El confinamiento aumenta el riesgo de ansiedad por hipocondría y trastorno obsesivo compulsivo

El confinamiento aumenta el riesgo de ansiedad por hipocondría y trastorno obsesivo compulsivo

15 de mayo de 2020
Hospital Quirónsalud Costa Adeje
Psicología Clínica

El aumento de las personas que sufren hipocondría o trastorno obsesivo compulsivo puede convertirse en otro de los efectos secundarios del confinamiento al que la sociedad se ha visto sometida como consecuencia de la crisis sanitaria de la COVID-19. Por ello, desde Hospital Quirónsalud Costa Adeje se advierte de la importancia de estar atentos a los primeros síntomas y acudir a un especialista para evitar que estos trastornos de ansiedad deriven en depresiones mucho más graves.

"Ambas patologías son un riesgo potencial que incrementan la disposición a un trastorno de ansiedad, que si no se aborda a tiempo puede derivar en una depresión", advierte el psicólogo de este centro hospitalario del sur de Tenerife Eric de Pascual. "Si no ponemos límites a un estado de miedo y angustia, las personas pueden desesperarse, desesperanzarse y cruzar una línea muy fina, donde la tristeza y la baja energía vital les conduzca a un estado depresivo, que es mucho más grave, porque dura más tiempo y porque puede implicar cierto riesgo de suicidio", apunta De Pascual.

El experto explica que si bien la hipocondría se caracteriza por tener un miedo excesivo a enfermar; el trastorno obsesivo compulsivo está relacionado con, por ejemplo, la necesidad de limpiar en exceso o la excesiva preocupación por el orden. Estos trastornos causan un deterioro psíquico que podemos detectar asociado al insomnio y un terror excesivo y desproporcionado que debemos abordar racionalizando el miedo.

Miedo irracional

"Hemos vivido unos meses trepidantes de confinamiento y precariedad laboral; lo que genera una mezcla muy peligrosa", añade el psicólogo clínico, quien explica que, aunque el miedo es necesario para la supervivencia de la especie, cuando experimentamos una sensación de este tipo sin nada que lo provoque, cuando sentimos un miedo irracional, cuando sentimos que el futuro se pinta de negro, es muy probable que estemos sufriendo algún tipo de trastorno de ansiedad.

"Por supuesto, que la actual crisis, tanto en su vertiente económica, como sanitaria, es suficiente para hacernos sentir miedo y este es importante porque nos ayuda a ser prudentes; el miedo patológico, el irracional, es el que nos puede acarrear importantes problemas de salud", aclara el psicólogo de Quirónsalud Costa Adeje.

Eric de Pascual explica que hay descritos ocho subtipos de ansiedades neuróticas y, aunque todas tienen el miedo como denominador común, es muy importante diagnosticarlas correctamente porque cada una cursa de una forma diferente y, por lo tanto, requieren una terapia también distinta.

Una vez identificados los síntomas (este miedo irracional) lo primero es acudir a un psicólogo clínico y, en el caso de que sea necesario un tratamiento farmacológico, deberá ser atendido por un médico especialista en Psiquiatría. De Pascual apunta que una persona que sufra ansiedad puede sentir un alivio inmediato si acude a un profesional, quien le ayudará en menos de cuatro meses a controlar esta situación y, por lo tanto, a evitar caer en una depresión mayor "cuyas consecuencias son mucho más graves y que puede prolongarse hasta dos años".

En opinión de De Pascual también es fundamental no caer en alarmismos innecesarios o provocados por otros; situación que, desde su punto de vista, en la sociedad actual es más habitual de lo recomendable ya que "el sensacionalismo no sólo vende, sino que también moviliza y manipula; llegando incluso a enfermar a mucha gente".

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