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El Hospital La Luz de Madrid ha incorporado recientemente la última generación de PET TAC de Philips cuyas prestaciones le permiten mejorar la calidad de las exploraciones.

Su utilidad en tumores urológicos es evidente al ser la prueba más efectiva para la exploración no invasiva por imagen híbrida.

De acuerdo con el doctor Ángel Tabernero, jefe de Equipo del Servicio de Urología del Hospital La Luz y especialista en procedimientos de alta precisión, con este equipo se detectan pequeños ganglios que podrían aparentar ser negativos o dudosos en la tomografía computarizada (TAC) y metástasis desapercibidas con los estudios tradicionales, definiendo mucho mejor aquellas lesiones pulmonares sospechosas, mejorando también la especificidad de la TAC en la detección de metástasis en otras vísceras y en huesos. "Su detección en el momento del diagnóstico, puede cambiar radicalmente el manejo de los pacientes, especialmente la posibilidad de optar o no a cirugía curativa".

Tal y como explica el doctor Jesús Cisneros, jefe de Equipo del Servicio de Urología y experto en oncología urológica del Hospital La Luz, el PET-TAC de Philips Ingenuity-TF debido a que gran parte de los cánceres renales presentan baja captación de F18-FDG (fluorodesoxiglucosa) no es particularmente útil para el diagnóstico del tumor primario, pero dado que las metástasis si suelen presentar mayor captación de F18-FDG es de gran utilidad para conocer la extensión regional y posibles metástasis ocultas en tumores renales mayores de 3 cm.


Pero, sobre todo, para este experto, donde su uso es fundamental es para valorar la eficacia terapéutica de los últimos y más eficaces tratamientos oncológicos como anticuerpos monoclonales o nuevos agentes inmunológicos por que la respuesta al tratamiento se mide mejor con métodos de imagen funcionales como el PET-TAC, que determinen la viabilidad metabólica del tumor para la evaluación del tratamiento adecuado.

Ambos expertos coinciden en afirmar que el PET-TAC ha revolucionado el seguimiento en el cáncer de próstata gracias a los radios trazadores específicos desarrollados en los últimos años, principalmente aquellos basados en el trazador PSMA (Prostate Specific Membrane Antigen). Su utilidad es similar a la resonancia magnética (RMN) de próstata para la evaluación y diagnóstico del tumor primario pero su principal ventaja es su superioridad sobre cualquier otra prueba de imagen para detectar pequeñas adenopatías regionales que pasan inadvertidas con TAC o RMN, desempeñando de este modo un papel indispensable en el diagnóstico y tratamiento de las recaídas postratamiento radical que habitualmente se diagnostican por elevaciones del PSA, al ser capaz de identificar focos tratables de localización tumoral ocultos y potencialmente curables, mucho antes que cualquier otra prueba y con cifras mucho más bajas de PSA.

"Es posible que en el futuro el PET-TAC adquiera también mayor protagonismo como examen de primera línea en evaluación de tratamiento en pacientes de cáncer testicular en etapa II y III, dado su reconocido alto rendimiento en detección de tejido tumoral viable, y su creciente disponibilidad en los últimos años", asevera Ángel Tabernero.

"En un tumor como el cáncer de pene donde es crucial la evaluación de los ganglios regionales, el PET-TAC aporta mayor rendimiento diagnóstico que la punción con aguja fina (PAAF) guiada con ecografía con la ventaja comparativa además de poder evaluar los territorios ganglionares intrapélvicos, donde la PAAF guiada por ecografía no logra llegar", concluye el doctor Jesús Cisneros.