La ecografía automática 3D de mama (ABUS, de Automatic Breast Ultra Sound) es una tecnología de ultrasonidos que no emite radiación ni causa dolor y que está especialmente indicada para realizar pruebas en mamas densas; es decir, aquellas en las que hay un mayor volumen de tejido mamario que grasa.

El sistema ABUS consta de una base de ecógrafo con ruedas dotado de un brazo adaptable con un cabezal en su zona distal. Este cabezal lleva instalado un transductor de 15 cm de zona útil (los transductores tradicionales ecográficos son de tan solo 3 centímetros) que se coloca sobre la mama de la paciente en decúbito supino. El transductor posee una forma anatómica que se adapta a la forma de la mama

Gracias al transductor, mucho más grande que el que incorporan los ecógrafos habituales y con forma anatómica, el ABUS se adapta a la forma de la mama y genera una imagen tridimensional. Esto puede permitir al radiólogo analizar la lesión simultáneamente en planos transversal y coronal, y navegar por las imágenes de forma interactiva.

La combinación de tecnologías como la mamografía y la ecografía 3D automática, la posibilidad de localizar cánceres invasivos en mamas densas tiene un incremento relativo del 55% si se compara la mamografía solamente.

"El uso combinado de ABUS y mamografía detecta más cánceres de mama que la mamografía convencional sola, especialmente en mamas densas, que suponen el 40% y suelen tenerlas pacientes menores de 40 años que son más sensibles a la radiación X (la mamografía emite radiación X)", explica el doctor Vicente Martínez de Vega, jefe del servicio de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid.

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