Preguntas frecuentes de pacientes con EPOC

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¿Todas las EPOC son iguales? ¿Cómo sé si sufro una EPOC leve o grave?

El médico que le diagnostique de su EPOC: su médico de familia y/o su neumólogo, una vez hecho el diagnóstico, debería establecer el tipo de EPOC que usted padece, lo que va a condicionar la necesidad de recibir tratamiento y el tipo de tratamiento.

Para determinar el tipo de EPOC suele bastar con la información derivada de:

  • Historia clínica, por ejemplo historia previa de asma en el pasado, grado de dificultad respiratoria, número de agudizaciones (crisis o exacerbaciones que hayan necesitado tratamiento adicional con antibióticos y/o corticoides) que ha presentado en el ultimo año y si alguna precisó ingreso en el hospital, etc.
  • Análisis de sangre
  • Espirometría.

Simplemente con la combinación de la información derivada de lo anterior podemos establecer:

  • Tipo de EPOC, lo que ahora se llamaría fenotipo de la EPOC
  • Gravedad de la EPOC

Por tanto en su informe después de la palabra EPOC, deberían figurar su tipo de EPOC y la gravedad del mismo.


Soy fumador. ¿Cómo sé si tengo EPOC?

Si es usted es mayor de 40 años, es o ha sido fumador activo, y/o se ha visto expuesto a la inhalación involuntaria del humo de otra persona que fuma tabaco (tabaquismo pasivo); ha usado carbón y/o leña como un combustible habitual para calentar viviendas poco ventiladas; ha estado expuesto de forma habitual a altas tasas de contaminación, etc., consulte a su médico para la realización de una espirometríaEste enlace se abrirá en una ventana nueva.

Con frecuencia se acompaña de síntomas: tos, expectoración habitual, sensación de falta de aire, catarros frecuentes, u otros síntomas respiratorios, pero puede no tenerlos o haber sido atribuidos simplemente a la exposición al humo del tabaco.

Recuerde que hasta el 50% de los fumadores desarrolla EPOC y que en España hasta el 75% de los pacientes con EPOC no han sido diagnosticados, por lo que es muy importante la sospecha clínica.


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¿Tengo el mismo riesgo de EPOC si fumo cigarrillos o puros?

Uno de cada dos fumadores habituales desarrollará una EPOC.
El riesgo es proporcional al tipo de tabaco y al consumo acumulado del mismo.
Es mucho mayor en los fumadores de cigarrillos, que en los fumadores de pipa y/o puros.
El riesgo es además proporcional al consumo acumulado de tabaco (cantidad de tabaco fumado a lo largo de la vida), de tal forma que el riesgo pasa del 26% en los fumadores de cigarrillos de alrededor de un paquete/día durante 15 años, al 51% en los fumadores de más un paquete/día durante 30 años.

¿Se puede prevenir?, ¿Se cura?

Por supuesto que se puede prevenir la EPOC. El principal factor de riesgo es el tabaquismo. Evitando la inhalación de humo del tabaco y/o las demás fuentes de humo ambiental que pueden provocar EPOC, se evita la aparición de la EPOC.
Una vez que aparece, la EPOC es una enfermedad crónica (recuerde que EPOC es el acrónimo de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), que puede ser progresiva: cada vez los bronquios están más obstruidos y el pulmón más destruido. La mejor forma de evitar la progresión es dejar de fumar y consultar a su médico de familia y/o a un neumólogo que le recomendará el tratamiento más apropiado a su caso individual: tratamiento invidualizado de la EPOC.

Por tanto una vez que aparece, la EPOC habitualmente no desaparece, no se cura.


¿Cómo evoluciona la EPOC?, ¿Se puede controlar?

La EPOC es una de las enfermedades en la que más investigación se ha desarrollado en los últimos años.
El tratamiento de los pacientes con EPOC en el momento actual es muy diferente al que recibían hace diez años, tanto porque se disponen de nuevos medicamentos y asociaciones de medicamentos que no estaban disponibles entonces, como por el hecho que se ha avanzado mucho en el conocimiento de la enfermedad, lo que nos permite individualizar mucho el tratamiento para cada tipo de paciente: tratamiento invidualizado de la EPOC.


La medicación disponible para la EPOC permite:

  • Reducir los síntomas asociados a la enfermedad: dificultad respiratoria, tos, expectoración…
  • Mejorar la calidad de vida
  • Reducir las crisis (lo que se llama agudizaciones o exacerbaciones de la EPOC)
  • Reducir la necesidad de ingresos hospitalarios
  • Reducir la progresión (reducir la pérdida acelerada de función pulmonar)
  • Mejorar la supervivencia (los años de vida).

Y esta prevista la aparición de nuevos medicamentos en el futuro inmediato.
Por tanto So tiene EPOC o sospecha que puede tenerla no dude en consultar a su médico de familia y/o neumólogo, puede ofrecerle un tratamiento que puede cambiar su vida.



¿Es hereditaria?

Como se ha dicho previamente la causa principal de la EPOC es la inhalación de humo del tabaco. Pero sólo alrededor de un 50% de los fumadores (uno de cada 2) desarrolla EPOC.

Parece claro que hay otros mecanismos que asociados al humo del tabaco favorecen su aparición. Muchos de ellos son probablemente genéticos y por tanto hereditarios.

El más conocido es lo que se llama enfisema hereditario debido a la deficiencia de alfa-1-antitripsina. La alfa-1-antitripsina es una proteína presente en el organismo muy involucrada en los mecanismos de reparación a nivel pulmonar. Existen individuos que por un mecanismo hereditario (lo heredan de sus padres) tienen niveles de esta proteína extraordinariamente bajos, lo que les predispone a una destrucción y pérdida acelerada de tejido pulmonar y al desarrollo de enfisema. Hay diferentes formas de deficiencia de alfa-1-antitripsina, que cursan con déficits de diferente intensidad. Esto se potencia por el efecto de tabaco, de tal forma que el efecto sobre los pulmones de cualquier deficiencia se incrementa en fumadores. Incluso deficiencias moderadas solo producirán enfisema si se combinan con tabaquismo.

La herencia de la deficiencia de alfa-1-antitripsina es lo que se llama autosómica recesiva: es lo que hace que podamos padecerla sin que la tengan nuestros padres (ellos serían simplemente portadores de a enfermedad).
Su diagnóstico es muy sencillo, basta con hacer una determinación de los niveles de alfa-1-antitripsina en sangre, es una prueba disponible en cualquier laboratorio. Todo paciente con EPOC debe tener al menos una determinación de sus concentraciones alfa-1-antitripsina para descartar esta deficiencia. Dado que es una enfermedad hereditaria, una sola determinación normal, excluye la enfermedad.

Se estima que es responsable del 1% de los casos de EPOC y del 2-4% de los enfisemas. Es importante el diagnostico precoz por tener un tratamiento especifico: tratamiento invidualizado de la EPOC.


¿Es lo mismo que bronquitis crónica o enfisema?

La bronquitis crónica es la presencia de tos y expectoración de forma habitual, estos síntomas son frecuentes en pacientes fumadores. Pero será la presencia de una obstrucción en la espirometría la que determinará si tiene EPOC (EPOC= Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).

El enfisema es una destrucción del pulmón como consecuencia del humo del tabaco, cuando este provoca una obstrucción en la espirometría determinará la presencia de EPOC (EPOC= Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).

En la EPOC suele haber siempre una combinación de bronquitis crónica y enfisema.

Lo habitual es que los fumadores desarrollen primero bronquitis crónica y enfisema, y cuando ésta sea de determinada magnitud aparezca la EPOC. Por tanto una espirometría que no evidencie una EPOC no implica que no tengamos "daño pulmonar asociado al humo del tabaco".


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Una vez realizada la espirometría, ¿son necesarias más pruebas?

Cuando consulte a su médico, la secuencia correcta es:

Historia clínica: es la entrevista mediante la cual su médico recoge todos los datos relevantes de su historial médico: tabaquismo (diferentes tipos de tabaco, años de exposición y cantidades), hábitos, exposiciones ocupacionales y laborales, enfermedades previas y actuales, cirugías, tratamientos, síntomas específicos de la EPOC: dificultad respiratoria, tos, expectoración, exacerbaciones (agudizaciones o crisis) que hayan necesitado tratamiento con antibióticos y/o corticoides y/o visitas a urgencias y/o hospitalización, etc.

Exploración física completa

EspirometríaEste enlace se abrirá en una ventana nueva.

Pero en la valoración general de un paciente con EPOC, pueden ser necesarias otras pruebas, que se solicitarán de forma individualizada según los hallazgos de la anteriores:

  • Analítica general: en todos los pacientes, debe incluir siempre un hemograma y en la valoración inicial una determinación de alfa-1-antitripsina.
  • Radiografía de tórax: en todos los pacientes, permite tener una imagen de sus pulmones, y descartar otras enfermedades que puede ocasionar síntomas parecidos.
  • Pulsioximetría: en todos los pacientes. Mediante un aparato que se coloca normalmente en el dedo, podemos tener una estimación de su oxigenación, es una prueba indolora.
  • TC (tomografía computarizada) de tórax: en casos seleccionados. Permite obtener imágenes más detalladas de los pulmones, bronquios y otras estructuras del tórax. Se suele realizar siempre que la radiografía de tórax ofrezca algún tipo de duda, en los EPOC más graves, cuando se sospeche un predominio del enfisema y de forma más reciente en pacientes que se consideren de alto riesgo de padecer un cáncer de pulmón.
  • Pletismografía y difusión pulmonar: en casos seleccionados. Son otras pruebas de función respiratoria, que permiten complementar la información aportada por la espirometría.
  • Gasometría arterial: en casos seleccionados. Implica el hacer una extracción de sangre arterial (no basta con la venosa que es la habitual en los análisis habituales de sangre). Permite tener información más detallada de la oxigenación que la que permite la pulsioximetría, y además nos informa de los niveles de carbónico (un gas que se elimina por los pulmones y que se incrementa en sangre cuando éstos fallan). Se suele realizar en los EPOC más graves, cuando se esté planteando el tratamiento con oxígeno en el domicilio y cuando la pulsioximetría aporte resultados de baja oxigenación.
  • Cultivo de esputo (secreciones respiratorias): en casos seleccionados. Cuando se sospecha una infección bronquial o pulmonar.
  • Poligrafía respiratoria y/o polisomnografía nocturna (link a escuela de SAHS): en casos seleccionados. Están indicadas cuando se sospecha la asociación de una apnea de sueño (link a escuela de SAHS) u otro tipo de trastorno respiratorio del sueño. Alrededor de un 25-30% del tiempo del día lo pasamos durmiendo y durante el sueño la respiración sufre modificaciones importantes que se magnifican en presencia de una enfermedad respiratoria como la EPOC.

¿Con qué frecuencia tengo que tener una revisión por mi médico?

La necesidad de revisiones periódicas depende de una serie de factores: gravedad de la enfermedad, complicaciones asociadas, modificaciones en el tratamiento, si está en una fase o estable o ha tenido una exacerbación reciente, etc.
Pero en general: los pacientes con EPOC leve deberían tener revisiones al menos anuales, los pacientes con EPOC moderado cada 6 meses, y en los pacientes con EPOC grave, al menos tres veces al año.

Todo paciente en el contexto de una exacerbación debería tener una revisión y otra al terminar la misma para documentar que ha vuelto a su situación previa.

Luego, todo paciente que experimente síntomas nuevos de determinado tipo (por ejemplo: expectoración con sangre, nuevos dolores torácicos, etc.) o magnitud (incremento significativo de la dificultad respiratoria) deberían tener una revisión médica precoz.