La alopecia: cuestión de imagen, pero también de salud y autoestima entre hombres y también mujeres

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• El servicio de Medicina Capilar del Hospital Quirónsalud Albacete registra un incremento de las consultas motivadas por la alopecia femenina
• Desajustes hormonales, pero también el estrés y otras causas están detrás del aumento de la alopecia entre las mujeres

Albacete. 13 de mayo de 2022. Ha sido objeto de broma durante la última gala de los Óscars de Hollywood, lo que ha ocasionado un gran revuelo mediático. Sin embargo, ya desde hace años, la alopecia femenina centra un creciente número de consultas en los servicios médicos especializados y cada vez son más las mujeres que buscan opciones de tratamiento para abordar este problema. Es la sensación que tienen en el servicio de Medicina Capilar del Hospital Quirónsalud Albacete, que coordina la doctora Ena Infante.

"Es cierto que los hombres padecen mucho más de alopecia androgenética a partir de los 40 o 50 años, pero cada vez son más las mujeres que, cuando notan los primeros síntomas, se informan y buscan opciones de tratamiento", explica la especialista.

"Es un problema de imagen, pero también de salud y de autoestima. La alopecia dificulta mucho la vida de la mujer y afecta muchísimo a su propia imagen", señala Infante, para quien "es importante estudiar las causas que están originando esa alopecia".

"Un porcentaje importante se debe a desajustes hormonales y nos puede estar alertando de algún otro problema de salud latente que se debe vigilar. De hecho, es durante la menopausia cuando más se percibe los efectos, si bien el estrés, el uso de determinados productos y otros factores también están alterando el comportamiento capilar y provoca distintos tipos de alopecia que antes no veíamos tanto o no se diagnosticaban tanto, en otros perfiles de mujer, también en mujeres jóvenes", detalla.

"Ya no sólo vemos casos de alopecia androgenética, sino también de alopecia frontal fibrosante, que es aquella que afecta a toda la línea frontal del pelo, que se va desplazando hacia atrás", añade.

Nuevos tratamientos

El injerto capilar, que tradicionalmente ha sido un tratamiento aplicado más en hombres, también se está llevando a cabo en los casos de alopecia femenina, "aunque cada caso requiere de un tratamiento personalizado, ya que no siempre el injerto es la mejor solución si el estado de la alopecia es avanzado y no podemos cubrir toda la superficie afectada", aclara la especialista.

"Hay alopecias que requieren de cirugía capilar. Otras se pueden abordar con un determinado tratamiento terapéutico, como plasma rico en plaquetas, o con la combinación de varios tipos de tratamientos. También contamos hoy en día con técnicas innovadoras y cada vez menos invasivas, especialmente dirigidas a la prevención y el control de la alopecia", continúa Infante.

Diagnóstico preciso

Es por ello, subraya la especialista, que "lo más importante es contar con un buen diagnóstico, que permita iniciar el tratamiento más adecuado lo antes posible, evitando que la alopecia vaya a más".

Consultar con un especialista y evitar auto-tratarse con productos que, en algunos casos, pueden empeorar la situación, son dos de los consejos de la doctora.

"No todas las caídas de pelo están ocasionadas por un problema de alopecia", tranquiliza la especialista. "Hay que saber que es algo normal que el cabello se caiga, especialmente en determinadas épocas del año como el otoño o la primavera. Lo que ocurre es que también debe crecer otro cabello simultáneamente", expone.

"Cuando no somos capaces de recuperar esa pérdida, cuando notamos que perdemos densidad o que hay una zona en la que especialmente el cabello no nos cubre bien, es cuando debemos acudir a un especialista", afirma.

"La idea del injerto o la cirugía no deben frenar hacer la consulta acerca de un problema que nos preocupa. A veces la solución puede ser más sencilla de lo que creen las pacientes y un tratamiento, o una cirugía capilar si la requieren, les puede devolver la alegría, la autoestima y hacerles sentir mejor consigo mismas, lo que repercute también en su vida laboral, social, familiar y, por tanto, también en su salud", concluye la doctora.