En términos generales debe mantener una dieta equilibrada, incluyendo alimentos de todos los grupos (verduras, frutas, legumbres, pescados y carnes) y muchas proteínas, féculas, vitaminas, minerales y fibra.


Conviene mantener la piel hidratada durante el tratamiento, sobre todo en las zonas de mayor sequedad, a fin de evitar la formación de grietas en las zonas de roce (codos, pies, etc.). Son recomendables las cremas hidratantes de aloe vera (hidratante y calmante) y avena sativa (anticongestiva y antiinflamatoria).


Hay que utilizar crema de alta protección y evitar la exposición al sol, debido a la mayor sensibilidad a la luz solar.
Es importante acudir al dentista antes de comenzar el tratamiento con quimioterapia, ya que un pequeño problema se puede agravar con el desarrollo de úlceras bucales.


¿Se puede hacer algo más?

De la misma manera que la quimioterapia ocasiona alteraciones físicas en el organismo, también se pueden sufrir cambios en el estado de ánimo mientras se recibe el tratamiento. Tener miedo, estar triste, sentirse angustiado o deprimido es bastante común en estos pacientes.


Durante el tiempo que dura el tratamiento es importante que el paciente sepa que también puede recibir ayuda del profesional médico en el aspecto psicológico. Es bueno consultar con el médico todas las dudas que se puedan presentar, desde si el tratamiento está siendo eficaz, hasta cómo aliviar la angustia o el temor. El paciente debe saber que no está solo, ya que existen personas en la misma situación que han superado sus problemas. El hospital es el primer lugar donde le pueden ayudar, ya que tiene la infraestructura preparada para ofrecerle el apoyo que necesita y en segundo lugar recordar las asociaciones especializadas de las que se puede recibir información y ayuda.