se administran mediante una bomba de perfusión durante toda la duración del parto. Existen varias modalidades de funcionamiento de la bomba:

  • De forma continua a un ritmo predeterminado.
  • Anestesia Epidural Controlada por el Paciente (PCEA, por sus siglas en inglés). En esta modalidad la paciente puede administrarse bolos de anestesia programados por el anestesiólogo en la bomba de infusión activando un pulsador, siendo de esta forma más activa en el proceso del control del dolor de las contracciones uterinas

Con el catéter epidural el anestesiólogo puede reforzar la analgesia si lo pautado no es suficiente y para inducir una anestesia regional quirúrgica en caso de que hubiese que realizar una cesárea.

En ocasiones la analgesia es insuficiente y puede haber zonas dolorosas en forma de parches en el abdomen, región pélvica o inguinal, en cuyos casos el anestesiólogo puede administrar dosis adicionales para solucionarlo o puede ser necesario volver a realizar la punción.

La epidural es una técnica segura, aunque no exenta de complicaciones, siendo las más frecuentes las menos graves, como son el dolor en el sitio de punción y la cefalea post-punción.

Estas complicaciones y otras se explican en el consentimiento informado que se entrega a la paciente en la consulta de anestesia, donde el anestesista resolverá todas sus dudas.

El parto con analgesia epidural es una decisión de la paciente y la mejor forma de tomarla siendo tan importante, es estando informada de todos los beneficios y las complicaciones de esta técnica, por eso, en Quirónsalud estamos a tu disposición para resolver cualquier duda o facilitar la información que necesites.