La articulación temporomandibular es aquella que une la mandíbula con el lateral de la cabeza y es fundamental en el habla, la masticación, el tragar, etc. Sin embargo, cuando el disco articular no se encuentra en su posición correcta esta articulación no funciona con normalidad y su disfunción afecta a los músculos ligados a ella generando tensión, inflamación e incluso dolor.

La disfunción temporomandibular, por otra parte, puede causar problemas funcionales en los músculos, bruxismo y vértigo o acúfenos, además de pérdida auditiva, sensación de adormecimiento y falta de sensibilidad en la cara, alteraciones de la vista y neuralgia del trigémino.

Su tratamiento dependerá de la causa, ya que en algunos casos basta solucionar el problema de origen para resolver la disfunción y sus síntomas. También puede ser necesaria la utilización de férulas de desprogramación muscular o fisioterapia. Pero, en general, el abordaje terapéutico se centra en el abordaje del dolor, que puede llegar a ser insoportable, especialmente si hay afectación del trigémino. Para ello existe todo un arsenal de fármacos que abarcan analgésicos, relajantes musculares y antiinflamatorios.

Tratamientos

  • Tratamiento con toxina botulínica. Consiste en la utilización del botox en la musculatura masticatoria (maseteros y temporal). La disfunción temporomandibular se acompaña en la gran mayoría de ocasiones de espasmo y contractura muscular refleja.
  • Tratamiento con férula descarga tipo Michigan: La principal función de la férula de descarga tipo Michigan es evitar el rozamiento entre los dientes de maxilar y de mandíbula. La férula de descarga está fabricada de resina, pero para poder fabricar la férula de descarga es necesario tomar unos moldes de los dientes del paciente. Pero hay que tener en cuenta que la férula de descarga tiene que tener unos cuidados y se han de realizar controles y ajustes para que encaje perfectamente a la forma de los dientes y así realice bien su función. Debe de tener guía canina y guía anterior bien marcadas para proporcionar una disoclusión posterior inmediata con cualquier movimiento ya sea de lateralidad o de protusión.
  • Tratamiento de Rehabilitación. Son bastantes las técnicas usadas en fisioterapia para tratar las disfunciones de la ATM, todas ellas usadas con el objetivo de reducir la isquemia local, estimular la propiocepción, romper las adherencias fibrosas, estimular la sinovial para la producción de líquido y reducir el dolor. Se tratan los puntos gatillos más frecuentes en músculo temporal, región supracigomática, región infracigomática anterior, infracigomático medio, infracigomático posterior, sobre zona central e inferior del músculo masetero, región suboccipital, músculo esplenio del cuello y trapecio. También mediante manipulaciones tanto de la mandíbula como de las vértebras cervicales por existir relación entre ambas y masaje terapeútico y estiramientos musculares. También puede incluir la utilización de TENS, onda corta, ultrasonidos o láser.
  • Tratamiento farmacológico. Generalmente se compone de un tratamiento analgésico, un tratamiento antiinflamatorio y de un relajarte muscular. Este tratamiento complementa a los descritos previamente y resulta muy útil en los periodos de brote. Por otra parte, estos periodos suelen tener una duración de 7-15 días y se han de acompañar de dieta de fácil masticación.
  • Cirugía de la ATM. Se reserva para casos seleccionados. O bien realización de artrocentesis con lavado e infiltración de la articulación en aquellos casos que se produzca un bloqueo agudo hasta cirugía abierta y colocación de prótesis articular para aquellos casos que se produzca un fracaso del tratamiento conservador y exista una degeneración articular completa.