La logopedia es la disciplina que se interesa por la comunicación humana con un enfoque propio y particular, sobre bases de sólidos conocimientos biológicos, metodológicos, científicos, neurológicos, pedagógicos, psicológicos, lingüísticos y humanísticos.

El logopeda es el profesional de la salud que se dedica a la prevención, detección, promoción, educación, administración, evaluación, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación, habilitación, pronóstico, orientación, asesoramiento, docencia e investigación de las áreas de la comunicación humana y sus alteraciones.

El campo de actuación de los logopedas es muy amplio, pues abarca desde la atención temprana en la población infantil hasta la intervención en la edad adolescente, adulta y en la tercera edad. Los profesionales logopedas intervienen en todas las etapas de la vida en las que se presenten alteraciones de la comunicación y del lenguaje y lo hacen desde distintos ámbitos.

Los tratamientos de logopedia tienen como objetivo mejorar la funcionalidad en la comunicación y la calidad de vida del paciente. Comunicar no sólo es hablar; existen muchas formas de comunicarse.

Como proveedores de atención primaria para la comunicación y trastornos de las funciones orales no verbales, los logopedas son profesionales independientes, sin embargo, y para el bien de los usuarios, se hace necesario el trabajo multidisciplinar con otros profesionales. Esta colaboración se hace más evidente en el ámbito clínico en la que otros profesionales de la salud (neurólogos, otorrinos, odontólogos, cirujanos maxilofaciales, médicos rehabilitadores, pediatras, geriatras, etc.) prescriben la necesidad de realizar dichos tratamientos logopédicos.

Los logopedas pueden prestar servicios a individuos, familias y grupos. Atienden a las personas de cualquier edad, sean o no de diversos orígenes lingüísticos, culturales y sociales.

Las actividades y funciones del logopeda son tan amplias como las necesidades de sus usuarios.

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Competencias profesionales

  • Evaluar, diagnosticar, pronosticar, rehabilitar y prevenir los trastornos de la comunicación humana.
  • Realizar interconsultas y derivaciones a otros profesionales de la salud, si la situación del usuario así lo requiere.
  • Certificar las constataciones que realice en el ejercicio de su profesión, respecto al diagnóstico, pronóstico y tratamiento logopédico.