Con la elevada popularidad de la cirugía del bypass gastrointestinal, existe un gran número de pacientes que han logrado una pérdida de peso importante, pero que a consecuencia de ello también tienen un gran exceso cutáneo. Estos pacientes requieren una cirugía especializada del contorno corporal. A menudo presentan una laxitud cutánea del abdomen, tórax, flancos y también de cara y cuello. A veces el paciente solicita la corrección de una parte del cuerpo, sin ser consciente de que ello pueda producir un desequilibrio estético importante. De ahí la insistencia de ponerse en manos de un experto que le pueda orientar y hacerle ver las posibilidades reales de la cirugía en cada caso.

Para un mayor beneficio y seguridad de la cirugía, ésta debe ser bien planificada y no debe durar más de 5 o 6 horas. Deberá indicarse cuando el paciente esté estable en su peso durante al menos 6 meses. Una de las técnicas quirúrgicas utilizadas es la Abdominoplastia en Ancla. La abdominoplastia es una técnica que nos permite eliminar el exceso cutáneo y reparar la pared abdominal, por la separación entre los músculos y/o la existencia de hernias.

En el caso de las pérdidas masivas de peso, el exceso cutáneo es tal que nos obliga a realizar lo que llamamos abdominoplastia en ancla para poder realizar una mejora del contorno corporal, lo que nos permite eliminar piel en sentido horizontal y en sentido vertical a modo de ancla.

En la 1ª consulta, el cirujano le realizará una historia completa en relación a su pérdida ponderal para conocer la estabilidad del proceso en la actualidad. Habitualmente, ésta se alcanza después de 1 o 2 años tras la cirugía gástrica.

Es necesaria una exploración física completa y la realización de fotografías. Asimismo, el paciente expondrá sus deseos y preocupaciones.
Con todo ello, podremos elaborar un esquema de tratamiento por fases que, en ocasiones, asocia algún otro procedimiento a la abdominoplastia en ancla.

Torsoplastia

Cuando hablamos de torsoplastia nos referimos a la técnica que nos permite corregir las deformidades laterales y posteriores del tronco que, a menudo, se asocian con deformidades abdominales. Con ello se pretende mejorar el contorno corporal en aquellos casos en los que existe una gran laxitud cutánea acompañada o no de cúmulo de grasa.

Está indicada principalmente en pacientes que han sufrido una pérdida de peso importante en un período de tiempo relativamente corto, tras ser sometidos a una cirugía contra la obesidad. Tras una torsoplastia podrá volver al trabajo en 6-8días (dependiendo de su actividad y su complexión), aunque en pocos días podrá hacer vida normal. Debe limitar las actividades físicas fuertes durante el primer mes, hasta que se recupere de la operación y, posteriormente, reiniciar la actividad de forma progresiva. Tras el ingreso hospitalario, procederemos a realizarle en la habitación el marcaje pre quirúrgico, es decir, el diseño del área cutánea que trataremos de eliminar.

Las incisiones tendrán forma alargada para incluir toda la piel que escindiremos. Habrá que ascender la piel de la espalda y las nalgas para poder reestructurar el contorno corporal; y luego se suturará la piel, de modo que nos quedará una cicatriz horizontal en la parte superior de las nalgas y dos horizontales en la parte superior de la espalda, de modo que podrán ser ocultadas con la ropa interior o bikini.

Es imprescindible el uso de drenajes, que se mantendrán varios días. Ya en quirófano se coloca la prenda de presoterapia.
La intervención suele durar entre 3 y 5 horas, en función de cada caso, tras la cual pasará a una sala de reanimación y luego a su habitación. En el postoperatorio inmediato es normal que aparezcan un poco de líquido o pequeñas costras a nivel de las incisiones.
A las 24h realizaremos la primera cura, recibirá el primer masaje de drenaje linfático y le enseñaremos medidas posturales y de movimiento para reiniciar la vida normal previa. Los drenajes se mantendrán durante varios días. La faja durante el primer mes. La sutura es interna pero los extremos se retiran en 1 semana. Durante el primer mes será necesario el control en las consultas, así como los masajes de drenaje linfático.

Lo habitual es encontrarse algo cansado unos días, pero podrá hacer vida casi normal en 24 ó 48 horas, siguiendo nuestras indicaciones. Las molestias referidas por las pacientes suelen ser en relación a tirantez. Las principales molestias ceden con la medicación prescrita, aunque la sensación de tensión puede durar 5-6 días.