El neurólogo durante la consulta recoge la información clínica necesaria para orientar el caso, en muchas ocasiones los síntomas y signos son suficientes para llegar al diagnóstico. Si es necesario el neurólogo puede ayudarse de una serie de pruebas complementarias: neuroimagen (resonancia magnética (RM), tomografía axial computarizada (TAC), medicina nuclear SPECT y el DAT-SCAN), ecográficas (estudio doppler/dúplex de los troncos supraórticos y doppler/dúplex transcraneal), neurofisiológicas (electromiograma, electroneurograma y electroencefalograma), estudio del líquido cefaloraquídeo mediante punción lumbar, estudio anatomopatológico de muestras de músculo y nervio.