La endoscopia cerebral o neuroendoscopia es una técnica mínimamente invasiva que permite un acceso rápido a la cavidad craneal a través de pequeños orificios craneanos, evitando de ésta manera la necesidad de abordajes amplios y retracciones del tejido cerebral. Actualmente, la neuroendoscopia constituye una herramienta de uso diario que puede utilizarse como método primario de abordaje de lesiones, o bien como complemento de cirugías abiertas o guiadas con navegación cerebral. El papel de la endoscopia en la biopsia y exéresis de lesiones intraventriculares ha ido ganando importancia, siendo las técnicas puramente endoscópicas de elección en numerosos procedimientos intraventiculares en lugar de la cirugía abierta; es particularmente útil en lesiones como la hidrocefalia compleja multisegmentada y los tumores y quistes intraventriculares, en los que representa la primera opción quirúrgica.

  • Cirugía endoscópica transesfenoidal transnasal

La cirugía endoscópica a través de la nariz (transnasal transesfenoidal) es una técnica mínimamente invasiva que utiliza el endoscopio como fuente de visión y que ha tenido un creciente uso en intervenciones de la hipófisis por ser una técnica de mínima invasión y por la gran calidad de visión que otorgan las lentes, en especial aquellas de alta definición desarrolladas en la última década.

La cirugía con técnicas endoscópicas se aplica ya de forma regular para el tratamiento de lesiones de base del cráneo, en las que el acceso es a través de pequeñas incisiones, lo que conlleva un menor riesgo quirúrgico, una importante reducción de días de hospitalización, y una menor pérdida de sangre, en comparación con la cirugía abierta.
Todo ello conlleva un post operatorio más confortable, menos doloroso y con un menor riesgo de complicaciones, permitiendo una rápida recuperación del paciente y reduciendo notablemente los días de estancia hospitalaria.

  • La cirugía endoscópica de columna minimamente invasiva, hernia discal y estenosis de canal.

La hernia de disco y la estenosis de canal lateral son la causa más frecuente del dolor lumbar y de la pierna (ciática). La hernia discal puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más frecuente en adultos activos laboralmente. Suele ser una enfermedad benigna, pero causa estragos económicos por la incapacidad física que condiciona al que la padece. Su síntoma típico es el dolor de la porción baja de la espalda que irradia hacia una pierna. Si en el plazo de unas semanas el dolor no desaparece o mejora, es absurdo continuar insistiendo con el tratamiento conservador, cuando hoy día la operación de la hernia discal es rápida y segura en la mayoría de los casos, desapareciendo el dolor, y la invalidez que provoca, de forma inmediata. En estos casos refractarios al tratamiento médico, cuanto más se retrase la operación, peor resultado se consigue.