La radiofrecuencia se aplica por medio de unos electrodos que se introducen en el espesor del cornete. Dichos electrodos permanecen fríos y transmiten directamente las ondas a los tejidos, provocando su vaporización y destrucción únicamente en el punto de contacto, evitando el daño del tejido circundante La intervención se realiza habitualmente bajo anestesia local.