La notificación de resultados críticos de pruebas diagnósticas es también una cuestión de seguridad de los pacientes. Un resultado crítico se define como una variación del rango normal que representa un estado fisiopatológico de alto riesgo o que amenaza la vida, se considera de naturaleza urgente o emergente, y en el que es probable que sea necesaria una acción médica inmediata para preservar la vida o prevenir un suceso catastrófico. Esto es diferente de un resultado anormal, que se define como un resultado que está fuera del rango esperado para la prueba pero que no es una amenaza de vida urgente o emergente.


Los resultados críticos pueden ocurrir en pacientes ambulatorios y pacientes hospitalizados y en áreas de cuidados críticos y también en salas generales.


Las pruebas diagnósticas incluyen (pero no únicamente):

  1. Análisis de laboratorio
  2. Exámenes radiológicos
  3. Pruebas de Medicina Nuclear
  4. Procedimientos por ultrasonido
  5. Estudios de resonancia magnética
  6. Pruebas diagnósticas cardíacas
  7. Pruebas de endoscopia digestiva

Esto incluye resultados críticos de cualquier prueba diagnóstica realizada a pie de cama, como por ejemplo análisis a pie de cama, radiografías portátiles y electrocardiogramas.


Las pruebas diagnósticas que producen resultados definidos que pueden indicar una amenaza a la vida son diferentes de la monitorización electrónica continua, como la telemetría cardíaca, la monitorización continua de EEG (electroencefalograma) o la monitorización fetal. La monitorización electrónica continua es una herramienta de evaluación clínica utilizada para detectar cambios en la condición del paciente que pueden identificar una amenaza para la vida pero que no está diseñada para producir un resultado crítico definido.


La existencia de un sistema formal de notificación que identifica claramente la manera de comunicar a los profesionales sanitarios los resultados críticos de las pruebas diagnósticas y la forma en la que la información se debe registrar disminuyen los riesgos para los pacientes. El objetivo es proporcionar los resultados críticos dentro de un marco de tiempo establecido para que el profesional pueda evaluar su importancia a la luz de la situación clínica del paciente.