Efectos secundarios más habituales del tratamiento con CPAP y sus soluciones más frecuentes



  • Rinitis vasomotora: La rinitis o congestión nasal es el principal problema asociado al uso de la CPAP. Mejora con el uso de humidificador, y a veces requiere tratamiento específico.
  • Erosiones faciales: Las lesiones en la piel, asociadas al uso de la mascarilla, se deben a un exceso de fuerza en el ajuste de la misma. En caso de no conseguir una adecuada sujeción, se pueden solicitar, modelos de mascarillas diferentes. Además, la aplicación de vaselinas liquidas, apósitos especiales pueden facilitar la adaptación y tolerancia a las mismas. Lave por las mañanas la cara e hidrate con crema. Consulte a su neumólogo.
  • Aerofagia: En ocasiones puede generar alguna molestia gástrica con aparición de aerofagia asociada. Eleve un poco el cabecero de la cama, a veces precisa el uso de fármacos específicos. Consulte a su Neumólogo.
  • Molestias en los ojos, conjuntivitis: Se deben normalmente a fugas perimascarilla, ajuste bien la mascarilla.
  • Ruido. Especialmente en las primeras semanas, más que del ruido de la CPAP, los pacientes y acompañantes se quejan del cambio de tonalidad entre la inspiración y espiración que se produce en la mascarilla. No tiene un tratamiento especial y precisa la adaptación del paciente y el acompañante. Los modernos equipos de CPAP son muy silenciosos y las actuales mascarillas, bien aisladas, no deberían producir un sonido molesto. A pesar de ello, si le molesta se puede añadir una tubuladura para alejar la CPAP de la cama o usar tapones de oídos.
  • Sensación de frío: Pasar la tubuladura por debajo de la ropa de cama, colocando la CPAP a los pies de esta o usar humidificador térmico asociado a la CPAP, suelen ser medidas eficaces.
  • Sequedad faríngea. Suele ceder espontáneamente y es una queja frecuente de los pacientes con SAHS antes de ser tratados y se debe a la pérdida de agua del paladar blando como consecuencia de los ronquidos y las apneas. En estos casos, la sequedad desaparecerá con CPAP. Sin embargo, a veces es el propio flujo aéreo de la CPAP lo que provoca la sequedad faríngea. Si persiste más allá de 4 semanas es necesario ponerse en contacto con la empresa suministradora de CPAP para la instalación de un humidificador- conectado a la CPAP.
  • Epístaxis. Aunque no es muy frecuente, su aparición puede ser muy condicionante y, en determinadas circunstancias, entorpecer la aplicación de CPAP. El mejor tratamiento es evitar su aparición. La correcta humidificación de la mucosa nasal puede conseguirse mediante un incremento en la ingesta de líquidos, la instilación nasal cuidadosa de suero fisiológico o agua marina, los humidificadores ambientales o directos en la CPAP y evitando calefacciones que resequen el ambiente. Puede ser muy útil la aplicación sistemática de pomadas nasales en los casos de sequedad nasal
  • Cefalea: No se conoce la causa, pero suele ceder con analgésicos convencionales y cede tras los primeros días de uso.
  • Insomnio, claustrofobia: Es un efecto secundario poco frecuente, mejora con la adaptación, si no mejoran pasadas las primeras semanas, consulte a su neumólogo.