IMG-20180925-WA0008IMG-20180925-WA0008Practicar deporte es saludable y tiene muchas ventajas que mejoran nuestra calidad de vida; no obstante, debemos ser conscientes de que también entraña unos riesgos que son fácilmente controlables si conocemos nuestros límites, planificamos nuestro entrenamiento de acuerdo con nuestra forma física previa y utilizamos el material deportivo adecuado.

El traumatólogo de Quirónsalud Tenerife Antonio Galván asegura que lo ideal es empezar a hacer deporte de forma regular desde la infancia porque así el organismo se adapta a este nivel de actividad. No obstante, reconoce que cualquier momento es bueno para ello. "Muchas personas empiezan en la década de los 40 y sin lugar a duda también tiene muchos beneficios. En este momento de la vida, es cuando comienzan a disminuir, tanto nuestra masa ósea, como nuestra masa muscular, y el deporte semanal o diario enlentece esta reducción", indica.

Experto de reconocido prestigio en lesiones de mano, el doctor Galván forma parte del equipo de traumatólogos de Quirónsalud Tenerife que atenderá a las jugadoras de las 16 selecciones que disputan la Copa del Mundo de Baloncesto Femenino. Asegura que, aunque sufrir una lesión durante la práctica deportiva es algo fortuito, lo cierto es que las personas que practican deportes de contacto presentan mayor riesgo de sufrir traumatismos directos.

Esta contingencia se puede reducir teniendo en cuenta una serie de cuestiones. "Debemos usar un equipo idóneo, sobre todo utilizar el calzado correcto y, si es posible, desarrollar cada deporte en superficies adecuadas. Además, no debemos de buscar nuestros límites constantemente, pues es mucho mejor seguir un ritmo progresivo e ir aumentando la actividad a medida que nos vayamos fortaleciendo y ganemos agilidad en el deporte que hayamos elegido", apunta el doctor Galván.

Indica que, aunque los deportes de contacto nos pueden colocar en más situaciones de riesgo, en opinión del especialista, cualquier tipo de práctica deportiva mal planteada puede generar lesiones importantes. "Un ejemplo claro de esto -continúa- es la carrera. En este deporte el individuo no lucha contra nadie, pero si no se prepara de manera adecuada o se es demasiado exigente nos puede producir lesiones importantes".

Explica que las lesiones más frecuentes en el deporte son las torceduras, lesiones de rodilla, inflamaciones musculares, lesiones en el tendón de Aquiles, lesiones o dolor en la tibia, lesiones en el hombro (manguito rotador), fracturas y luxaciones. En el caso del baloncesto, afectan sobre todo a las articulaciones que más se utilizan: rodilla y tobillo; también los jugadores suelen sufrir lesiones de muñeca y dedo.

Por ello resulta clave que el deportista no se centre sólo en su actividad principal; sino que compense las articulaciones y la musculatura con otro tipo de deporte. "Es básico también estar en buena forma física y hacer un buen calentamiento, porque muchas lesiones se producen por errores a la hora de planificar el entrenamiento o errores técnicos, por no hacer un buen calentamiento ni un buen estiramiento o, por agotamiento muscular, cuando el deportista no tiene un buen fondo físico", sentencia el doctor Galván

En determinados deportes es más frecuente que se lesionen las mujeres. "Entre las causas de este mayor riesgo se encuentra el mayor nivel de estrógenos de las mujeres (que producen menos musculatura), mayor laxitud articular, una pelvis más ancha, menor espacio para ligamento cruzado anterior y mayor probabilidad de tener déficit de vitamina D y calcio", subraya el especialista. De hecho, algunos estudios apuntan que en las mujeres que juegan al baloncesto es ocho veces más frecuente la rotura del ligamento cruzado anterior.

Prevenir y actuar

Si, a pesar de haber tomado todas las precauciones, sufrimos una lesión lo primero que hay que hacer es lo que los americanos llaman RICE: reposo, hielo, compresión y elevación; pues esta práctica resulta beneficiosa para todas las lesiones. Asimismo, el doctor Galván considera fundamental que todas estas incidencias sean valoradas por profesionales que puedan hacer una valoración médica adecuada y definir el tratamiento médico, quirúrgico y fisioterapéutico más conveniente.

Con todo ello, también es necesario respetar los tiempos de recuperación. "No es lo mismo la exigencia a un deportista profesional que a un aficionado. Por ejemplo, una lesión de ligamento cruzado anterior tiene una recuperación media de seis meses en un deportista profesional, mientras que en un aficionado es mucho mayor. Lo que sí está claro es que antes de comenzar una actividad deportiva debemos estar en buenas condiciones porque de lo contrario este tipo de lesiones, ya sean musculares o ligamentosas, van a reaparecer", concluye.

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