Antes de iniciar un tratamiento de reproducción asistida surgen numerosas dudas e interrogantes que pueden generar inquietud. Queremos ayudarte a resolverlas.


¿Qué hacer si el resultado del test es negativo?

  • Afrontar que la probabilidad de embarazo no es del 100% y que se debe seguir intentándolo.
  • Hacer planes que puedan distraernos y nos ayuden a no pensar en ello, evitar ámbitos donde se hable del tema "niños".
  • No es recomendable dar a conocer al ámbito social y familiar el hecho de estar en un tratamiento ya que influirá en estar pensando sobre el tema. Recuerda que a cuantas más personas se les informe de lo que se está haciendo, más serán las que preguntarán.
  • Realizar ejercicio es el mejor sanador de la mente, ayudará a despejarte y olvidarte un buen rato, además conseguirás dormir mucho mejor.

¿Cuándo debes parar el tratamiento?

En un determinado momento de la vida de la pareja surge la decisión de tener un hijo, de igual manera debe surgir la decisión de parar los tratamientos de reproducción asistida. Cuando la pareja no se encuentra con fuerzas es mejor parar y relajarse para poder afrontar un nuevo ciclo cuando se esté preparado.


¿Puedo elegir el sexo del bebé?

Solo se considera legal en aquellos casos donde existen enfermedades portadoras en el sexo concreto, aunque es cierto que en países como EEUU permiten la elección del sexo.


¿Qué posibilidades tienes de embarazo con los tratamientos?

Inseminación artificial (IA):

De forma generalizada la probabilidad de conseguir el embarazo por cada ciclo realizado es de un 10-15 %. En aquellos casos que no se consiga se recomienda repetir el tratamiento en 3-4 ciclos consecutivos. La probabilidad de aborto con esta técnica es la misma que la de la población general.

Fecundación in vitro (FIV):

Va a depender de la edad de la paciente y del número y calidad de los embriones transferidos.

Ovodonación (Ovodón):

El éxito se encuentra en torno a un 50-55% de probabilidad.

Diagnóstico genético preimplantacional (DGP)

Dependerá de varios factores, como el adecuado diagnóstico en la identificación de embriones sanos y afectados por la alteración, y en segundo lugar, los citados anteriormente en las fecundaciones in vitro.

Estos porcentajes pueden variar mucho de unos a otros, se recomienda preguntar por estos datos directamente en el centro.


Tienes una enfermedad hereditaria o genética, ¿puedes evitar pasarla a tu hijo?

Existe una técnica denominada Diagnóstico genético preimplantacional (DGP), cuyo objetivo es permitir conocer las características genéticas de un embrión. Mediante la fecundación in vitro de gametos masculinos y femeninos pueden estudiarse las características de los embriones generados, de este modo se trasfieren a la mujer solamente aquellos que sean sanos e idóneos. De este modo se descarta el embrión portador de enfermedades o alteraciones cromosómicas y acabar con la transmisión de la enfermedad en esa familia y de cualquier anomalía cromosómica.

Con esta técnica se pretende aumentar la probabilidad de concebir un hijo apto como donante en casos de familias con descendientes previos afectados por enfermedades graves que tienen como único tratamiento la donación de células, tejidos u órganos.

Indicaciones:

  • Cuando se conocen alteraciones genéticas o cromosómicas que pueden ser heredadas.
  • Personas con mayor riesgo de alteraciones genéticas en sus gametos (ovocitos y espermatozoides), que podrían determinar la formación de embriones genéticamente anormales.
  • La existencia de fallos reiterados en la implantación de embriones obtenidos mediante fecundación in vitro.