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Existen pacientes con decenas de manchas en la piel (nevus) que deben ser seguidos para detectar cambios que indiquen que son el inicio de una lesión tumoral. Al dermatólogo le es complicado valorar la evolución de las manchas de la piel de un paciente con decenas de lesiones entre una exploración y otra. Para ayudarle se han desarrollado equipos de dermatoscopia digital.

La dermatoscopia digital permite fotografiar las lesiones con gran precisión diagnóstica, archivar las imágenes de sucesivas consultas y comparar las imágenes de una misma lesión a lo largo del tiempo. Estas características ayudan a detectar las lesiones malignas de forma más precoz. Facilita el seguimiento de las lesiones de forma más específica porque el dermatólogo puede comparar la imagen en las sucesivas revisiones. Además, gracias a que el equipo toma imágenes dermatoscópicas con muchos aumentos, ayuda a detectar los cambios de las manchas de la piel mucho antes.

La dermatoscopia digital no nos dice si una lesión es buena o mala. El dermatólogo es el que debe tener en cuenta los patrones que se asocian a malignidad. Nos preocupamos cuando consideramos que una lesión tiene alguna característica atípica y nos interesa saber si una lesión cutánea en el tiempo gana peculiaridades atípicas como aumento de tamaño, irregularidad, asimetría en colores o estructuras, vascularización atípica, entre otros. Con la dermatoscopia digital todas estas alteraciones en las manchas de la piel pueden detectarse de forma más precisa: El equipo fotografía y archiva las imágenes de las lesiones con diferentes aumentos y con técnica dermatoscópica (microscopia de epiluminiscencia) que ilumina la mancha desde todos los ángulos, y con un filtro de luz polarizada o mediante inmersión con un líquido, se elimina la distorsión producida por la reflexión y la refracción de la luz en la superficie cutánea, lo que hace traslúcida la capa córnea de la piel y ayuda a la valoración de más detalles morfológicos.

Los mapas fotográficos corporales totales, combinados con dermatoscopia digital, permiten detectar lesiones nuevas y cambios en las lesiones. El dermatólogo toma unas imágenes generales del paciente y luego imágenes dermatoscópicas de todas las manchas que considera que deben ser seguidas. De cada paciente se almacenan alrededor de 30-40 imágenes según el número de manchas que tenga en la piel. "El dispositivo es capaz de archivar las imágenes de cada lesión durante los sucesivos controles –que suelen ser anuales o semestrales-. El dermatólogo puede descargar las imágenes de una lesión durante todas las visitas que ha realizado el paciente, y de este modo, permite comparar con facilidad si se han producido cambios preocupantes y detectar la malignidad precozmente". También ayuda a reducir el número de extirpaciones innecesarias.

La dermatoscopia digital combinada con los mapas fotográficos corporales totales se utiliza preferentemente en pacientes con múltiples lesiones pigmentadas que son de seguimiento difícil, también en aquéllos con muchas lesiones atípicas y los que tienen antecedentes personales o familiares de melanoma o de nevus displásico.

Hoy se sabe que la mayoría de los nevus benignos son muy estables en el tiempo, por lo que una lesión en un adulto que cambia nos hace sospechar. Para detectar cambios en lesiones únicas atípicas realizamos los controles a corto plazo en un periodo de 3-4 meses. Si no, los controles suelen ser semestrales o anuales.

A los pacientes en seguimiento con dermatoscopia digital se les detectan los melanomas en estadios más precoces. Ayuda a detectar cambios más sutiles que no es posible verlos en una exploración normal; de este modo podemos realizar una extirpación de las lesiones sospechosas mucho antes y minimizar las extirpaciones.