Las fistulas de ano son una conexión anómala entre la mucosa del ano y la piel. Se trata de un túnel con un orificio interno a nivel de la mucosa del ano y uno externo a nivel de la piel que rodea el ano.

La clínica inicial suele ser dolor anal agudo con sensación de inflamación y área indurada cerca del ano. Pueden abrirse de forma espontanea con salida de contenido purulento o requerir drenaje quirúrgico de urgencias.

TRATAMIENTO

Es siempre quirúrgico, inicialmente para drenar la infección y generalmente en un segundo tiempo para tratar la fistula y cerrar la comunicación entre mucosa rectal y piel.

La dificultad de tratamiento se centra en evitar lesionar los esfínteres del ano que casi siempre se ven afectados por el trayecto de la fistula.

Cuando las fístulas son simples y no atraviesan el complejo esfinteriano o lo hacen en pequeña proporción el problema se puede resolver realizando una fistulotomía (apertura del trayecto de la fístula). La curación en estos casos es próxima al 100% y el riesgo de incontinencia fecal es muy bajo.

Pero lo más frecuente es que las fistulas sean complejas (porque atraviesan los esfínteres del ano, porque tienen múltiples trayectos, porque tienen una localización en la parte anterior próximas a vagina en la mujer ...)

Inicialmente se suele colocar un sedal o Setón a lo largo del trayecto que entra por orificio interno y sale por el interno. Este sedal permite el drenaje de la infección y limitar el trayecto de la fistula para su tratamiento unas semanas después.

La tendencia actual es a realizar técnicas conservadoras, que eviten el riesgo de incontinencia anal. La desventaja es que en este tipo de técnicas el riesgo de recurrencia es mayor siendo posible que se tengan que realizar varias intervenciones e incluso utilizar varias técnicas sucesivas para resolver finalmente el problema.

Entre estas técnicas conservadoras estarían las técnicas de sellado (como por ejemplo relleno del trayecto con plasma rico en plaquetas), el cierre del trayecto fistuloso mediante utilización de láser de diodo, técnica LIFT (ligadura interesfinteriana del trayecto fistuloso).

Tienen como ventaja la preservación total de los esfínteres, el escaso dolor postoperatorio y la rápida recuperación.

En el caso de recurrencia se pueden volver a emplear las mismas técnicas conservadoras o bien plantear otro tipo de técnicas (Colgajo de avance cutáneo, fistulotomias amplias con setón "cortante" etc.)