La estenosis de canal lumbar, la cirugía agradecida

La estenosis de canal lumbar, la cirugía agradecida

Sleiman HaddadSleiman Haddad
18 de marzo de 2021
Hospital Quirónsalud Barcelona

El Dr. Sleiman Haddad, de la Unidad de Columna del Hospital Quirónsalud Barcelona, Barcelona Spine Institute, nos explica qué es la estenosis del canal lumbar y en qué consiste la cirugía.


La columna lumbar está constituida por 5 vértebras y sus respectivos discos intervertebrales. Conecta el esqueleto humano con la pelvis, ofrece la mayor parte de la movilidad del tronco, permite estar de pie, y aguanta la carga diaria del ser humano. Así, es la parte de la columna que más sufre el paso del tiempo.


Los estudios poblacionales han demostrado que a partir de los 65 años y debido a un proceso degenerativo propio de la edad, alrededor de un 40% de personas puede tener alguna forma de estenosis de canal lumbar, evidente por resonancia magnética. Ésta consiste en un estrechamiento del conducto raquídeo -estenosis- que puede causar presión sobre los elementos neurológicos en su interior, en particular sobre los nervios que inervan las extremidades inferiores. Afortunadamente, sin embargo, sólo una cuarta parte de la población con estenosis radiológica acaba desarrollando sintomatología debido a esta enfermedad.


Problemas comunes y síntomas

Los más comunes son los problemas para caminar distancias; o sufrir dolor, hormigueo o entumecimiento en las piernas. Es interesante saber que uno de los síntomas indicativos de esta patología es el alivio que siente el paciente al inclinarse hacia delante, ampliando así de manera natural el diámetro de su canal, y reduciendo la presión sobre las raíces nerviosas.


Tratamiento de la estenosis lumbar

Habitualmente, los síntomas se pueden tratar con buenos hábitos de vida como ejercicio para fortalecer los músculos de la columna, mantener un peso saludable, o no fumar.

Estos hábitos podrían necesitar de fisioterapia, infiltraciones, medicación u otras modalidades de tratamientos no invasivos. Pero en algunos casos, y cuando la enfermedad está más avanzada -produciendo mucho dolor y alterando de manera significativa e irreversible la calidad de vida del paciente-, será recomendable una cirugía.

La cirugía, en general, electiva, pues las personas con estenosis de canal no suelen presentar déficits neurológicos y su capacidad de tolerar el dolor es muy variable. Raras veces el paciente se queda limitado a una silla de ruedas por sus síntomas.



Pero hay que saber que un 20% puede presentar una estenosis cervical, que, de desembocar en una mielopatía, sí podría reunir consecuencias graves sobre la capacidad motora y la coordinación.



La estenosis de canal lumbar es la cirugía de columna más frecuente entre personas de edad avanzada.

Hasta un 20-30% de todos los pacientes con estenosis clínicamente manifiesta y, que consultan por ella, acaban necesitando una cirugía por la persistencia de sus síntomas, así como por las limitaciones funcionales que éstos les generan.


¿En qué consiste la cirugía?

La operación consiste en una ampliación del canal espinal para descomprimir los nervios.

Es una operación muy segura, y su duración no suele ser superior a una hora. Lo más frecuente es practicarla con un abordaje posterior, de la forma menos invasiva posible, a veces incluso de manera microscópica. En algunos casos, sin embargo, será necesario además proceder a la fijación de algunas vértebras para asegurar la estabilización de la columna. De ser así, el postoperatorio puede ser más largo.



Una proporción muy importante de personas con dolor lumbar suele presentar una estenosis en las pruebas radiológicas, por ejemplo, sin que haya habido una presentación clínica de la misma.



La claudicación de la marcha también puede ser debida a otras patologías coexistentes como -por citar algunas-, un trastorno de riego sanguíneo a las piernas debido a una patología vascular; o una alteración de la función de los nervios debida a trastornos metabólicos, como sería la diabetes. Por tanto, el diagnóstico, un buen diagnóstico, es clave. Y pruebas como una radiografía, una resonancia o un TAC indicarán el estrechamiento producido en el canal de la columna, pero se tienen que combinar con una buena valoración del paciente en su conjunto.


A este efecto establecemos un abordaje multifacetario, que comienza por opciones a la cirugía siempre que sea posible, y por un proceso rehabilitador previo. Si hay cirugía, con diferentes abordajes según la patología y la necesidad de cada persona.

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