La insuficiente o inadecuada transmisión de información es una de las causas raíz más comunes de los incidentes de seguridad del paciente y es reconocida como factor contribuyente en el 60% de los incidentes notificados en el SINASP (Sistema Nacional de Notificación y Aprendizaje para la Seguridad del Paciente).


En los informes de la Joint Commission sobre los eventos centinela, se incluye la inadecuada transmisión de información como factor contribuyente en cirugías realizadas en lugar equivocado, retrasos en el tratamiento, caídas y errores de medicación.


Un proceso de transferencia consistente y completo se apoya en la utilización de formularios, instrumentos o métodos estandarizados.


El contenido de la información, así como el formulario, instrumento o método utilizados se estandarizan según el tipo de traspaso. El proceso de transferencia puede ser diferente para los distintos tipos que se realizan en el hospital. Por ejemplo, el traspaso de un paciente desde urgencias a hospitalización puede requerir un proceso o un contenido distinto que las transferencias al quirófano o a la unidad de cuidados intensivos; en todo caso, los procesos se deben estandarizar para el correspondiente tipo de transferencia. Si se utilizan formularios o instrumentos para el traspaso de información, no es necesario que formen parte de la historia clínica del paciente.


Tampoco es preciso incluir en la historia clínica la información detallada que se comunicó; no obstante, al hospital le puede interesar que quede constancia de que se produjo el proceso de transferencia. Por ejemplo, el profesional sanitario dejará registrado que él o ella completó la entrega y a quién transfirió la responsabilidad de la atención, y después firmará, incluyendo fecha y hora del registro.


Una práctica segura para la comunicación efectiva incluye lo siguiente:

  • Limitar la comunicación verbal de órdenes de prescripción o de medicación a situaciones urgentes en las cuales la comunicación escrita o electrónica no es factible.
  • Elaborar directrices para solicitar y recibir resultados de pruebas durante una emergencia, la identificación y definiciones de las pruebas y los resultados considerados críticos, quién informa a quién de los resultados críticos de dichos análisis, y monitorizar su cumplimiento.
  • Que el receptor de la información anote (o registre electrónicamente) la orden completa o el resultado de la prueba; que lea en voz alta dicha orden o resultado; y que el emisor confirme que lo que se ha escrito y leído es preciso. Pueden buscarse alternativas adecuadas para cuando no sea posible realizar el proceso de lectura, como por ejemplo en el quirófano y en situaciones de emergencia en el área de Urgencias o en la UCI.
  • Durante las transferencias de la atención del paciente utilizar unos contenidos estandarizados y básicos para la comunicación entre el paciente, la familia, el profesional sanitario y otros posibles implicados en la atención.
  • Utilizar métodos, formularios o instrumentos estandarizados para facilitar que las transferencias sean consistentes y completas.
  • En este sentido, en el hospital se está trabajando en la implantación de la metodología SABER, que es la manera estandarizada de comunicación que permite transmitir un mensaje de forma estructurada, clara, precisa y concisa. Crea un modelo mental compartido de intercambio de información.

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Buenas prácticas en el proceso de traspaso de información ante la transferencia de pacientes

  • El traspaso de información debe realizarse en un lugar en el que se pueda preservar la intimidad del paciente y la confidencialidad de la información aportada, lejos del paso de otros profesionales ajenos a la asistencia, libre de ruidos y/o interrupciones que dificulten la comunicación.
  • El lenguaje utilizado debe ser claro y normalizado, aclarando aquellos términos que puedan resultar ambiguos. No es apropiado utilizar expresiones coloquiales ni incluir interpretaciones personales de la situación clínica del paciente.
  • La información transferida debe ser precisa y pertinente, obviando detalles innecesarios que prolonguen el proceso y desvíen la atención de la información relevante.
  • No mezclar información de varios pacientes.