Porque no todos los azúcares son iguales, ni se asimilan de la misma manera, vamos a ver las diferencias:

  • Azúcar intrínseco: Está presente de forma natural en los alimentos. Está dentro de la matriz del alimento (fibra) junto con otros nutrientes como vitaminas, minerales… Gracias a la fibra, su absorción y digestión se produce de forma lenta. Su consumo no está asociado a desarrollo de enfermedades cardiovasculares, ni sobrepeso. Las frutas, verduras, cereales integrales, dátiles, uvas pasas, son algunos ejemplos de azúcar intrínseco.
  • Azúcar libre: Este tipo de azúcar se ha extraído de la matriz del alimento. Puede haber sido añadido (azúcar libre añadido) o puede formar parte del alimento original, como por ejemplo los zumos de frutas, la miel… Debido a la ausencia de fibra estos azúcares se digieren y se absorben de forma muy rápida, no producen sensación de saciedad y están asociados a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y sobrepeso.
  • Azúcar añadido: Estos azúcares se han incorporado a los alimentos por el consumidor o por los fabricantes. Los podemos encontrar en prácticamente todos los productos ultraprocesados. Todos los azúcares añadidos se consideran azúcares libres y por tanto aumentan el riesgo de enfermedades y el sobrepeso.

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