Después recibir el alta, su actividad física debe incrementarse de manera progresiva. Se encontrará débil aproximadamente durante un mes por la propia intervención y porque tendrá cierta anemia, debida a que sus glóbulos rojos fueron parcialmente afectados durante la cirugía por la máquina de circulación extracorpórea. Hemos intentado transfundirle lo mínimo posible o no transfundirle en absoluto, aún a costa de que usted esté relativamente anémico durante un periodo de entre cuatro y seis semanas.

Sin embargo, esta anemia va a influir en un restablecimiento un poco más lento de lo esperable y en una cierta sensación de decaimiento. Generalmente, no incluimos en el tratamiento hierro, porque el organismo conserva sus reservas, pero en ciertas ocasiones es necesario prescribirlo.
Durante el mes después de la intervención deberá limitarse a realizar aquellas actividades físicas que pueda hacer confortablemente. Es decir, las que no le produzcan cansancio, ahogo, palpitaciones o dolor. Sólo podrá realizar ejercicio que genere fatiga o ahogo a los 15 días de la intervención. Poco a poco podrá aumentar su capacidad física y es recomendable que vaya explorando su incremento de capacidad con precaución.

Al principio el ejercicio más aconsejable es caminar, siendo más conveniente realizar varios paseos cortos al día que uno solo prolongado. Si hace frío o no se encuentra confortable, ande por su casa.
A partir del mes vaya elevando su actividad física, siempre que se encuentre cómodo. En un periodo entre cuatro y seis semanas tras la intervención (salvo que su corazón estuviera muy dañado previamente) debe poder hacer las mismas actividades que las personas de su edad, aunque todavía debe evitar los ejercicios violentos.

No debe conducir en seis semanas.
Puede reanudar su vida sexual cuando su tolerancia al ejercicio sea aceptable.

Si su recuperación progresa normalmente, puede volver a trabajar en un periodo entre cuatro y ocho semanas después de la intervención.

Debe contactar con su médico si sufre:

  • Aumento brusco de peso. Durante el primer mes, debe pesarse todos los días y anotarlo.
  • Fiebre.
  • Aumento del dolor de esternón.
  • Más fatiga o ahogo.
  • Palpitaciones muy rápidas.
  • Heces negras (salvo que tome hierro).
  • Hemorragias o hematomas.
  • Cualquier síntoma inesperado o que no entienda.