• Acude al dentista con regularidad.
  • Cepíllate los dientes al menos dos veces al día.
  • Complementa tu higiene con seda dental.
  • Cuida tu alimentación y tus hábitos.

No hay que olvidar que una mala salud bucodental puede ser indicador de enfermedades que ya se tienen o que aún no han sido diagnosticadas.

Una boca en buen estado de salud no es solo una excelente carta de presentación sino también una inversión en tu salud general.