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  • Cancer de boca y cara: el cáncer de la boca y labios constituye el 3-4% de todos los cánceres del organismo. Afecta fundamentalmente a hombres entre los 45 y 65 años, aunque la aparición de este tipo de tumores está aumentando en el sexo femenino debido a la mayor incidencia de mujeres fumadoras.

La localización más frecuente es el borde lateral de la lengua móvil y muestra tendencia a invadir localmente estructuras vecinas y producir metástasis en los ganglios linfáticos del cuello.

Se han identificado diversos factores de riesgo que predisponen a padecer este tipo de tumores. Los más importantes son el consumo de tabaco y alcohol. El humo del tabaco provoca una irritación constante de la mucosa oral que puede derivar en un proceso maligno. Otros factores de riesgo son la excesiva presión local (por la existencia de dientes o prótesis mal colocadas que rocen e irriten constantemente la mucosa bucal, los labios o la lengua); una mala higiene bucal; la exposición prolongada al sol sin cremas protectoras y las infecciones crónicas.

Deben prestar atención especial los pacientes que presentan lesiones blanquecinas de la mucosa oral (leucoplasia, liquen plano, etc.).

Una úlcera en la mucosa oral que no cura en 10-15 días debe ser consultada con su médico

La mayoría de los cánceres orales pueden sospecharse a simple vista, puesto que la mucosa oral es visible en la inspección rutinaria. Además, cualquier lesión en la boca suele ser detectada por el propio paciente.

El aspecto de un cáncer oral es una herida que no cura con el paso de las semanas, pero el diagnóstico definitivo se obtiene analizando una pequeña muestra de la úlcera.

  • Deformidades dentofaciales: Existen diversas deformidades dentofaciales que ocasionan graves problemas estéticos y de funcionamiento del sistema masticatorio.

Dichos problemas pueden ser:

- Maxilar superior retrasado: los dientes de la arcada inferior ocluyen por delante de los dientes superiores y los pómulos se aprecian aplanados. Al sonreír se muestra demasiada encía superior.

- Maxilar superior alargado: la encía se ve de forma excesiva al sonreír. La cara es alargada, el mentón suele estar retrasado y cuesta cerrar los labios.

- Mandíbula pequeña o retrasada: los dientes inferiores y el mentón se encuentran retrasados con respecto al resto de la cara. Puede originar problemas en la articulación de la mandíbula y ronquidos (síndrome de apnea-hipopnea del sueño).

- Mandíbula grande o adelantada: los dientes inferiores están adelantados respecto a los superiores, la barbilla está adelantada y las muelas se estropean más de lo normal por el exceso de trabajo.

- Mordida abierta: los dientes superiores e inferiores no contactan al cerrar la boca y dejan un espacio. Hay que forzar los labios para poder cerrarlos y resulta difícil comer. En casos extremos puede afectarse el habla, incluso con problemas para pronunciar algunas letras.

Las muelas que sí contactan tienen un exceso de trabajo, por lo que también se estropean antes y suele haber dolor en la articulación de la mandíbula.

- Asimetría mandibular: el mentón y los dientes se desvían hacia un lado. De forma inconsciente, el paciente tiende a doblar la cabeza para disimular el defecto, por lo que en ocasiones esta deformidad se acompaña de dolores en el cuello. También puede haber problemas en la articulación.

- Deformidades en los labios o en el paladar de los niños recién nacidos: el labio leporino y el paladar hendido son las malformaciones congénitas más frecuentes de la cara. El labio leporino consiste en una falta de continuidad en el labio superior. Este defecto puede ir acompañado del paladar hendido, con una falta de continuidad en el paladar duro que pone en comunicación la boca con la nariz.

Un gran porcentaje de estos problemas pueden solventarse a través de la denominada cirugía ortognática. Mediante este procedimiento se sitúan los huesos que originan la deformidad en el lugar exacto que deberían ocupar para conseguir que la cara tenga las proporciones adecuadas.

  • Dolor orofacial y enfermedades de la ATM: el sistema masticatorio se compone de los dientes, la articulación de la mandíbula y los músculos masticatorios que funcionan conjuntamente para lograr una adecuada masticación.

El equilibrio de este sistema es delicado y, si alguno de sus elementos no tiene un correcto funcionamiento, los otros dos se adaptan para compensar el estado deficitario. En caso de que nuestro organismo no sea capaz de adaptarse adecuadamente, se origina una disfunción craneomandibular.

El modo en que encajan los dientes suele ser el responsable de la aparición de esta disfunción. Una mala oclusión dentaria puede forzar a la articulación a desplazarse inadecuadamente para poder masticar o a provocar que los dientes rechinen durante la noche.

La disfunción craneomandibular es una enfermedad que se manifiesta por los síntomas siguientes:

- Chasquidos u otros ruidos al abrir o cerrar la boca

- Limitación de la apertura oral. Los pacientes encuentran dificultad para abrir la boca. Esto puede relacionarse con el dolor que ocasiona forzar la apertura o porque en modo alguno es posible movilizar la mandíbula y la articulación está completamente rígida.

- Dolor orofacial:

* Dolor de oído. La disfunción de la articulación puede simular la molestia que sufre un paciente con otitis.

* Dolor de cabeza, en muchas ocasiones de predominio matutino.

* Dolor en la zona de la mandíbula al tragar y masticar cosas duras o chicle.

* Dolor en los músculos del cuello y la espalda.

  • Glándulas salivales: el cuerpo humano tiene tres pares de glándulas salivares mayores (parótidas, sublinguales y submaxilares) y miles de glándulas salivares de tamaño reducido repartidas por toda la boca. Las glándulas salivares se encargan de mantener una adecuada cantidad de saliva en la boca.

Existen diversas enfermedades que pueden afectar a las glándulas salivares y cuyos síntomas más frecuentes son el dolor en la zona de la glándula salivar afectada, su aumento de tamaño y el aumento o descenso de la producción de saliva.

Los conductos que llevan la saliva desde las glándulas salivares mayores a la boca pueden obstruirse por cálculos (al igual que en los riñones o en el hígado). La glándula que se afecta con mayor frecuencia es la submaxilar. Esta obstrucción se manifiesta como una inflamación por debajo de la mandíbula.

El tratamiento inicial será farmacológico, con analgésicos y antibióticos. Si este tratamiento no es efectivo o el tamaño es importante, la solución definitiva es la extirpación quirúrgica del cálculo o bien su destrucción mediante láser u ondas de choque.

  • Pérdida de piezas dentales: la sonrisa es nuestra principal tarjeta de presentación y la ausencia de piezas dentales tiene gran relevancia estética.

Además, puede generar varios problemas de salud, como por ejemplo:

- Problemas digestivos. la dificultad para masticar origina digestiones más lentas y pesadas. Además, la imposibilidad para masticar alimentos duros reduce la variedad en la alimentación.

- Cambios en el sistema masticatorio: la falta de un diente provoca que todos los demás se acomoden y cambien de posición en la arcada dentaria. La dificultad en la masticación afecta a la musculatura masticatoria y a la articulación temporomandibular, circunstancia que puede causar dolores de cabeza, de oído, contracturas cervicales, etc.

- Problemas estéticos faciales: además del problema intrínseco que constituye la ausencia de dientes sobre la sonrisa, los huesos que sirven de sustento a los dientes pierden su función, se reabsorben y desaparecen. Esta disfunción se manifiesta como un acortamiento de la distancia entre nariz y mentón y un perfil cóncavo, que ofrece un aspecto envejecido de la cara.

- Dificultades fonatorias: las personas que carecen de dientes tienen problemas para articular ciertos sonidos.

En el Hospital Quiron Salud Sur contamos con una amplia experiencia tanto en la colocación de implantes como en el diseño de la prótesis dental que se asocia a ellos. En nuestro Departamento, cirujanos y odontólogos trabajan de manera coordinada para garantizar unos resultados óptimos en el menor plazo de tiempo posible.

Tradicionalmente, estos problemas se habían solventado a través de diferentes medidas protésicas tales como puentes o dentaduras postizas. Sin embargo, desde hace dos décadas se comenzaron a emplear implantes dentales osteointegrados que permiten el empleo de prótesis fijas muy similares a los dientes naturales tanto en aspecto como en funcionalidad.

  • Ronquidos y apnea obstructiva del sueño: el ronquido se produce por la obstrucción mecánica temporal de las vías respiratorias altas. Es muy frecuente en varones a partir de los 40 años, especialmente si padecen obesidad. En muchos casos, puede ser un síntoma del síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS).

El SAHS puede causar consecuencias graves para la salud y presenta una mortalidad elevada a largo plazo.

El déficit de oxígeno, intervalos sin respiración mientras durante el sueño, aumenta el riesgo de padecer problemas cardiovasculares, diabetes o infartos cerebrales. También es causa de patología crónica no mortal como la depresión o el dolor de cabeza. Por otro lado, la carencia de sueño reparador origina somnolencia durante el día y puede mermar su capacidad de concentración. En consecuencia, puede disminuir el rendimiento profesional y personal. Muchos de estos pacientes sufren accidentes automovilísticos por haberse quedado dormidos al volante.

Las apneas suponen la detención de la respiración durante más de 10 segundos. Es un proceso frecuente y relevante debido a las enfermedades asociadas y a la incapacidad que conlleva. Lo padece cerca del 5% de la población adulta, aunque también puede afectar a los niños.

  • Traumatismos faciales:el traumatismo craneoencefálico y del macizo facial está implicado en el 70% de la totalidad de los traumatismos.

La causa más frecuente del trauma facial son los accidentes de tráfico y las agresiones. Las fracturas más frecuentes ocurren en la nariz, pero también en los pómulos (o hueso malar) y en la mandíbula.

Las consecuencias pueden ser la dificultad para respirar, problemas de visión, alteraciones en la sensibilidad de la cara y la pérdida de dientes. Además de tratar las complicaciones, es importante fijar los huesos fracturados y minimizar el impacto estético del traumatismo, por eso las incisiones se realizan a través de la boca o el cuero cabelludo, de modo que no queden cicatrices visibles.

El Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Quirónsalud Sur de Alcorcon contamos con profesionales con dilatada experiencia en el abordaje quirúrgico de las fracturas de los huesos propios de la cara.