Después del nacimiento del bebé empieza una etapa llena de novedades a las que tendréis que adaptaros. Vuestra familia ha cambiado y esto conlleva cambios en muchos aspectos. Te mostramos algunas recomendaciones para saber cómo afrontarlos.


¿Qué es el puerperio?

Es una nueva etapa tras el nacimiento del bebé que llega llena de cambios y que requieren una adaptación por parte de la pareja como unidad familiar. El período de adaptación puede alargarse incluso seis meses. Diferenciamos dos etapas ya que los miedos, las preguntas y la ansiedad van a ser diferentes.

Un 75% de las mujeres que vuelven a casa tras el nacimiento sienten vulnerabilidad emocional, ansiedad, insomnio, tristeza, irritabilidad, así como ganas de llorar. Es normal que al principio haya sentimientos encontrados, aproximadamente a los 10 días suele normalizarse la situación. Deberás apoyarte en todas las ayudas que tengas para recobrar fuerzas mediante el descanso para afrontar mejor la nueva situación. En caso de que se prolongue en el tiempo te recomendamos acudir a la matrona o al ginecólogo y ellos podrán orientarte mejor.

Es posible que pienses en la enorme responsabilidad que es tener un hijo y que eches de menos tu antigua vida. Recuerda que ahora eres madre y necesitas reconocerte para encontrar tu rol. No te angusties, es normal. Durante un tiempo no llevarás un orden, no tendrás tiempo para organizarte. Entiéndelo como un período de adaptación en el que en breve serás la que domine todo. Llegará un momento en el que te apetezca cuidarte y recuperar tu feminidad para sentirte mejor, buscarás el tiempo y te darás cuenta de que estás más tranquila y que organizándote todo es posible.

Los familiares directos y los amigos van a ser los que más opinen sobre cómo deberías actuar, pero te recomendamos que dejes actuar a tu instinto, ya que seguramente será lo mejor que puedas hacer. Tú conoces a tu hijo, confía en ti. Debéis desarrollar vuestro potencial como padres sin ser juzgados ya que vuestro amor es la mejor herramienta que poseéis. En ocasiones la decisión será correcta y otras veces no, pero ¿qué sería esta aventura de ser padres si no aprendemos de nosotros mismos?

Tras el parto tendrás muchas dudas que podrás resolver en diferentes talleres que ofertan sobre todo las matronas*. De este modo conocerás a otras madres en la misma situación y podrás compartir tus inquietudes. Las temáticas más habituales son la lactancia, masaje infantil, recuperación de suelo pélvico, cólicos del lactante, etc.

*Consulta la disponibilidad de estas actividades en tu centro.


¿Cómo debe implicarse la pareja?

Dada la situación actual laboral y social, la pareja debe repartir y negociar las responsabilidades que deberá asumir cada uno de ellos, con el fin de adecuar la colaboración de cada uno sin sobrecargar al otro. Se trata de que cada uno tenga tiempo de cubrir sus necesidades personales y compaginarlas con las del bebé.

Los papás se encuentran también muy desorientados ante este nuevo rol. Las adaptaciones a la nueva situación deben implicar una mayor comunicación con él, ya que va a ser uno de los pilares fundamentales en el apoyo emocional a la madre en los momentos de fragilidad.

El padre debe actuar como titular de la maternidad, y no como suplente de un partido en el banquillo. Eso implica asumir responsabilidades, tareas concretas, establecer vínculos con su criatura, proporcionar cuidados al bebé, fomentar el descanso de la madre y adaptarse a la nueva situación.

Las madres en ocasiones quieren hacerlo todo, y eso hace que la pareja se retire al sentirse incompetente. La madre debe confiar y relajarse en la forma de hacer las cosas del otro para incrementar el vínculo familiar.


¿Cómo debo cuidarme para recuperarme?

Es muy importante que busques momentos de descanso, te hidrates y hagas comidas equilibradas.

Deberás cuidar tu imagen, la falta de tiempo puede hacer que des prioridad al cuidado del bebé, pero es importante que tú también lo hagas ya que incrementará tu autoestima y seguridad como madre.

Los paseos con el bebé pueden ser un inicio de la rutina de ejercicio. Posteriormente podrás realizar otro tipo de actividades.

Pide ayuda cuando la necesites, comunica qué deben hacer las personas que están a tu alrededor y no quieras acaparar todas las tareas.